Prebióticos para la
Dislipidemia
Dislipidemia: Es una
alteración o desequilibrio en
el metabolismo de los lípidos
en sangre, donde se ven
afectados los niveles de
colesterol y trigliceridos.
Hipercolesterolemia
Es un trastorno caracterizado por niveles elevados
de colesterol en la sangre, específicamente el
colesterol LDL
Inulina: La inulina, que se encuentra en alimentos
como la achicoria, los plátanos y los espárragos
puede promover el crecimiento de bacterias
intestinales beneficiosas y se ha asociado con la
reducción de los niveles de colesterol LDL.
Beta-glucanos: Los beta-glucanos son una forma de
fibra soluble presente en alimentos como la avena,
la cebada y algunos hongos.
Se ha demostrado que los beta-glucanos ayudan a reducir
los niveles de colesterol LDL al interferir con su
absorción en el intestino.
Pectina: La pectina es una fibra soluble que se
encuentra en frutas como las manzanas y los
cítricos.
Actúa como prebiótico y puede ayudar a reducir los
niveles de colesterol en sangre al atrapar el
colesterol en el tracto digestivo y eliminarlo del
cuerpo.
Dislipidemia mixta
Es un trastorno caracterizado por niveles anormales
tanto de colesterol como de triglicéridos en la
sangre
Resistencia a la insulina: La dislipidemia mixta a
menudo está relacionada con la resistencia a la
insulina.
Los prebióticos que promueven la sensibilidad a la
insulina, como los fructooligosacáridos (FOS),
pueden ayudar a mejorar esta afección y, por lo
tanto, contribuir a la gestión de la dislipidemia
mixta.
Alimentos fermentados: Algunos alimentos
fermentados, como el yogur y el kimchi
contienen bacterias probióticas y prebióticos que
pueden trabajar juntos para mantener un equilibrio
saludable en la microbiota intestinal y
potencialmente mejorar la salud cardiovascular.
Hipertrigliceridemia
Es un trastorno caracterizado por niveles elevados
de triglicéridos en la sangre.
Galactooligosacáridos (GOS): Los GOS son
prebióticos que se encuentran en alimentos como
los productos lácteos.
Pueden estimular el crecimiento de bacterias
intestinales beneficiosas y se han asociado con
efectos positivos en la salud metabólica y en la
regulación de los triglicéridos.
Ácidos grasos de cadena corta (AGCC): Los
prebióticos pueden ser fermentados por las
bacterias intestinales en ácidos grasos de cadena
corta, como el butirato.
Estos AGCC pueden tener efectos beneficiosos en
la función metabólica y en la regulación de los
triglicéridos en sangre.
Fibra soluble: La fibra soluble, presente en
alimentos como las legumbres, las frutas y la avena
puede actuar como prebiótico al promover el
crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas y
ayudar a reducir los niveles de triglicéridos en
sangre.