Revolución Soviética

La Revolución de 1905

En 1905, el ejército zarista fue derrotado por las tropas japonesas en una guerra motivada por los rusos al intentar conquistar Asia. Inmediatamente se produjeron unos disturbios, provocados por el descontento que causó la derrota y por la crisis económica que vivía en ese momento.

La Revolución se desencadenó un 9 de enero de 1905 cuando las masas populares se dirigieron al Palacio de Invierno en San Petersburgo, residencia del zar en la capital del país, para hacerle llegar sus peticiones. Los manifestantes no pretendían destruir el zarismo, sino tan solo mejorar sus condiciones de vida y forzar el inicio de reformas políticas. La respuesta de las autoridades fue una violenta represión, que se saldó con numerosos muertos y heridos. Por eso, se conoce ese día como Domingo Sangriento.

Los obreros y campesinos se agruparon en sóviets, que eran consejos o asambleas populares, creando así un modelo de organización que tendría una gran importancia en el futuro.

El zar se vio obligado a hacer algunas concesiones, que se recogieron en el Manifiesto Imperial emitido en octubre de 1905. La principal fue el sufragio universal masculino. A pesar de todo, el zar incumplió sus compromisos y volvió a gobernar sin contar con la Duma

La Revolución de octubre de 1917

El 25 de octubre de 1917 los sóviets, controlados por los bolcheviques, se apoderaron de los puntos estratégicos de la capital, asaltaron el Palacio de Invierno y detuvieron al Gobierno provisional. La revolución había triunfado.

Se creó el primer Gobierno bolchevique, presidido por Lenin. Inmediatamente, negoció la salida de la guerra ( Tratado de Brest-Litovsk) y el control de las fábricas por los trabajadores. Reconoció, también, la soberanía de los pueblos de Rusia.

Guerra civil y comunismo de guerra

Los contrarrevolucionarios crearon el ejercito blanco y los bolcheviques, el ejército rojo, que se enfrentaron en una guerra civil. La guerra terminó con la victoria de los bolcheviques.

La Rusia zarista a principios
del siglo XIX

A principios del siglo XIX Rusia seguía estancada en el Antiguo Régimen. Mantenía una monarquía absoluta en la zar, Nicolás II, concentraba el poder supremo del Estado y lo ejercía sin límites.

Nicolás II

Nicolás II

Para gobernar se apoyaba en la Iglesa ortodoxa, el Ejército y la burocracia. Aunque existía un Parlamento, llamado Duma, sus poderes eran limitados, pues el zar podía convocarlo o disolverlo cuando lo deseara. Además no se reconocían las libertades políticas ni los derechos de las personas, y los opositores eran perseguidos por la policía política, que actuaba con gran dureza.

Duma

Duma

La economía seguía siendo fundamentalmente agraria, el 80% de la población eran campesinos. El campesinado vivía en la miseria debido a que se mantenía una estructura feudal de la propiedad, las herramientas eran muy rudimentarias y la productividad muy baja.

Campesinos

Campesinos

Existían distintas fuerzas políticas clandestinas. Estas representaban a diferentes grupos sociales e ideas políticas

Partido Socialista Revolucionario, que pensaba que la verdadera fuerza revolucionaria era el campesinado y defendía la colectivización de las tierras. Su líder era Kerensky

Kerensky

Kerensky

Partido Constitucional Demócrata, que era partidario de derrocar el absolutismo zarista y convertir Rusia en una monarquía constitucional.

Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, de ideología marxista. Se dividió en dos grupos en 1903

Los mencheviques, que eran más moderados y partidarios de colaborar en un régimen liberal de transición al socialismo.

Los bolcheviques, que eran radicales liderados por Lenin que rechazaban cualquier forma de colaboración con el sistema burgués y que querían implantar la dictadura del proletariado.

Lenin

Lenin

Revolución de febrero de 1917

Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Las derrotas en el frente y el desabastecimiento en la retaguardia crearon un malestar que provocó huelgas y manifestaciones, reprimidas con gran dureza.

La Revolución de 1917 comenzó tras la la manifestación del 23 de febrero. Su lema era "Paz y pan" El 27 de febrero se creó un Gobierno provisional, en el que el socialista moderado Kerensky era la figura más destacada. El Gobierno pretendía instaurar un sistema político liberal y el zar abdicó.

Obreros, campesinos y soldados formaron sóviets por todo el país, que incluso llegaron a tener sus propias milicias armadas (Guardia Roja). Los bolcheviques pedían la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial, la mejora de las condiciones de vida de los obreros y el reconocimiento de las minorías nacionales.

El fracaso del Gobierno provisional

La existencia de un doble poder ( Gobierno provisional y sóviets) creó una gran inestabilidad política. El Gobierno decidió que Rusia siguiera en guerra, pero las derrotas continuaron.

Lenin volvió de su exilio y planteó un programa plasmado en las Tesis de Abril. Sus principales puntos eran la retirada de Rusia de la guerra con la firma inmediata de la paz, la redistribución de la tierra, el control de las fábricas por los comités de obreros, la autonomía para las nacionalidades y la entrega del poder a los sóviets.

Las derrotas en la guerra y el descontento de la población civil provocaron una insurrección popular en julio en Petrogrado. El Gobierno acusó a los bolcheviques de haberla organizado y Lenin tuvo que exiliarse. En septiembre, el Gobierno provisional se enfrentó a un golpe de Estado del sector más conservador del Ejército, que fracasó gracias a la colaboración de los bolcheviques.