SEMANA DE MAYO DE 1810

14 DE MAYO

Buenos Aires había llegado en la fragata inglesa Mistletoe

trayendo periódicos que confirmaban los rumores que circulaban intensamente por Buenos Aires

cayó en manos de los franceses de Napoleón, la Junta Central de Sevilla, último bastión del poder español

SÁBADO 19

Las reuniones continuaron hasta la madrugada y sin dormir.

Por la mañana, Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano le pidieron al Alcalde Lezica la convocatoria a un Cabildo Abierto.

Juan José Castelli hizo lo propio ante el síndico Leiva.

LUNES 21

La Plaza de la Victoria estaba ocupada por unos 600 hombres armados de pistolas y puñales que llevaban en sus sombreros el retrato de Fernando VII y en sus solapas una cinta blanca, símbolo de la unidad criollo-española desde la defensa de Buenos Aires.

A las nueve de la mañana se reunió el Cabildo como todos los días para tratar los temas de la ciudad.

Pero a los pocos minutos los cabildantes tuvieron que interrumpir sus labores.

MIÉRCOLES 23

VIERNES 25

VIERNES 18

El virrey Cisneros hizo leer por los pregoneros una proclama que comenzaba diciendo: «A los leales y generosos pueblos del virreinato de Buenos Aires.»

El virrey advertía que «en el desgraciado caso de una total pérdida de la península, y falta del Supremo Gobierno»

Asumiría el poder acompañado por otras autoridades de la Capital y todo el virreinato y se pondría de acuerdo con los otros virreyes de América para crear una Regencia Americana en representación de Fernando.

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MARTES 22

Ya desde temprano fueron llegando los «cabildantes». De los 450 invitados sólo concurrieron 251

French, Beruti y los infernales esperan las novedades. La cosa se fue calentando hasta que empezaron los discursos

sobre si el virrey debía seguir en su cargo o no

Comenzó hablando el Obispo Lué diciendo que mientras hubiera un español en América, los americanos le deberían obediencia.

Le salió al cruce Juan José Castelli contestándole que habiendo caducado el poder Real, la soberanía debía volver al pueblo que podía formar juntas de gobierno tanto en España como en América.

Manuel Villota señaló que para poder tomar cualquier determinación había que consultar al resto del virreinato.

Villota trataba de ganar tiempo, confiando en que el interior sería favorable a la permanencia del virrey. Juan José Paso le dijo que no había tiempo que perder y que había que formar inmediatamente una junta de gobierno.

Juan José Paso le dijo que no había tiempo que perder y que había que formar inmediatamente una junta de gobierno.

Casi todos aprobaban la destitución del virrey pero no se ponían de acuerdo en quien debía asumir el poder y por qué medios.

Propuso que fuera el pueblo a través del voto quien eligiese una junta de gobierno; mientras que el jefe de los Patricios, Cornelio Saavedra, era partidario de que el nuevo gobierno fuera organizado directamente por el Cabildo.

JUEVES 24

Se confirmaron las versiones

La situación de Cisneros era muy complicada. La Junta que lo había nombrado virrey había desaparecido y la legitimidad de su mandato quedaba claramente cuestionada.

Esto aceleró las condiciones favorables para la acción de los patriotas que se venían reuniendo desde hacía tiempo en forma secreta en la jabonería de Vieytes.

Los jóvenes revolucionarios se reunieron en la casa de Rodríguez Peña .

decidieron exigirle al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto

para tratar la situación en que quedaba el virreinato después de los hechos de España

El grupo encarga a Juan José Castelli y a Martín Rodríguez que se entrevisten con Cisneros.

Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto.

Cisneros le contestó «Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que quieran»

Convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo

En el «Café de los Catalanes y en «La Fonda de las Naciones»,

los criollos discutían sobre las mejores estrategias para pasar a la acción.

El virrey dijo que era una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso pero Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir.

DOMINGO 20

sale al balcón y anuncia formalmente el ansiado Cabildo Abierto para el día siguiente.

Pero los «infernales» no se calman, piden a gritos que el virrey sea suspendido.

EL SINDICO LEIVA

EN LA PLAZA

DURARON UNAS 4 HORAS

CASTELLI

EL PROBLEMA RADICABA...

en que los miembros del Cabildo, muchos de ellos españoles, seguían apoyando al virrey

EL FISCAL DE LA AUDIENCIA

Grupos de vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones

Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas.

continuaban las discusiones

«hecha la regulación con el más prolijo examen resulta de ella que el Excmo. Señor Virrey debe cesar en el mando y recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo (…) hasta la erección de una Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que estime conveniente”.

se reunió el Cabildo para contar los votos emitidos el día anterior y elaboró un documento:

POR LA MAÑANA

el Cabildo designó efectivamente una junta de gobierno presidida por el virrey e integrada por cuatro vocales

los españoles Juan Nepomuceno Solá y José de los Santos Inchaurregui y los criollos Juan José Castelli y Cornelio Saavedra, burlando absolutamente la voluntad popular

PROVOCÓ

la reacción de las milicias y el pueblo. Castelli y Saavedra renunciaron a integrar esta junta Muchos como el coronel Manuel Belgrano fueron perdiendo la paciencia.

POR LA NOCHE

Una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la casa de Cisneros con cara de pocos amigos y logró su renuncia

HACIA MUCHO FRÍO

PASABAN LAS HORAS

Debe intervenir el Jefe del regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra quien logra calmarlos garantizándoles el apoyo militar a sus reclamos.

La mayoría de la gente se fue yendo a sus casas y el síndico del Cabildo salió al balcón

«¿Dónde está el pueblo?»

El cabildo había convocado a los jefes militares y estos le hicieron saber al cuerpo a través de Saavedra que no podían mantener en el poder a la Junta del 24 porque corrían riesgos personales porque sus tropas no les responderían

Y PREGUNTÓ

Antonio Luis Beruti irrumpió en la sala capitular seguido de algunos infernales y dijo «Señores del Cabildo: esto ya pasa de juguete; no estamos en circunstancias de que ustedes se burlen de nosotros con sandeces, Si hasta ahora hemos procedido con prudencia, ha sido para evitar desastres y efusión de sangre.

EN ESOS MOMENTOS

El pueblo, en cuyo nombre hablamos, está armado en los cuarteles y una gran parte del vecindario espera en otras partes la voz para venir aquí. ¿Quieren ustedes verlo? Toque la campana y si es que no tiene badajo nosotros tocaremos generala y verán ustedes la cara de ese pueblo, cuya presencia echan de menos. ¡Sí o no! Pronto, señores decirlo ahora mismo, porque no estamos dispuestos a sufrir demoras y engaños; pero, si volvemos con las armas en la mano, no responderemos de nada.»

se convocó nuevamente al Cabildo para la mañana siguiente

Se anunció finalmente que se había formado una nueva junta de gobierno

El presidente era Cornelio Saavedra

Los doctores Mariano Moreno y Juan José Paso, eran sus secretarios

Fueron designados seis vocales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli, el militar Miguel de Azcuénaga, el sacerdote Manuel Alberti y los comerciantes Juan Larrea y Domingo Matheu

una nueva etapa de nuestra historia

POCO DESPUÉS

COMENZABA

La Junta declaró que gobernaba en nombre de Fernando VII

Por política fue preciso cubrir a la junta con el manto del señor Fernando VII a cuyo nombre se estableció y bajo de él expedía sus providencias y mandatos.»

Para algunos era sólo una estrategia a la que llamaron la «máscara de Fernando»

decían que gobernaban en nombre de Fernando pero en realidad querían declarar la independencia

Pensaban que todavía no había llegado el momento y no se sentían con la fuerza suficiente para dar ese paso tan importante

La máscara de Fernando se mantuvo hasta el 9 de julio de 1816

Pero los españoles no se creyeron lo de la máscara o el manto de Fernando y se resistieron a aceptar la nueva situación

En Buenos Aires, el ex virrey Cisneros y los miembros de la Audiencia trataron de huir a Montevideo y unirse a Elío (que no acataba la autoridad de Buenos Aires y logrará ser nombrado virrey)

pero fueron arrestados y enviados a España en un buque inglés

ESA MISMA NOCHE