SUELOS SALINOS
Los suelos salinos son aquellos que contienen cantidades importantes de sales
más solubles que el yeso, lo que interfiere con el crecimiento de la mayoría de los cultivos y plantas sensibles.
La salinidad de los suelos afecta la producción de alimentos a escala mundial
Origen de la salinidad de los suelos
Para hablar de origen de salinidad, es importante diferenciar dos grandes tipos de causas:
Causas de salinidad primarias o naturales
Regiones áridas, semiáridas y estepas, donde la precipitación es menor a la evapotranspiración potencial, generando un balance hídrico negativo. Puede aparecer en lugares con prolongados períodos de sequía, como en zonas climáticas templadas y tropicales secas.
Otra causa natural de salinización de los suelos es la cercanía al mar. Zonas costeras que normalmente son inundadas con agua de mar, reciben constantemente aporte de sales, lo cual lleva a estos suelos a la salinización.
Causas de salinidad secundarias o antrópicas
• Riego con aguas salinas.
• Mal uso del riego
• Contaminación de suelos por uso de agua y subproductos industriales salinos
• Uso de fertilizantes que contienen altos niveles de sales
• Cambio brusco del uso de la tierra, provoca revenimientos salinos desde profundidad hacia las capas superficiales del suelo.
Se puede diagnosticar salinidad
Observando a la presencia de una vegetación halófila
Es importante destacar
La salinidad presenta una variabilidad espacio-temporal, es decir que en épocas secas, de
alta tasa evapotranspiratoria, y ausencia de vegetación los valores máximos de salinidad se encontrarán en la parte superior del suelo y este perfil puede ser distinto después de una lluvia ya que existirá un “lavado restringido” de las sales
Los efectos sobre las plantas
Dependen tanto de la tolerancia de cada especie y cultivar, como también del estado de desarrollo de la misma.
Para la recuperación de estos suelos debe procederse de la forma siguiente:
En los suelos salinos, que frecuentemente presentan una costra blanca de sales pero cuya estructura no se ve afectada, se realizará un lavado de las sales que contiene. Los lavados sirven para reducir la salinidad inicial (lavados de recuperación) o impedir que el suelo se salinice de nuevo (lavados de mantenimiento).
En los suelos sódicos se adicionarán mejorantes que aporten calcio (yeso ó fosfoyeso), o sean ácidos (azufre ó ácido sulfúrico).
En los suelos salinos-sódicos se realizarán dos operaciones: primero la adición de un mejorante, que aporte calcio para desplazar al sodio, y segundo un lavado para arrastrar al sodio a capas
EFECTO DE LA SALINIDAD EN LAS PLANTAS
La acumulación
de sales más solubles que el yeso en la cama de siembra, puede provocar un retardo o una inhibición en la
emergencia.
La dura costra que se genera cuando se secan estos suelos dificulta el proceso de germinación e impide el normal crecimiento de las raíces.
Los efectos sobre las plantas dependen tanto de
la tolerancia de cada especie y cultivar, como también
del estado de desarrollo de la misma.
Un tamaño menor de la planta, necrosis
en las hojas, disminución de rendimientos y la muerte
de la planta antes de completar el ciclo.
MANEJO Y APROVECHAMIENTO DE SUELOS SALINOS
Para recuperar un suelo salino es fundamental
lavarlo. Para ello es necesario tener en cuenta ciertas
consideraciones:
DRENAJE
en áreas de secano es imprescindible asegurar el drenaje libre del agua de lluvia para que
el lavado de las sales se realice sin impedimentos. Para ello es necesario abatir el nivel freático con sistemas artificiales de drenaje (zanjas a cielo abierto, drenajes entubados, usos de implementos tipo “topo”, etc.) hasta una profundidad que no constituya peligro de revenimiento salina
EL AGUA DE RIEGO
La cantidad total de sales disueltas en el agua de riego, y su composición, influyen en la salinidad del suelo. Por lo tanto, varios
parámetros, como la CE de la fuente de agua y su
contenido de minerales deben ser analizados.
REGIMEN Y METODO DE RIEGO
Para prevenir la
acumulación excesiva de las sales en la zona radical, es necesario aplicar una cantidad extra de agua, a la fracción de lavado, de manera que supere a la necesaria para la evapotranspiración. Esta fracción de agua debe pasar a través de la zona radical para desplazar, de este modo, el exceso de sales. La frecuencia y la cantidad de lavado dependen de la calidad del agua, del clima, del suelo (textura, estructura, porosidad, etc.) y de la sensibilidad del cultivo a la salinidad.
CARACTERISTICAS DEL CAMPO
Un suelo mal
drenado, podría llegar a nivel de salinidad que es perjudicial para las plantas. Será necesario realizar una sistematización con canales de drenaje si el suelo presenta problemas de drenaje interno. Es muy importante dejar cobertura sobre el suelo, para así evitar el ascenso de las sales.