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da Gustavo De Jesus Delgado Carranza mancano 3 anni

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Ética.

La ética es una rama de la filosofía que se dedica al estudio del comportamiento humano en relación con las nociones de bien y mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar común.

Ética.

Ética.

La ética es una disciplina de la filosofía que estudia el comportamiento humano y su relación con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar común.

Objeto del Estudio de la Ética.
Conductas.

Son objeto del estudio de la ética.

Un maestro humilla a un alumno, robar es malo, decir mentiras no es correcto y sobornar a alguien es malo.

No son objeto del estudio de la ética.

Una persona observa una pintura, practicar un deporte y escuchar música o platicar.

La ética tiene por objeto de estudio la moral, los juicios morales y la corrección de las acciones humanas. La moral se refiere al conjunto de normas, valores y costumbres consideradas como buenas en una sociedad. La moral es importante porque nos permite distinguir las conductas correctas de las incorrectas, y guía nuestras acciones en la vida cotidiana.

Se divide en 4:

Injusto.

Fallo o dictamen que va en contra de las normas establecidas.

Justo.

Lo justo es lo que denominamos acto correcto.

Malo.

El mal es una particularidad negativa que se le atribuye a las personas cuando actúan carentes de bondad o moral dentro de su entorno. Cualquier persona que tiene una conducta fuera de los valores éticos, sus acciones serán consideradas como algo malo.

Bien.

El bien refiere a aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección o lo que es objeto de la voluntad.

Sentido Sociocultural.
Cada persona nace en el seno de una cultura, es decir, se encuentra de entrada en un mundo de significados, de instituciones y de formas de vida cultivados por sus antecesores. Tiene que aprender a formar su propia visión del mundo a partir de creencias y actitudes que le son transmitidas por su comunidad cultural. De este modo, las acciones y decisiones de cada uno de sus miembros de una sociedad influyen en el desarrollo de cada cultura; la cultura se produce y se reproduce a través de las acciones y decisiones de los individuos.

No aceptación de las convenciones establecidas en un orden social determinado:

No todos los individuos aceptan las normas establecidas en la sociedad en la que se encuentran. En regímenes democráticos asistimos, casi a diario, a las lógicas discrepancias que ciertos individuos, ciudadanos en este caso, mantienen ante las normas y leyes que del gobierno en el poder se derivan. Y con la misma frecuencia, también, asistimos a las dos posturas más usuales que tales personas utilizan cuando mantienen un cierto o total desacuerdo con las leyes promulgadas.

Se dividen en 3 posturas:

3.- La tercera postura describe también una de las relaciones que desgraciadamente adoptan algunos individuos ante la sociedad: A nadie se le escapa que existen individuos que intentan sólo y exclusivamente conseguir lo que quieren, y para ello, suelen disfrazarse de personas que aceptan la moral convencional y las normas legalmente establecidas, llegando incluso a utilizar el vocabulario moral al uso, con el fin de conseguir sus fines personales.

2.- De otro, las que, despreciando las normas de toda convivencia, realizan actos contrarios a la ley, bien individualmente o bien organizadamente. Tal actitud, antidemocrática y egoísta, puede provocar un amplio abanico de consecuencias que van desde la marginación de la ley hasta la forma más inhumana y cobarde de discrepancia como es el terrorismo.

1.-De un lado, las que, haciendo uso de las libertades que todo régimen democrático garantiza, discrepan públicamente, argumentando los motivos por los cuales no les parecen justas o idóneas las pautas de conducta arbitradas en esa comunidad o en ese pueblo, e intentando, con el mismo derecho, transformarlas, ofreciendo para ello las alternativas que consideren más adecuadas para que aquéllas sean a su vez sustituidas.

Aceptación.

Por parte del individuo, de las normas establecidas en una sociedad determinada. Tal aceptación producirse, desde el punto de vista ético, de dos formas:

Aceptacion por comodidad.

En este caso el individuo manifiesta una total y completa sumisión al medio ambiente, adaptándose por rutina y para evitar complicaciones de cualquier tipo, a la normativa vigente en su comunidad. Así, hay muchos individuos que por rutina, comodidad o negligencia aceptan, sin ningún tipo de reflexión previa, las normas que la sociedad establece, sea cual fuere el sistema político vigente en ese momento.

Por reflexión y convencimiento.

Esto es, tras un proceso en el que sin duda desempeñan un papel importantísimo la situación familiar, la convivencia, la situación económica y cultural, en suma, la influencia del medio ambiente, el individuo decide, tras un proceso de reflexión y análisis, aceptar y dar como buenas las normas establecidas en la sociedad en la que se desenvuelve.