DISFONÍAS
Disfonías orgánicas
Se produce por una alteración en las cuerdas vocales (nódulos, pólipos, distonía en la laringe), en muchos casos derivada de una disfonía funcional que no ha sido tratada. Esta mala vibración de las cuerdas vocales causa períodos de ronquera, voz rasposa o entrecortada.
En función del momento de aparición de la lesión, las disfonías orgánicas pueden ser adquiridas o congénitas. Dentro de estos tipos de disfonías, encontramos diversas alteraciones, entre las que destacan:
DISFONÍAS ORGÁNICAS ADQUIRIDAS:
1- Nódulos: Son los mas frecuentes y consisten en pequeñas tumoraciones benignas que crecen generalmente en el tercio medio o anterior del borde de ambas cuerdas vocales, siendo más frecuentes en mujeres. Por lo general, aparecen como consecuencia de un mal uso o abuso vocal y el paciente suele referir dolor en el cuello, voz ronca, sensación de cuerpo extraño en la garganta, fatiga vocal, etc.
2- Pólipos: Son protuberancias benignas que siguen con frecuencia a los nódulos y son más frecuentes en hombres. Presentan un tamaño mayor que los nódulos y son unilaterales, también relacionados con el abuso vocal o con irritantes externos o internos. Los pacientes con pólipos presentan una sintomatología muy similar a la de los nódulos.
3- Edema de Reinke: Es una inflamación generalizada de la cuerda vocal, normalmente bilateral, que esta íntimamente relacionada con el consumo de tabaco. Es más frecuente en mujeres, a las que les genera una voz muy grave. La disfonía progresiva es el principal síntoma, seguido de carraspeo, tos recurrente y actitud vocal de esfuerzo.
4- Hemorragia de la cuerda vocal: Como en cualquier otra parte de nuestro cuerpo, son derrames de sangre asientan en la cuerda vocal, por rotura de algún pequeño vaso que circula por ella. Suele ser consecuencia de un sobreesfuerzo agudo o momentáneo (por ejemplo, un grito) y la cuerda se vuelve negra o roja fuerte.
5- Parálisis laríngeas: Consisten en una alteración de la movilidad de las cuerdas vocales debido a una supresión o disminución importante de su función motora, frecuentemente por una intervención quirúrgica en la zona del cuello (por ejemplo, tiroides), traumatismos o tras procesos catarreales. Dan lugar a una voz soplada muy poco eficaz y limitada. Las parálisis más frecuentes son las de los nervios recurrentes.
6- Granulomas: Son lesiones secundarias e intubaciones prolongadas, cirygías laringotraqueales previas, reflujo gastroesofágico, etc. Dependiendo de su tamaño, pueden pasar desapercibidas o generar una gran molestia tanto para respirar como para hablar.
7- Laringitis: Son procesos inflamatorios de la laringe que suelen estar asociados a causas infecciosas esencialmente virales. Cursan con una disfonía de evolución rápida en 12-24 horas. En la mayoría de ocasiones, se resuelven con tratamiento médico y reposo vocal.
DISFONÍAS ORGÁNICAS CONGÉNITAS
1- Quistes: Son pequeñas bolsas rellenas de contenido mucoso que se encuentran en el interior de la cuerda vocal (debajo de su capa mucosa) y provocan la deformidad de la cuerda vocal afectada. No siempre es una lesión redondeada y blanquecina, sino que con frecuencia se adapta a los planos de la cuerda adquiriendo formas longitudinales, lo que puede dificultar su identificación.
2- Sulcus: Son patologías congénitas que parecen derivar de los quistes intracordales, pero vacíos, de manera que parece haber un bolsillo en la cuerda vocal. En este caso, el paciente presenta una disfonía con un timbre sordo y apagado, junto a una fatiga vocal e imposibilidad para cantar.
3- Sinequias: se trata de membranas finas, a veces traslúcidas, que si sitúan en la comisura anterior de la glotis ( a donde las cuerdas vocales se pegan). En el adulto, se localizan por debajo de la comisura anterior. Las microsinequias no comprometen la movilidad de las cuerdas vocales, sin embargo, suelen ser un factor favorecedor del sobreesfuerzo vocal, por lo que contribuyen y se asocian a la presencia de nódulos vocales. Por esta razón, se debe sospecharse una microsinequia ante la existencia de nódulos vocales que fracasan o recidivan precozmente tras el tratamiento rehabilitador.
4- Vergeture: Es una lesión congénita a modo de fisura, situada en el borde libre de la cuerda vocal. Puede ocupar toda la extensión del pliegue vocal, con menor profundidad que el sulcus.