HISTORIA DE LA TOXICOLOGIA
EDAD ANTIGUA.
En nuestra era se destacan grandes estudiosos del tema como Pedacio Dioscórides Anazarbeo médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia, al servicio de Roma y sus legiones, considerado el padre de la farmacopea romana. Este citó el uso del Tejo y el eléboro, también usado por los castellanos con el nombre de "yerba de las ballestas". Además hizo un interesante aporte toxicológico en su De Universa Medica al discutir sobre venenos y antídotos; los agrupó según su origen vegetal, animal o mineral, y habló sobre la importancia de la evacuación del tóxico por los más propicios lugares antes que cobre fuerzas.
De las primeras generaciones de médicos persas tras la dominación árabe, se destacó la figura de Al Razi; entre sus obras se encuentra La mordedura de los animales venenosos. Además escribió un texto en el que resumía el comportamiento de diversas sales y compuestos minerales y metálicos, como el azufre y el mercurio, y mencionó la theriaca al igual que Abú Mansur Muwaffaw, quien expuso conocimientos de Toxicología, fundamentalmente los efectos tóxicos de los compuestos de cobre y plomo.
En la Roma antigua, el veneno estaba principalmente en manos de los poderosos: generales, políticos y aristócratas. Aun así había plebeyos que se dedicaban de forma profesional al envenenamiento. Destaca el caso de Locusta, esclava condenada a muerte, que fue contratada por Agripina para matar al emperador Claudio. La ley Cornelia, obra de Lucio Cornelio, establece penas y castigos a los envenenadores, a muerte en el caso de los plebeyos, y confiscación de bienes si se trata de un patricio. En Pompeya se han encontrado sortijas y vasos con receptáculos para contener venenos.
EDAD MODERNA
Un hecho relevante en esta época, fue el trabajo de Paracelso, médico alemán, profesor de la Universidad de Basilea en el siglo XVI, con estudios sobre dosis. Este destacado investigador fue pionero en emplear el concepto de dosis con sentido cuantitativo y desarrolló trabajos sobre el éter y la yatroquímica. Se anticipó a señalar la posibilidad de que ciertos venenos administrados a dosis adecuadas podían actuar como medicamentos. Fue el primero en describir y nombrar el zinc.
Paracelso, enunció los principios básicos de la Toxicología:
- La experimentación (animal) para conocer cómo se desarrolla la respuesta del organismo frente a la sustancia tóxica.
- La distinción de la propiedad terapéutica de la propiedad tóxica de una sustancia.
- La dosis es determinante para la toxicidad de la sustancia, dosis sola facit venenum.
En la Edad Moderna (siglos XV-XVIII) se encuentran publicaciones con una intención de aproximación científica al tema, entre sus autores están Fernando Panzzeti, Santos de Adonis, Jerónimo Mercurial, entre otros.
EDAD DE BRONCE.
En esa misma época, en el libro de la Ciencia de la Vida, se describen ocho disciplinas diferentes, como la Toxicología; se citan algunos venenos vegetales como oleandro, y minerales como el arsénico y el mercurio; ya se hablaba de acciones abortivas y se dan recomendaciones para la terapéutica del envenenamiento con antídotos a base de miel, mantequilla, asafétida.
Euforbio, médico griego de Juba II, rey de Mauritania, que vivió en el siglo I a.n.e. dio su nombre al Euforbio, tras haber estudiado la sustancia extraída de la Euphorbia resinifera, planta que halló cerca del monte Atlas en Marruecos, que se usaba como veneno para las flechas, según Plinio. Paradójicamente en la antigüedad se usó el euforbio como antídoto para las heridas de serpiente. Para completar las paradojas, Menelao mató a Euforbio con una flecha envenenada.18
Otro ejemplo del uso de sustancias tóxicas a lo largo de la historia lo encontramos, última Reina de Egipto, que puso fin a su vida dejándose morder por una cobra egipcia
se hizo alusión al fruto de la adormidera Papaver somniferum. En el primer Pen Tsao o Gran herbario, uno de los antiguos textos de medicina china, se describe al semilegendario emperador Shen Nung, quien vivió hacia el año 3000 a.n.e, como el primer médico de ese país. A él se le atribuye el descubrimiento de diferentes drogas y venenos, así como la identificación de cientos de plantas medicinales y venenosas. Se conoce que el emperador poseía un jardín botánico con plantas medicinales y tóxicas. Alrededor de esta época los japoneses extraían un cardiotóxico del crisantemo
EDAD MEDIA
En el siglo XIII, se destacan los trabajos de Pedro de Abanos, en su obra De Remedius Venenorum revolucionó el pensamiento arábigo de la época y dividió a los venenos en tres categorías: animal, vegetal y mineral.
En la Edad Media se destacaron Avicena, médico, filósofo, científico y polímata persa, quien recogió en El Canon de Medicina la intoxicación por opio, y Maimónides, médico y filósofo árabe que en su libro dedicado al sultán Saladito, Los venenos y sus antídotos, escrito en el año 1198, describe por primera vez que para tratar la picadura de serpiente se debía succionar el veneno. Además, al igual que Hipócrates, escribió sobre conceptos de biodisponibilidad, nota que sustancias como la leche, la manteca y la crema podían retrasar la absorción intestinal. En esta época se siente la necesidad de establecer una Toxicología de carácter médico-legal.
DESARROLLO DE LA TOXICOLOGIA EN AMERICA.
En el continente americano, a la llegada de los españoles, los indígenas eran poseedores de un saber sobre las propiedades de las plantas y los animales venenosos. Conocían las plantas de las que podían extraer el zumo venenoso para sus flechas de combate; como también las que eran consideradas como contraveneno.
En América Latina hay que destacar a Emilio Astolfi (1930-1995), médico argentino, que puede considerarse el padre de la Toxicología en este continente. Se formó en la escuela francesa y fue el pionero, fundador y formador de la primera cátedra de Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), donde actualmente se ofrecen cursos a nivel de pregrado y posgrado de especialización y maestrías desde hace muchos años. Waldemar Almeida, médico brasilero, pionero de la Toxicología en Brasil, fallecido en 1996, hizo grandes aportes en el campo de la investigación y creó la cátedra de Toxicología y el Centro de Estudios Toxicológicos en el Instituto Oswaldo Cruz, de Río de Janeiro.
La Toxicología se ha desarrollado rápidamente en los últimos 100 años, pero su crecimiento exponencial data de la era de la posguerra (después de la II Guerra Mundial), cuando se dispara la producción de moléculas orgánicas tales como drogas, pesticidas y sustancias químicas de uso industrial y militar. Hacia 1955, el toxicólogo estadounidense Arnold Lehman escribió otro adagio que haría historia en la Toxicología: Usted también puede ser un toxicólogo en dos sencillas lecciones, cada una de 10 años. La primera revista científica sobre Toxicología, Toxicology and Applied Pharmacology, fue creada por Coulston, Lehman y Hayes, en Estados Unidos.
EDAD CONTEMPOTANEA.
En 1836, Marsh estudió los datos de Orfila e ideó un sistema para investigar el arsénico como veneno en los homicidios, por eso este tóxico comenzó a perder la hegemonía como primera opción en los envenenamientos homicidas. En 1870 Selmi descubrió las ptomaínas, sustancias producidas en la putrefacción de los cadáveres, cuya estructura es similar a los alcaloides y daba falsos positivos en el uso de venenos o tóxicos. Estos descubrimientos resultaron trascendentales para la Toxicología, especialmente para su rama judicial.
La Toxicología como ciencia dio sus primeros pasos en el área de la Medicina Legal y Judicial. La Toxicología como auxiliar de la justicia ha funcionado en las distintas épocas y países de muy diversas maneras.
En la Edad Contemporánea, con el desarrollo de la ciencia, el veneno se difunde entre todos los estratos sociales y se comienza a estudiar desde un punto de vista científico. Se destaca Mateo Buenaventura nacido en Mahón, quien realizó consideraciones sobre los fundamentos de la Fisiología, la Patología, la Medicina Legal y se dedicó al estudio de los venenos en la Universidad Sorbona de París.