La conducta ética
del emprendedor.
OBJETIVOS
Entender los efectos de la conducta ética y la responsabilidad social de los
jóvenes empresarios.
Establecer los criterios para iniciar una nueva empresa en el marco ético y de
responsabilidad social.
Conocer la responsabilidad social del emprendedor en la nueva economía.
LA ÉTICA Y EL JOVEN EMPRENDEDOR
La conducta ética y la responsabilidad empresarial son imperativos de gestión para las
empresas de cualquier tamaño e independientes de la etapa de desarrollo en la que se
encuentre.
Con base en lo anterior, el individuo asimila una serie de valores éticos desde sus
primeros años de vida, por lo menos durante su infancia y juventud; más adelante
escoge deliberadamente los valores que acepta y rechaza y establece una jerarquía o
escala de valores que es la base de su personalidad moral
Los valores se expresan mediante actos concretos cimentados, como ya se mencionó, en la actitud moral fundamental de la persona.
En la medida que estos actos se repiten una y otra vez, se convierten en hábitos, los cuales facilitan la actuación del individuo en el futuro.
Es importante agregar que estos actos son producto de la libertad y
determinación de la persona, por lo que siempre, de alguna manera, cuenta con la
posibilidad de elegir.
EL ECOSISTEMA EMPRESARIAL: LA COMUNIDAD
EMPRESARIAL Y LA EMPRESA EMERGENTE
La empresa emergente se encuentra inmersa en un complejo y dinámico ecosistema
cuyo impacto se manifiesta en todas las dimensiones de la gestión empresarial. Un
punto a favor es que la pequeña empresa aparentemente cuenta con algunas ventajas
en cuanto a la supremacía de su conducta ética.
Por una parte, las grandes corporaciones deben ahora invertir cantidades considerables de recursos para recuperar la confianza de la sociedad después de la debacle de
empresas como Enron, FirestoneFord y MCI Worldcom, entre otras.
En segundo lugar, en la medida que una sociedad más educada, informada y exigente irrumpa en todas las economías del orbe, la empresa pequeña tendrá por definición mayor flexibilidad para ajustarse a las nuevas instancias de conducta moral.
Para finalizar, como se trata con detalle más adelante, los directivos de las pequeñas
empresas son particularmente más sensibles a las conductas sancionadas por la sociedad, así como más exigentes en lo que se refiere al comportamiento ético en la gestión de los negocios
la comunidad. Sin embargo, la cultura estadounidense, que predica con energía la
igualdad, también favorece elementos poderosamente diferenciadores, como la belleza,
la riqueza, el talento intelectual, artístico o deportivo.
Asimismo, los occidentales oscilan día con día dentro de diversas dicotomías que
conforman el universo de las decisiones de gestión, no exentas de interesantes dilemas
morales. Entre éstas figuran:
Trabajo intenso vs. Descanso
Responsabilidad personal vs. Derechos individuales
Sacrificio vs. Interés personal
Los patrones morales de distintas industrias tienen a su vez una influencia significativa en la toma de decisiones. Partiendo del hecho de que la industria une a los individuos de diferentes compañías con características similares, el contexto industrial reviste particular importancia en la ética de negocios.
Como ya se analizó, sus estándares personales de conducta también son afectados por los estándares culturales predominantes en la sociedad La conducta ética del emprendedor
los patrones de la industria, la cultura de la empresa y las conductas que surgen de la
situación específica en donde se toma la decisión.
Subtopic
LA PRÁCTICA DE LOS NEGOCIOS: INCOMPATIBILIDAD
DE HACER NEGOCIO Y LA GESTIÓN SOCIAL MENTE
RESPONSABLE
Es evidente
que no obtener la rentabilidad requerida y no respetar los principios morales lleva a la
empresa a una posición de fracaso a corto o mediano plazo, es decir, por no obtener
resultados económicos ni respetar los principios axiológicos
Asimismo exigir a la empresa que sacrifique los primeros con el propósito de atender a su responsabilidad social en todos los aspectos es una posición que se puede calificar de idealista o romántica.
Sin embargo, una orientación meramente pragmática orientada sólo a
resultados económicos o rentabilidad es inaceptable, por lo que el reto de conciliar la
rentabilidad y la responsabilidad definitivamente tiene sentido como la visión máxima
de la empresa.
EL EMPRENDEDOR Y SU FUNCIÓN EN LA ECONOMÍA
DEL SIGLO XXI MÁS ALLÁ DE LA ÉTICA PROFESIONAL
La ética en los negocios no es un tema contemporáneo. Carlos V de España se cuestionaba en 1550 si los nativos del Nuevo Mundo deberían ser esclavos o se les debería
asignar un estatus más alto.
Las economías contemporáneas que toleran la corrupción en el ámbito de los negocios desalientan a los inversionistas extranjeros, quienes buscan otras opciones para sus
operaciones internacionales.
Por supuesto, no podría ser igual o superior al de los
miembros de la sociedad española de aquel entonces porque la moral de Europa del
siglo XVI no lo permitía. Aunque los tiempos han cambiado, sí prevalece que distintas
culturas tienen a menudo perspectivas diferentes de la ética de los negocios.
LA PEQUEÑA EMPRESA Y SU CADENA DE SUMINISTRO:
LA ÉTICA DE COMPRAR Y VENDER
Ya se mencionó que las consideraciones éticas son independientes del tamaño de la
empresa, aunque las empresas pequeñas operan casi siempre con mayor informalidad
y reflejan con mayor facilidad la personalidad y las actitudes del emprendedor
En particular, en un estudio de 1 350 empresas estadounidenses, Longnecker y
col. (1989) encontraron que las pequeñas son más exigentes en cuanto a su conducta
ética cuando se refiere a:
Asesoramiento cuestionable respecto a inversiones
Aceptar defectos en diseños peligrosos
Favoritismo en promociones de personal
No obstante, el proceso de toma de decisiones para la gestión puede diferir en forma notable cuando se trata de una empresa pequeña o de un emprendedor.
Se ha argumentado aquí que el emprendedor tiene imaginación, creatividad, sensibilidad y
busca lo novedoso, y su función en la sociedad es capitalizar esos atributos para el
bienestar de la economía, creando un producto o servicio nuevo para la sociedad, en
respuesta a alguna necesidad latente de los consumidores.