Modelo Educativo Nacional
Hacia la transformación educativa

¿Qué es?

El modelo educativo se define por la articulación de las interrelaciones de los actores de la comunidad educativa con el medio, sus flujos, conexiones y nudos que permiten dar vida a un ecosistema de innovación en la educación. En ese sentido plantea un esquema que aclara el sentido y paradigma de la educación; sin embargo, permite que las instituciones generen acciones educativas innovadoras, pertinentes y significativas para sus protagonistas.

Es así que este modelo educativo se fundamenta en ocho pilares:

Educación flexible, ecléctica e interdisciplinaria

Contextualización y pertinencia cultural

Escuelas inclusivas, seguras y saludables

Educación para el desarrollo sostenible

Pertinencia en la formación docente

Plan de vida y orientación vocacional de los estudiantes

Ciudadanía digital

Corresponsabilidad frente a la libertad y autonomía

¿Para qué?

Para descubrir y ejercer su autonomía personal

Para desarrollar competencias de comunicación

Para la resolución de problemas y pensamiento crítico

Para que los estudiantes sean investigadores, imaginativos, analíticos, comunicativos, abiertos, flexibles, reflexivos, empáticos, promotores de una cultura de paz, etc.

¿Cómo lo experimentan los estudiantes?

Disfrutan del aprendizaje y desarrollan su autonomía

Formación: participación en entornos de aprendizaje productivos y seguros

¿Cómo se diseña el proceso de enseñanza-aprendizaje?

De acuerdo al Modelo Constructivista y enfoque de Neuroeducación, que se basa en el Aprendizaje permanente, activo y significativo.

¿Cómo se integra la comunidad educativa?

Mediante la corresponsabilidad como compromiso y esfuerzo compartido y participativo.

Conclusiones

El enfoque general del Modelo Educativo Nacional fomenta la colaboración y la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa, prestando especial atención a las interrelaciones entre docentes, estudiantes, administradores, familias, personal de apoyo y comunidades locales, y reconoce la importancia de crear una educación innovadora.

Los principales objetivos del modelo educativo nacional están dirigidos a brindar a los estudiantes la oportunidad de descubrir y ejercer la autonomía personal, tratar de desarrollar habilidades básicas como la comunicación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, así como promover el desarrollo integral de los estudiantes.

El modelo educativo nacional se sustenta en ocho pilares básicos, que incluyen la flexibilidad educativa, la inclusividad, la pertinencia cultural, etc. En este sentido, los docentes dan forma al proceso de aprendizaje desde una perspectiva colaborativa, aplicando los principios Modelo Constructivista y enfoque de Neuroeducación, para crear un ambiente de aprendizaje positivo y significativo.

La evaluación del modelo educativo nacional es un proceso continuo con herramientas interesantes. Se diferencia de la visión tradicional de evaluación específica y pretende comprender el progreso de los estudiantes a lo largo del tiempo, centrándose en elementos como la observación, la evaluación y el registro continuo de información.

¿Para quién?

Se centra en el sujeto que aprende en comunidad a través de interacciones con todos sus integrantes: docentes, estudiantes, directivos, familia, personal de apoyo y comunidad, para descubrir, explorar, indagar y de aprender unos de otros a través de la colaboración, cooperación y las relaciones que se establecen entre los actores.

¿Cómo se implementa el modelo educativo?

Tomando la participación activa de Docentes y estudiantes se involucran en este contexto, y desde los ocho pilares que lo fundamentan. La educación de las políticas y herramientas educativas.

¿Cómo lo aplican los docentes?

Diseña el proceso de enseñanza-aprendizaje con una mirada colaborativa

¿Cómo se evalúa el aprendizaje?

A través de la herramienta Lúdica, y con una evaluación entendida como un proceso continuo de observación, valoración y/o registro de la información.

¿Dónde?

En ambientes que integran criterios estéticos, funcionales y pedagógicos que favorecen el desarrollo de los aprendizajes.

En ambientes de aprendizaje trascienden la materialidad del espacio físico y la infraestructura para configurarse como una atmósfera que reúne variables humanas, recursivas, curriculares, metodológicas que favorezcan ese hecho tan vital como es el aprendizaje.