Política social e interculturalidad
Política social e interculturalidad
Lo intercultural apunta a un fenómeno de tensión y reconocimiento de esa diversidad social presente en el mundo contemporáneo y de cuestionamiento del concepto y de la manera como se impuso el proyecto de modernidad.
Modernidad
Es un conjunto de individuos autónomos con derechos y responsabilidades, desconoció la especificidad social, la etnicidad y los derechos colectivos, confinando a los "diversos" a una situación donde la igualdad se trastocó en desigualdad y falta de libertad.
Proyecto modernizador
Fue el referente de las élites pero sido un proceso difícil y convulso a raíz de que el mismo proyecto del estado moderno también implicaba inclusión social, compromiso que las élites nunca han querido adoptar.
Se entiende por cultura el conjunto de valores, hábitos costumbres y prácticas sociales de una realidad compleja y llena de significados, que atraviesa estructuras institucionales y sociales y determina comportamientos individuales y colectivos, los cuales inciden en el bienestar de la gente.
El reconocimiento cultural es una dimensión de los derechos humanos y, en consecuencia, enfrenta desafíos y debates profundos dado que obliga a la transformación de las instituciones sociales (derecho, estado, ciencia, educación, medicina, arte, entre otras).
La política social y la cultura
A la política social se le reconoce incidencia en los comportamientos sociales y en el cambio cultural, dado que desarrolla procesos de racionalizacion social y promueve modificaciones en los estilos de vida (hábitos, practicas y valores sociales).
El plan social y sus componentes sectoriales es el instrumento del Estado para organizar y dirigir esos procesos de intervención.
Lo social
Procuran "educar" a los sujetos para crear rutinas sociales dirigidas a atender y prevenir riesgos.
Se procura modelar la vida social estableciendo estándares de vida (hábitos alimentarios y de higiene, prácticas saludables, relacionamientos con los miembros de la familia, ingreso al mundo de trabajo, jerarquías de aprendizaje, organización de ornato, normas productivas).
El campo educativo
Los sistemas de gestión educativa son también férreas y a veces inexpugnables organizaciones en las que el rol del educador y el proceso pedagógico es claramente un proceso de asimilacion cultural.
Últimamente, los sistemas educativos se han ampliado con la idea de conformar comunidades educativas que incorporen a las familias en el proceso pedagógico.
Estas dos exigencias conducen a que se expliciten los requerimientos del sistema educativo y se mantenga una constante valoración de su quehacer.
El problema de la interculturalidad para la política social.
En las ultimas décadas, a pesar de las crisis y de la aplicación de los programas de ajuste macroeconómico, los paises latinoamericanos han hechos esfuerzos por mejorar las indicadores de cobertura y calidad de la política social, a través del desarrollo y fortalecimiento de procesos y modelos de reforma (Guendel, 2007).
Existen dos factores
1. El aumento de la complejidad social y la extensión y profundización del mercado (local y globalmente) y de la sociedad global.
2. El surgimiento y reconocimiento de nuevos sujetos políticos y sociales que reclaman ideas específicas.
Este ha sido un proceso de doble dimensión que ha estado en función tanto del otro como de sí mismo (intraculturalidad).
Hay tres tipos de interculturalidad
Étnica
Por género
Por edad
Estos tipos de interculturalidad se refieren a sujetos que por muy distintas razones no son reconocidos como tales y experimentan una condición de desigualdad.
En consecuencia, esta política debe entrar en una fase de transformaciones conceptuales y operativas, que incorporen este enfoque de la diversidad, denominado en muchas agencias de cooperación internacional como enfoque de los derechos humanos.
Desafíos
Comenzando porque se replantea el concepto occidental de bienestar asociado a mejor las oportunidades de acceso a bienes y servicios (vivir mejor) por la noción de "Vivir Bien" o "Buen Vivir" cuyo énfasis está en el logro del equilibrio entre el ser, el conocimiento y la naturaleza.
Un primer desafío es la ampliación de las políticas y programas sociales para llegar hasta los territorios donde están ubicadas las comunidades más pobres y más alejadas, las cuales normalmente son habitadas por los pueblos indígenas y afrodescendientes.
La política social de antaño se refleja en una limitada institucionalidad del aparato de bienestar, que ha impedido:
El desarrollo de una capacidad de manejo social que garantice coordinación, sistematicidad continuidad y sostenibilidad de los procesos técnicos y administrativos en el sistema de política social;
El desarrollo de una autonomía relativa que evite la sobre-politización de los programas sociales que conducen al clientelismo y particularismo;
El segundo desafío: completar esa idea territorial del concepto de universalidad ampliándola con una perspectiva claramente cultural.
Este desafío implica traducir estas progresistas reflexiones éticas y morales en enfoques de política social en el nivel sectorial y global, capaces de buscar las claves originarias y articularlas a las premisas y principios de la tradición de la política social nacida del concepto de Estado de bienestar o social occidental.
El tercer desafío es operativo, pero se deriva de estos esfuerzos de reflexión. Se trata de transformar tales nociones filosóficas en acciones concretas de reflexividad y en instrumentos, de modo que los procesos de planificación y programación social actúen como “filtros” para incorporar la diversidad cultural.