¿Qué es y qué no es la discapacidad? Principales diferencias entre discapacidad y otros trastornos del desarrollo y el aprendizaje

la discapacidad se define como un conjunto de características o particularidades que constituyen una limitación o restricción significativa en el funcionamiento cotidiano y la participación de los individuos, así como en la conducta adaptativa, y que precisan apoyos específicos y ajustes razonables de diversa naturaleza.

Principales desafíos: una escuela centrada en el estudiante

nuestro país ha recorrido un camino importante hacia el logro de una educación inclusiva de calidad para personas con discapacidad. Aun así, este colectivo continúa siendo marginado de la educación formal, atendido en “aulas e instituciones especializadas” y segregado de diversas oportunidades de participación real y efectiva de la vida en sociedad

¿Mejor discapacidades que discapacidad?

Discapacidad intelectual: comprende todas aquellas limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa, que se manifiestan en dificultades relacionadas con “la comprensión de procesos académicos y sociales

Trastornos del espectro autista (TEA): se enmarcan en el concepto amplio de trastornos del neurodesarrollo de aparición temprana, es decir, durante los primeros años de vida.

Discapacidad visual: esta categoría incluye un conjunto amplio de personas “con diversas condiciones oculares y de capacidades visuales.

Discapacidad auditiva: aquí se incluyen personas con distintos tipos de pérdida auditiva, hecho que les genera limitaciones significativas en la percepción de los sonidos y en los intercambios comunicativos verbales con otro

Sordoceguera: aquí se incluyen aquellas personas que presentan una alteración auditiva y visual, parcial o total.

Discapacidad física: en esta categoría, una de las más heterogéneas, se incluyen todas aquellas dificultades de movilidad que pueden implicar distintos segmentos del cuerpo.

Trastornos permanentes de voz y habla: constituyen una discapacidad y hacen alusión a todas aquellas alteraciones en el tono de la voz, la vocalización, la producción de sonidos y ritmo y la velocidad del habla, las cuales generan distintos grados de dificultad en la emisión de mensajes verbales y, por tanto, en la comunicación con otras personas

Discapacidad psicosocial: esta categoría abarca todas las personas que presentan diverso tipo de trastornos mentales, de ansiedad, depresión y otros, que alteran de modo significativo el desarrollo de sus actividades

Discapacidad sistémica: se refiere a las condiciones de salud que impiden que el niño o adolescente asista regularmente al aula de clases.

Las características que constituyen las limitaciones en la discapacidad, independientemente de cuál tipo sea, están presentes en todos los ámbitos de la vida cotidiana y en todos los escenarios en los que se desenvuelve la persona.

Alteraciones o dificultades específicas en el aprendizaje escolar (conocidas como dislexia, disgrafía y discalculia).

Trastornos específicos en la adquisición del lenguaje.

Emergencia tardía del lenguaje

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (conocido como TDAH)

Trastornos del neurodesarrollo que no constituyen una discapacidad: delimitando fronteras con los trastornos del espectro autista

el término trastorno del neurodesarrollo delimita un conjunto de dificultades del desarrollo de los individuos, cuyo origen es, en esencia, de índole neurobiológica. Los trastornos del neurodesarrollo reúnen características específicas (o síntomas identificables en la práctica clínica) que, por lo regular, generan malestar o afectan ciertas áreas del funcionamiento del individuo

Principales características de los estudiantes diagnosticados con TDAH que pueden observarse en el aula formal

Niños con dificultades de predominio atencional

Trabajan mejor con la supervisión de un adulto que les indique el “paso a paso”

No consiguen culminar las tareas que se les asignan, aunque no las hayan abandonado.

Experimentan más sentimientos de ansiedad y tristeza, aunque saben regularlos de modo efectivo.

Necesitan que las instrucciones se les repitan más de una vez, en diversas ocasiones y ante diferentes actividades de distinta complejidad.

Niños con dificultades de hiperactividad e impulsividad

*Presentan exceso de movimiento. Constantemente se mueven en la silla, hacen ruidos y gestos.

Necesitan momentos de reflexión y calma, en los cuales puedan poner en palabras las dificultades que enfrentan y los modos en que han pensado que pueden solucionarlas.

Se benefician del uso de agendas, diarios y todo tipo de ayudas que les permitan aprender a regularse poco a poco y en el día a día.

Tienen más problemas de conducta. Pueden ser agresivos, desinhibidos y tienden a resolver los conflictos de modo impulsivo

Las alteraciones específicas en el aprendizaje escolar: por qué no constituyen una discapacidad

Las alteraciones en el aprendizaje no constituyen una discapacidad, puesto que solo se hacen evidentes cuando el niño o el adolescente debe enfrentarse al dominio de un cierto tipo de conocimiento que no puede adquirir. A pesar de esta dificultad para adquirir el cálculo, aprender a leer o a escribir

Principales características de los estudiantes diagnosticados con alteraciones en el aprendizaje escolar que pueden observarse en el aula formal

Estudiantes con posibles alteraciones específicas en el aprendizaje relacionadas con la adquisición de la lectura

Les cuesta leer pseudopalabras, esto es, palabras que no existen en su lengua materna, pero que tienen una configuración parecida a aquellas propias de su idioma.

Tienen dificultades con la lectura en voz alta y en silencio. Omiten sílabas de las palabras que leen, cambian las palabras y se “inventan” otras, tienen dificultades para atender a los signos de puntuación y pueden saltarse de renglón mientras leen

Estudiantes con posibles alteraciones específicas en el aprendizaje relacionadas con la adquisición de la escritura

Intercambian letras en palabras que tienen sílabas complejas y que no les son frecuentes (p. ej.: pueden escribir falmigo en vez de flamingo).

Omiten sílabas o letras en las palabras que escriben y tienen dificultades para reconocer el inicio y fin de una palabra y sus límites con otras. Por ello, en muchas ocasiones escriben como hablan. No segmentan el discurso escrito en palabras diferentes unas de otras.