RECOMENDACIONES MUNDIALES SOBRE ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD

ELABORACIÓN DE RECOMENDACIONES SOBRE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD

ELABORACIÓN DE RECOMENDACIONES SOBRE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD

Alcance y destinatarios

Principalmente a la prevención básica de las ENT mediante la actividad física en el conjunto de la población entre grupo de edades de 5 a 17 años, 18 a 64 años, de 65 años en adelante, independientemente de de su género, raza, etnicidad o nivel de ingresos, solo con exclusión de los aspectos de gestión de las enfermedades mediante actividad física y de control clínico de las enfermedades.

Proceso de desarrollo

El proceso se describe mediante un modelo esquemático del proceso de desarrollo de las recomendaciones mundiales sobre actividad física y salud.

NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD RECOMENDADOS A LA POBLACIÓN

NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD RECOMENDADOS A LA POBLACIÓN

En la sección siguiente se indican los niveles recomendados de actividad física para tres grupos de edades:

Grupo de edades: de 5 a 17 años

Todos los niños y jóvenes deberían realizar diariamente actividades físicas en forma de juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela y las actividades comunitarias.

En el caso de los niños y jóvenes inactivos sería apropiado comenzar con pequeñas dosis de actividad, para ir aumentando gradualmente su duración, frecuencia e intensidad.

Científicamente la actividad física reporta en general beneficios fundamentales para la salud de niños y jóvenes

Esta conclusión está basada en los resultados de varios estudios, que han observado que el aumento de actividad física estaba asociado a unos parámetros de salud más favorables, y de trabajos experimentales que han evidenciado una asociación entre las intervenciones de actividad física y la mejora de los indicadores de salud.

Hay evidencia concluyente de que la actividad física frecuente mejora sustancialmente la forma física, el estado de salud, el estado cardiorrespiratorio, posee mayor resistencia muscular, y está suficientemente documentado que presentan menor grasa corporal, un perfil de riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica más favorable, una mejor salud ósea, y una menor presencia de síntomas de ansiedad y depresión.

Grupo de edades: de 18 a 64 años

Existe una relación directa entre la actividad física y la salud metabólica

hay una reducción del riesgo de diabetes de tipo 2 y de síndrome metabólico . Los datos indican que 150 minutos semanales de actividad física moderada o vigorosa conllevan un riesgo considerablemente menor.

La actividad aeróbica facilita de manera continuada el mantenimiento del peso corporal

Los adultos físicamente activos tendrán probablemente un menor riesgo de fractura de cadera o vértebras.

promueve eficazmente un aumento de la densidad de masa ósea

30 a 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa son el mínimo necesario para reducir apreciablemente el riesgo de esas enfermedades.

Las personas que desarrollan más actividad presentan tasas menores de mortalidad y de padecer enfermedades ENT.

En los adultos de 18 a 64 años, la actividad física se realiza durante el tiempo libre o los desplazamientos (por ejemplo, paseando a pie o en bicicleta) y mediante actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados, en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

Los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien un mínimo de 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.

O varias sesiones breves distribuidas a lo largo de la semana: por ejemplo, 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces por semana.

La actividad aeróbica se realizará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.

Para obtener mayores beneficios, los adultos deberían incrementar esos niveles hasta 300 minutos semanales de actividad aeróbica moderada, o bien 150 minutos de actividad aeróbica vigorosa cada semana

Grupo de edades: de 65 en adelante

Los adultos de mayor edad deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien no menos de 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividad física moderada y vigorosa.

La actividad aeróbica se desarrollará en sesiones de 10 minutos como mínimo.

Los adultos de mayor edad con dificultades de movilidad deberían dedicar tres o más días a la semana a
realizar actividades físicas para mejorar su equilibrio y evitar las caídas.

Deberían realizarse actividades de fortalecimiento muscular de los grandes grupos musculares dos o más
veces a la semana.

Cuando los adultos de este grupo no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de
salud, deberían mantenerse activos hasta donde les sea posible y les permita su salud.

En adultos de 65 años en adelante, la actividad física consiste en la práctica de ejercicio durante el tiempo libre o los desplazamientos (por ejemplo, mediante paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona desempeña todavía una actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados, en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

hay evidencia clara de que la actividad física está asociada a una mejor salud funcional, a un menor riesgo de caídas y a una mejora de las funciones cognitivas.

ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD

ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD

Mandato en materia de actividad física para la salud

En mayo de 2004 la Asamblea Mundial de la Salud respaldó la resolución WHA57.17: Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud (RAFS)

El plan de acción insta a los Estados Miembros a aplicar directrices nacionales sobre actividad física para la salud y poner en práctica políticas e intervenciones que:

introduzcan políticas de transporte que promuevan métodos activos y seguros de transporte escolar y laboral (por ejemplo, a pie o en bicicleta)

obliguen a adaptar las estructuras urbanas para facilitar la actividad física en los desplazamientos en condiciones de seguridad, y para crear espacios destinados a las actividades recreativas.

desarrollen y pongan en práctica directrices nacionales sobre actividad física para la salud

Importancia de las directrices nacionales y regionales sobre actividad física

IMPORTANCIA

Es promover la actividad física y la prevención del las ENT, elaborando unas recomendaciones mundiales que aborden los vínculos entre la frecuencia, la duración, la intensidad, el tipo y la cantidad total de actividad física necesaria para prevenir las ENT.

LAS DIRECTRICES PERMITEN

Fundamentar las políticas nacionales sobre actividad física y otras
intervenciones de salud pública

Definir de metas y objetivos de
promoción de la actividad física a nivel nacional

Incentivar de promoción de la actividad física

Justificar la asignación de recursos a las intervenciones de promoción de la
actividad física

Crear un marco de acción común que reúna a todas las partes interesadas en torno a un mismo objetivo

Disponer de un documento basado en evidencia que permita a todas las
partes interesadas llevar a efecto sus políticas con una asignación apropiada
de los recursos

Facilitar la creación de mecanismos nacionales de vigilancia y monitorización, para seguir de cerca la evolución de la actividad física en la población.

Importancia de la actividad física para la salud pública

Inactividad física

La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo y repercute considerablemente en la salud general de la población mundial.

Es causal de ENT como: cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de
tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión

Las ENT y sus factores de riesgo es ya un problema mundial que afecta por igual a los países de ingresos bajos y medios.

La importancia radica en que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de padecer ENT. Además, la actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es
fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso

Subtema

ADOPCIÓN DE LOS NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADOS PARA LA SALUD

ADOPCIÓN DE LOS NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADOS PARA LA SALUD

Subtema

Adaptación de las recomendaciones mundiales a nivel naciona

Países de ingresos bajos y medios

En muchos países de ingresos bajos y medios, el nivel de actividad física durante los periodos de ocio podría ser limitado, y la actividad física moderada o vigorosa se realizaría en el contexto de las actividades de desplazamiento, laborales o domésticas.

Es responsables de políticas promuevan la actividad física a nivel nacional.

Hay que tener en cuenta el trasfondo cultural, los aspectos de género, las minorías étnicas y la carga de enfermedad en cada país.

Políticas que coadyuvan a la promoción de la actividad física

será necesario adoptar un planteamiento demográfico, multisectorial, multidisciplinario y culturalmente idóneo

Las políticas y planes nacionales sobre actividad física deberían incorporar
múltiples estrategias encaminadas a ayudar a las personas y a propiciar un entorno
adecuado y creativo para la práctica de la actividad física

Las políticas medioambientales que influyen en el modo de transporte que utiliza la población

Promoción de la actividad física

Estrategias para la comunicación de las recomendaciones a nivel nacional

Cuando se aborden los factores culturales y medioambientales nacionales a nivel nacional y subnacional, sería aconsejable
elaborar una estrategia de comunicación integral que permita difundir eficazmente los niveles de actividad física recomendados para la salud, y que aborde todas las posibles variantes.

Las enfermedades no transmisibles (ENT)

La labor de prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT) de la OMS consiste principalmente en procurar reducir sus principales factores de riesgo (el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas) con el fin de evitar las defunciones por estas enfermedades.

Estas directrices son válidas para todos a menos que su estado médico aconseje lo contrario.