Jesucristo, verdadero hombre y verdadero Dios

la doctrina de las dos naturalezas, fue establecido en el concilio de Calcedonia (451 d.C.).

Esta doctrina de la doble naturaleza de Jesús trasciende el horizonte de la experiencia y la imaginación humana; se trata de un misterio.

Sólo como verdadero Dios Jesucristo pudo afirmar: “Yo y el Padre uno somos" (Jn. 10:30), expresando en un lenguaje simple que es de la misma naturaleza que el Padre.

pasajes biblicos

la forma de proceder de los Apóstoles después de la ascensión: “Ellos, después de haberle adorado [a Jesucristo], volvieron" (Lc. 24:52);

lo expresado en Juan 1:18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer";

lo manifestado por el Apóstol Tomás después de haber visto al Resucitado: “¡Señor mío, y Dios mío!" (Jn. 20:28);

En el Bautismo de Jesús se oyó una voz de los cielos: “Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mt. 3:17).

Las palabras de Jesús: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere" (Jn. 6:44) y “Nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn. 14:6) expresan que Dios, el Padre, y Dios, el Hijo, tienen la misma autoridad divina. El Padre trae al hombre hacia el Hijo, y el Hijo lleva al hombre hacia el Padre.

Otros pasajes biblicos

la confesión de la naturaleza de Cristo en el himno a Cristo: “En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9);

el testimonio de 1 Juan 5:20: “Y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna";