El colapso del comunismo soviético a finales de los años 80 y principios de los 90 marcó un punto de inflexión en la geopolítica mundial, especialmente en Europa Central. Países como Hungría y Polonia fueron pioneros en la transición hacia sistemas democráticos, impulsados por la derrota electoral de los comunistas y la implementación de reformas económicas y políticas.
Sus textos ofrecen una refinada justificación de muchos de los tópicos en que incurrieron los principales gobiernos occidentales en la década de los ochenta
El liberalismo no puede ser tratado como unidad
Tres importantes conjuntos de presión
El bloque soviético habían surgido durante las décadas anteriores importantes conflictos y cismas que se saldaron con la represión generalizada de los disidentes en Hungría
Las renovadas presiones geopolíticas que surgieron a las intensificación de la guerra fría
La no integración de la economía soviética en el sistema económico mundial
El liberalismo y el Marxismo habrán de ser tradiciones activas
Marxismo y democracia directa s
Igualdad y libertad
Pueden ser alcanzados por individuos que se encuentran a merced de una economía de "libre mercado" y un estado mínimo o restringido
"Buena Vida"
Resultado de la progresiva reestructuración del mundo moderno sobre principios liberales
Los acontecimientos que sucedieran en 1989-1990 en Europa Central tuvieron repercusiones indiscutibles en el contexto mundial
Revoluciones de Europa Central
Fines de 1989 y principios de 1990
¿Qué sucedio?
la intensa rivalidad entre las superpotencias lograría un cambio casi de golpe
Inicio
¿Con que?
Con la derrota electoral de los comunistas
Surgirá primeramente en dos áreas
Hungría
Polonia
Medidas realizadas
Crear un espacio institucional para la generación y el debate de estrategias y programas políticos alternativos
Cambios en las instituciones políticas y las tradicionales creencias