La psicomotricidad es una disciplina que considera al ser humano como una unidad integrada entre mente, cuerpo y emociones. En un taller de psicomotricidad, el rol del adulto es fundamental.
La evaluación es continua y tus principales estrategias serán la observación y el registro de notas.
Registrarás en tu anecdotario las situaciones que tú consideras relevantes para el proceso de los niños y
niñas, en cuanto a su desarrollo psicomotor. Estas anotaciones deben ser descriptivas.
De igual modo, toma en cuenta las competencias, capacidades e indicadores propuestos para este taller, y
los demás del área de Personal social vinculados al desarrollo psicomotor.
También puedes armar un portafolio, recolectando las producciones de los niños (del momento de la representación
gráfico-plástica), el cual también te brindará información valiosa sobre el proceso de cada uno.
¿Qué es Psicomotricidad?
Es una disciplina que mira y comprende al ser humano como un ser integrado,
entre su mente, pensamientos y emociones (psiquis), y su cuerpo, movimiento y acción (motriz).
Antes del taller
-Lee atentamente toda la propuesta; luego, pregúntate: “¿Esta propuesta responde a las características y
necesidades de mi grupo? ¿Qué adaptaciones o cambios podría hacer?”. Anota las variaciones que realices.
-Asegúrate de contar con todos los materiales y recursos que necesitarás. Organízalos dentro del espacio con
anticipación.
Secuencia metodológica
-Inicio: es la rutina de inicio del taller; donde los niños son convocados a una breve asamblea
para realizar las anticipaciones necesarias y dialogar sobre ellas y sus intereses (si lo desean). -Desarrollo: contempla un tiempo para la expresión motriz de los niños a través del juego
y la exploración libre de todas las posibilidades de movimiento; un tiempo para escuchar
una historia; y otro, para la representación gráfica, que permitirá a los niños pasar del movimiento
del cuerpo a la representación simbólica a través del dibujo o construcción con
bloques de madera (de acuerdo con la elección del niño).
-Cierre: es la rutina de cierre del taller; donde los niños se reúnen nuevamente en una breve
asamblea para dialogar acerca de las acciones y/o emociones vividas durante el taller.
Luego se preparan para volver a su rutina del día.
Rol del adulto
-Proponer una rutina estable: un inicio, un desarrollo y un cierre anticipados. Donde los niños conocen la
estructura, la secuencia y la dinámica del taller, lo cual les brinda seguridad.
-Ofrecer tiempo para jugar, moverse y expresarse naturalmente: es un tiempo donde le permitimos al
niño vivir el placer del juego motriz, descubrir sus posibilidades, representar y crear, por propia iniciativa,
acorde a sus intereses.
-Acompañar con una actitud favorable: un sistema de actitudes favorables implica estar atentos a las
necesidades de los niños y niñas, procurando un ambiente seguro, promoviendo su autonomía, observando sus
procesos, alentando sus posibilidades y respetándolos en sus propios ritmos de maduración.
ACERCA DE LOS TALLERES PROPUESTOS
puede llevarse a cabo dos veces por semana (según tu planificación)
y tiene una duración de 50 a 60 minutos por sesión