Arte y naturaleza en India S. IV-VIII
Templos rupestres
Templo de Ajaṇṭā
Conjunto de 30 cuevas excavadas en la roca de basalto volcánico, tiene santuarios, salas
de reunión y habitaciones para los monjes.
De estas cuevas, 16 están decoradas con pinturas murales, con pigmentos
vegetales y minerales sobre una capa de arcilla.
Templo de Elephanta.
Situado en una isla de la bahía de Bombay, conforman un complejo dotado de templos pequeños, salones inmensos, patios y pórticos.
Hay figuras talladas en piedra y el busto de Sivá Majadeva de representado con tres
cabezas -masculina, femenina y andrógina- que simbolizan los
principios destructivo, constructivo y esencia divina.
Templo de Kailāsanātha, Ellorā
Dedicado a Sivá, excavado en roca volcánica, con
amplio patio de casi 100 metros de largo, con
edificios de dos plantas y grandes columnas
exentas.
Está cubierto por relieves de
figuras elefantes de tamaño natural y figuras humanas en posiciones
desde prácticas sexuales, lucha, baile, meditación, etc.
Expresiónes plásticas y pensamiento dogmático.
La temática está centrada en la vida de Buda, cuentos populares budistas jataka, escenas cotidianas y la naturaleza.
Representaciones de Buda de forma idealizada y con
dulzura y espiritualidad procedentes del estilo de Mathurā.
Se le muestra
sentado en el trono, en postura de yoga y las manos en mudrās.
La naturaleza en el arte.
La escultura se caracterizó por la suavidad de las
líneas, la perfección de los rostros; denotan la
belleza ideal con referente místico, sensualidad y
espiritualidad.
Buda a veces es representado con aspecto humano y como
símbolo: generalmente una rueda (que se asociaba al disco solar), un caballo(que montaba cuando renunció a su vida mundana) o una higuera (el árbol de la sabiduría bajo el cual predicaba).
El arte de la arquitectura y su espiritualidad tenían contacto físico directo con la naturaleza.
Los templos al aire libre: Chezārlā, Bhitargāon, Bodh Gaya,
Sanchi, Deogarh y Sipur.
En los frescos se suman el antiguo naturalismo indio.