Docencia en la historia

El papel del profesor en la sociedad actual se parece más al del facilitador o guía de los alumnos. Ahora, el profesor debe de darle uso a las nuevas tecnologías y organizar y desarrollar experiencias didácticas que favorezcan el aprendizaje de los alumnos. El rol del docente para esta era ha cambiado mucho. Ahora se necesita de profesionales más humanistas, con vocación, centrados en sus trabajo, que respondan a las necesidades de la educación, que sean agentes de cambio, que constantemente vayan desarrollando más y más competencias para cumplir con los requisitos que el mundo globalizado les está presentando.

En esta época al maestro se veía como el verdadero sostén de la comunidad. El maestro tenía que contribuir al desarrollo de la sociedad, a través de una escuela permeable. La escuela no puedo invertir su misión y sus valores, aquí entra la implicación directa del maestro como defensor de la libertad y la justicia.

En 1839 se fundó en Madrid la Escuela Normal Central. La institucionalización de la formación de los maestros en las escuelas Normales propuso un tipo de maestro conservador de las buenas costumbres y guardas del orden social establecido.

En el siglo XIX se reconoce y afirma la importancia de la formación magisterial. El maestro debía ser una persona instruida, preparada cultural y profesionalmente.

En Francia se funda la primera Escuela Normal de Maestros con un solo año de actividad. En este siglo existieron diversos profesionales de la enseñanza para los distintos niveles educativos, que van desde el maestro de enseñanza de primeras letras al profesor de universidad, pasando por los leccionistas, los pasantes, los preceptores, los ayos y los profesores de la etapa posterior a la enseñanza primaria y previa a la universidad que hoy llamamos secundaria, sin olvidar a los maestros de enseñanzas artísticas y profesionales, a los educadores de hospicios y a las maestras.

Funcionan un considerable número de escuelas, si bien empleando métodos anticuados y nefastos para el alumnado. El maestro toma como bases de la pedagogía, su formación. La labor es de parecer un gran filósofo, Rousseau quien sostiene: “Hay que formar al maestro para formar a las juventudes en la naturaleza”. En ésta época aparece la escuela tradicional, en la que el maestro dicta la lección, y el alumno es un instrumento sobre el que se imprime saberes y conductas. El docente tenía más conocimiento en Alquimia, Ciencias naturales, Astronomía y Mecánica geográfica.

Con la Reforma, la formación del maestro se convirtió en algo fundamental, se aumentaron el número de escuelas pero aún las órdenes religiosas se dedicaban casi exclusivamente a las enseñanzas con métodos educativos rígidos para el alumno.

Además el uso de violencia y los castigos corporales fueron un medio fundamental de la instrucción y forma eficiente de desarrollar disciplina en los alumnos.

El maestro era el eje de la educación y su enseñanza tenía grandes rasgos de violencia.
Los maestros eran religiosos de las comunidades Franciscanas, Jesuitas y Dominicanos, quienes enseñaban Teocentrismo. Entre sus ayudas didácticas se contaban varas y palos para golpear a los niños.
En esta etapa las órdenes religiosas fueron quienes se encargaban de la educación, creando la Escuela de Alejandría, aquí el maestro tenía la función de orientar a mejorar el ánimo y no a instruirse y la pedagogía se convierte en la conductora de los niños hacia la virtud, a través de una disciplina que defendía los castigos físicos. Los hijos de las familias acomodadas eran quienes recibían esta educación. En esta época destacaron los siguientes maestros: San Anselmo, Vicente de Beaurais, Juan Gersón.

Los filósofos surgen después de los sofistas. Estos personajes enseñaban sin exclusión alguna, a diferencia de los sofistas sus aportes eran más concretos y certeros. Su método de enseñanza era por medio de diálogos con sus alumnos. Uno de los principales aportes de acuerdo a técnicas de aprendizaje es: La mayéutica, este es el método aplicado por Sócrates a través del cual el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra conocimientos.

Los sofistas fueron reconocidos como los primeros educadores. Estos personajes enseñaban en las plazas de las ciudades a personas adineradas de una buena clase social. Aunque sus conocimientos eran un poco certeros, se consideraron charlatanes. Enseñaban primordialmente la retórica. Eran los educadores de los ciudadanos para la democracia.

En la sociedad maya existía un grupo especial de sacerdotes cuya tarea era enseñar a los hijos de los nobles. Solo los hijos de las castas superiores podían aspirar a ser designados sacerdotes, que generalmente era una posición heredada de su padre u otro pariente cercano. Estos niños debían recibir una educación rigurosa en la escuela donde los sacerdotes les enseñaban historia, escritura, métodos de adivinación basados en la lectura del movimiento de los astros, medicina y el sistema del calendario. Por el contrario los hijos de los campesinos y plebe en general no tenían abierta la posibilidad de recibir educación formal.

Los sacerdotes cumplian la función de docentes, no sólo se encargaban de asuntos religiosos y los rituales en los distintos festivales, también dirigían el sistema de educación y hasta cierto punto controlaban las expresiones artísticas.

En la infancia los niños aprendían junto a sus padres, ellos en esa etapa eran sus maestros.