El ego es el
mayor obstáculo

El ego usa
superlativos

Cada vez que exageramos, es el MI o el YO en
busca de que le reconozcan aún más. Usa superlativos, como siempre, nunca o cualquier
otra manera de exagerar:

1.«YO NUNCA como postre».
2.«SIEMPRE llegas tarde».
3.«YO ya no tengo miedos».
4.«NUNCA comprendes nada. SIEMPRE debo repetírtelo todo».
5.«MI hijo SIEMPRE me miente».
6.«SIEMPRE soy YO el que tiene que hacer horas extras en el trabajo».
7.«NUNCA ME hablas. Cuando llegas del trabajo, te instalas SIEMPRE delante de la
tele, antes y después de cenar».

El ego usa
las críticas

Un método muy sutil que emplea el ego para controlarnos y darse importancia es criticar a menudo a los demás mientras piensa que todo lo que está haciendo son observaciones. Y cuando somos conscientes de estar criticando, pensamos que esa persona se lo merece, porque, según nuestro criterio, es realmente culpable.
La gran ventaja de este descubrimiento es que, en cuanto soy consciente de que yo no dirijo mi vida, estoy en posición de detener la influencia del ego de inmediato.

Si de verdad quieres disminuir y sanar popo a poco tus heridas,
es importante que tomes conciencia del enorme poder
e influencia que tiene el ego en tu vida

Lo que el ego es

Se alimenta de nuestra energía mental para sobrevivir. Como es creado con materia mental, el ego puede ser considerado como una excrecencia mental. Parasitan el cuerpo y usan su energía para tomar forma y existir. Experimenta un miedo constante a morir, a desaparecer, como si supiese que en realidad es efímero e irreal, como todo.

es inconsciente de este hecho y por eso busca convencerse
de su propia existencia. Su ignorancia se parece a la de una
persona que no quiere admitir que tiene miedo de quedarse
sin dinero, que no es consciente de que vive sintiéndose
insegura. Desea convencerse de que no es así gastando a
espuertas, asegurándoles a todos los que quieren escucharla
que se siente segura, que no le falta de nada y que sabe que
siempre tendrá dinero para pagar sus deudas. Todos sabemos
que si no tuviese miedo no intentaría convencer a nadie,
ni a sí misma.

Lo mismo ocurre con el ego, que busca siempre convencerse de que existe, cuando en realidad no es más que una ilusión. El ego drena tu energía mental, te debilita. Cada vez que dejas que te controle, le cedes energía.

El ego sufre por culpa de sus deseos no satisfechos, y también por miedo a que
se cumplan

La creación
del ego

El ego empezó a manifestarse cuando el ser humano desarrolló su energía mental,
hace millones de años. Esta historia simbólica nos dice que con el desarrollo de la
energía mental propia de los seres humanos hemos heredado el poder de elegir.Con el paso del tiempo, hemos elegido darle una mayor importancia a nuestra dimensión mental, hemos usado su energía para crear el ego creyendo que nos sería útil y, después, le hemos dejado tomar el control de nuestro poder. Es muy importante recordar que el ego está compuesto de energía mental.

Nuestra dimensión mental es imprescindible para pensar, razonar, planificar, organizar, memorizar, etc. Es una materia sutil que no podemos ni ver ni tocar –al contrario que nuestra dimensión física–, pero que sigue siendo muy real e importante. Nuestra dimensión mental es feliz cuando usa todo lo que ha aprendido para ayudarnos a satisfacer todas las necesidades de nuestro ser.

Cuando te das cuenta de que tu ego ha tomado el control, te haces consciente de que llevas una máscara asociada a tus heridas

El ego es la totalidad
de tus creencias

Cuando hablo de una parte del ego, me refiero a todas las creencias, es decir, a todos los métodos que usa para interferir en tu vida. Cuanto más les des la razón, más importantes se harán.

La dificultad de volver a
retomar nuestro poder

¿Por qué nos resulta tan difícil volver a gestionar nuestras vidas y evitar que el ego nos controle? La razón principal es que no nos percatamos de que lo hace. Esto quiere decir que apenas notamos todas las veces que nuestros centenares de creencias dirigen nuestras vidas.

Para ello, es importante que recuerdes que el ego, el pequeño yo, solo piensa en él y que seguirá existiendo a través de pensamientos continuos del tipo «YO, YO, YO, MÍ, MÍ, MÍ».

El ego tiene la necesidad constante de convencerse de que existe, y de que es
tan importante que puede existir
eternamente, como el ser humano

El ego utiliza el «tener que»
o el condicional

Porque estas expresiones muestran el miedo si está oculto. No sabe que cuando tomamos una decisión basándonos en el miedo, alimentamos este miedo, el cual termina por manifestarse de todos modos. Varios miedos pueden esconderse detrás de este deseo expresado en condicional.

Veamos un par de ejemplos: «TENGO QUE dejar de ser tan goloso» o «TENGO QUE dejar de fumar». Aquí está el ego queriendo asustar, queriendo controlar, una vez más, para sentir que existe y que es poderoso.

El ego se identifica con
«tener» y con «hacer»

Esto puede convertirse en celos, que son una manifestación desmesurada del ego. La persona celosa no puede imaginarse que otra persona le robe SU posesión. ¿Y tú? ¿Qué te da miedo perder? Tu respuesta te dirá que crees que eres lo que posees. Se exponen a continuación unos cuantos ejemplos de críticas interpretadas por el ego de la persona que las recibe.

No eres lo que posees: bienes, diner, talentos, títuls. Y no eres lo que hacer:
tu oficio, ser padre...

comentarios como estos después de las conferencias y los talleres: «Vuestra conferencia ha sido demasiado larga», «Hemos echado de menos más detalles en las soluciones», «Nos ha faltado tiempo para hacer algunos de los ejercicios», «Habéis terminado demasiado tarde», «No habéis contestado a las preguntas de todos los que tenían la mano levantada», etc.

Esto puede aplicarse a todos
los aspectos de la vida.

Cuando nos critican, nuestro ego hace que olvidemos todas las felicitaciones que hemos recibido por parte de otras personas.

El ego busca
cumplidos

¿Sabes qué métodos usa tu ego
para recibir cumplidos?
Aquí tienes varios ejemplos:

1.Contarle a tu familia lo que has hecho durante tu jornada sin que te lo hayan preguntado.
2.Pasar mucho tiempo eligiendo tu ropa y cuidando tu aspecto físico con la
esperanza de que todos noten tu presencia.
3.Acumular muchos conocimientos para poder tener la última palabra, convencido
de que sabes más que nadie.
4.Contar, una y otra vez, tus logros del pasado.

Acaso asegures que no buscas nunca cumplidos, que te hacen sentir incómodo. Por ejemplo, si alguien te dice: «Te has organizado muy bien para llevar a buen puerto este proyecto», tal vez respondas: «No lo he hecho yo solo; he tenido ayuda y no soy tan organizado como crees». Te gustaría que la persona insistiese en esa cualidad, lo que llenaría de satisfacción a tu ego.

El ego adora recibir cumplidos
y reconocimientos. usa todos los
medios a su disposición para
obtenerlos. Actúa así para sentir
que existe y es importante.
Se cree invencible

El ego no sabe
escuchar

A continuación tienes una lista de ejemplos que te muestran otro de los métodos del
ego: no escuchar. Adelanta conclusiones, se mete en conversaciones ajenas o interrumpe
para tomar la palabra.

- Alguien le pregunta a tu hermana cuántas horas duerme por la noche. Contesta y
tú añades: «YO duermo más o menos siete horas».

- Un amigo te está contando su problema, te pide ayuda y tú adelantas
conclusiones: «[YO] Tengo una solución para ti; debes hacer esto y aquello. [YO]
Te recomiendo seguir MI consejo; [YO] estoy seguro de que funcionará». O
también puedes interrumpirle para decirle: «ME pasó lo mismo el año pasado. [YO]
Hice esto y lo otro y [YO] sé que podrías hacer lo mismo que hice YO y que
obtendrías seguramente el mismo resultado».

El ego se justifica
y se defiende

Aproximadamente un noventa por ciento de las respuestas que damos a la defensiva,
las damos sin que nadie nos haya pedido explicaciones.

El ego está convencido de que debe
defenderse de todo y de todos.
Se pone fácilmente a la defensiva.
Los demás siempre tienen la culpa.
Busca culpables

Aquí tienes algunos ejemplos que te ayudarán a estar más alerta y a descubrir lo
mucho que nos justificamos y buscamos algún culpable.

- Espero en la cola del aeropuerto de otro país para poder pasar la aduana. Después
de esperar media hora, me doy cuenta de que estoy en la cola equivocada: «Oh,
no, ¿por qué ME pasa esto a MÍ? Si colocaran mejor los carteles, [YO] no me habría
equivocado».

- Cuando llegas tarde, ¿te has fijado en que empiezas a preparar tu justificación
mucho antes de llegar? Incluso mientes para que no te echen las culpas de nada.
Cada mentira viene del ego y esconde uno o varios miedos inconscientes.

También nos ponemos a la defensiva cuando nos critican, cuando nos descubren una
mentira, cuando nuestra opinión es cuestionada o cuando alguien intenta darnos un
consejo. Nos sentimos atacados, cuando en realidad no lo somos.

- Le pido a mi marido que vaya al supermercado en mi lugar. Vuelve con todo lo
que le pedí y, de repente, digo: «¡Vaya! Se me olvidó apuntar cebollas en la lista».
Su ego pasa a la acción; no ha escuchado realmente lo que acabo de decir y me
contesta de sopetón: «No es culpa mía; no sabía que querías cebollas. No soy
adivino».

- Tu pareja y tú salís del cine y te dice que no le ha gustado la película, cuando tú
has insistido en que te acompañara: «¿Por qué no puedes estar de acuerdo
conMIgo de vez en cuando? Parece que lo haces a propósito para llevarME la
contraria. Esta película es muy buena; eres tú quien tienes mal gusto».

El orgullo

Nuestro ego nunca está satisfecho y cuanta más importancia adquiere, más miedo tiene de perderla y más busca acumularla. Llegará incluso a desarrollar orgullo, es decir, un gran ego. El orgullo es por lo tanto el ego llevado al extremo. El orgullo es un sentimiento exagerado de la propia valía, una autoestima excesiva que lleva al individuo a sentirse por encima de los demás.

Solo desarrollando tu consciencia, un día podrás recuperar el dominio de tu vida y dejar que tu gran poder interior, que conoce las necesidades de tu alma, vuelva a ocupar el lugar que le corresponde. En los capítulos siguientes, descubrirás cómo puedes, poco a poco, reducir la influencia de tu ego para conseguir ser el maestro de tu vida. Anota las iniciativas que has decidido tomar en tu vida después de leer este capítulo.

El orgulloso quiere ganar a toda costa y tener siempre razón. Quiere tener razón cueste lo que cueste y esto implica que el resto de personas están equivocadas. Podría darte miles de ejemplos de situaciones en las que intentamos convencer a otra persona para que actúe o sea como nosotros. Cree también que cuanto más importante sea, más capacidad tendrá de asustar y que sentirá menos miedo.

Además, no tendríamos ninguna oportunidad de comprobar nuestro grado de amor verdadero y nuestra capacidad de aceptación. « No diré nada, pero sé que tengo razón. » Gracias a todos los ejemplos de este capítulo, espero que seas más consciente de la influencia que tiene tu ego en tu vida. Hace tiempo que se dio cuenta de que es muy importante que conservemos nuestro miedo a que lo hieran .