Materiales didácticos en nuevos escenarios educativos

¿Qué es el material didáctico?

Aquellos con los que el estudiante interactúa en forma directa como parte de su proceso de construcción de conocimientos y que son concebidos, desde el mismo proceso de diseño, para sostener, apoyar, guiar orientar procesos de aprendizaje.

Los materiales no son elementos cerrados en sí mismos, sino que son parte de una propuesta educativa que los incluye, pero que no se limita a éstos. Y sólo esa propuesta educativa es la que le da el sentido último a esos materiales.

Son aquéllos diseñados con el fin de enseñar un contenido determinado, es decir que fueron elaborados con una intencionalidad didáctica definida.

La herencia de la Educación a Distancia

El diseño de materiales impresos fue predominante en el transcurso de los años que lleva esta modalidad.

Modalidad generalmente “diferida”: un carácter cerrado y autosuficiente, respondiendo al imperativo de condensar todo lo que se esperaba que el estudiante aprendiera.

En nuestra herencia la firmeza de las aspiraciones democratizadoras de la educación y la decisión de aprovechar los desarrollos tecnológicos disponibles para generar propuestas educativas accesibles, entre algunas de las principales fortalezas de esta historia.

“La” propuesta educativa, portando la voz del docente. Generalmente fueron pensados para un alumno en solitario, que estudiaba en forma independiente, que los recibía por correspondencia y tenía que resolver una actividad predefinida que debía entregar en ciertos periodos preestablecidos.

La alta estabilidad, generalmente vinculada con los costos de producción de este tipo de materiales y la complejidad de encarar procesos de rediseño y actualización de los mismos.

Limitaciones: cerrados

· Autosuficientes

· Con una estabilidad mayor que la de los contenidos que portan

· Dificultades en la gestión para realizar revisiones periódicas

· Limitaciones propias del uso del lenguaje textual como modo predominante de comunicación

· Búsqueda de resolver la “falta” de interacción docente/estudiante

La Educación en línea: pensar la enseñanza y el aprendizaje

Es momento de preguntarnos por las particularidades a las que debemos atender para promover la construcción social de conocimientos por parte de nuestros estudiantes en entornos virtuales/en línea.

1.La EeL es una modalidad educativa en surgimiento diferente de la EaD y de la educación presencial.Podemos pensar entonces en las propuestas de aula expandida/aumentada o en otras desarrolladas enteramente en línea.

4. En la EeL “contenido es un verbo”. Recuperarla implica reconocer que aprender, también en la EeL, implica mucho más que acceder a información. Plantear que el contenido es un verbo pone en un lugar relevante la necesidad de reconocer (y propiciar) que los estudiantes actúen con y sobre el contenido para efectivamente aprenderlo, reconstruirlo.

La EeL es un espacio para el encuentro. Si en la EaD la mirada está puesta en cómo superar el escollo de la distancia, en la Eel el foco está puesto en reconocer cómo la red nos permite el encuentro y la cuestión central es cómo educamos en este punto de encuentro, cómo propiciamos procesos de interacción, de negociación de significados, de colaboración y construcción individual y colectiva.

5. La tecnología posibilitadora: ni parafernalia tecnológica ni uso conservador. La búsqueda de mejoras en las prácticas de enseñanza de la mano de nuevas posibilidades abiertas por los desarrollos tecnológicos que vamos encontrando.

3. Debemos reconocer que el mundo en línea tiene sus propias reglas y, por lo tanto, el aprendizaje en línea también.

6. Materiales didácticos y recursos para el aprendizaje. Encontramos una alta disponibilidad de recursos diversos y accesibles a través de la red, en forma libre, gratuita y en muchos casos abiertos que pueden formar parte de propuestas de EeL.

Materiales didácticos para la educación en línea. Exploraciones y desafíos

Los MD como una brújula para el alumno, como una hoja de ruta o un mapa, en la medida que guía u orienta al alumno en su proceso de aprendizaje.

El material debería cumplir, más que una función de proveedor de información, con el rol de orientar el pensamiento y promover la construcción de conocimientos por parte de los alumnos.

Estamos en un contexto en donde cada vez se expande más un modelo de circulación y producción del conocimiento diferente, de muchos a muchos, en el que se ha revalorizado algo que en educación.

Finalmente, recordemos aquí que la selección y organización de contenidos es una tarea que debemos realizar los docentes.

La tarea de enseñar se pone en juego, principalmente, a través de tres acciones complementarias:

El diseño de MD

Las tareas de aprendizaje que se proponen a los estudiantes para su realización.

Las interacciones reales que el docente lleva adelante con los mismos a través de diversos espacios y medios.

Desafíos para los nuevos procesos de diseño

1- Ruptura de la linealidad: Ningún campo de conocimientos es lineal en sus procesos de construcción de nuevos saberes ni en la organización interna de los mismos.

2- Miradas múltiples: si bien todo material es portador de múltiples miradas, vinculado a lo que los expertos suelen denominar como intertextualidad, las actuales condiciones nos permiten buscar modos más explícitos de plasmar las diversas voces que constituyen un texto.

3- Multimodalidad: además de una aproximación analítica que se viene consolidando hace unas décadas, esta perspectiva nos plantea una oportunidad para pensar de qué manera incluir en los MD diversos medios y modos semióticos que favorezcan comprensiones valiosas, potentes, genuinas.

- Aprendizaje como construcción: es indiscutible el alto consenso en las perspectivas teóricas que sostienen que el aprendizaje supone un proceso de construcción (social e individual).

Exploraciones y primeros hallazgos

Material Didáctico como relato: los MD que responden a esta categoría están generalmente organizados a través de un autor/docente como figura central que lleva adelante, con “su voz”, el relato que ese material quiere contar y que guía a los estudiantes a través de los conceptos.

Material Didáctico como diálogo: en este caso encontramos cierta continuidad con algunas características del MD como relato, especialmente en la preeminencia de la voz del autor/docente. A la vez, se presentan ciertas particularidades que nos permiten construir esta categoría diferenciada.

Material Didáctico como instalación: esta categoría toma su nombre por inspiración en la idea de instalación artística. Esta analogía nos resulta útil en la etapa de experimentación que estamos transitando. En este tipo de MD encontramos propuestas en las que, desde el mismo diseño, se cede más poder del autor/docente a los estudiantes, dando mayor lugar a éstos para la toma de decisiones en su proceso de lectura.

Caminos por recorrer

Necesitamos saber más sobre la perspectiva de los estudiantes: ¿qué procesos de lectura realizan?; ¿en qué medida realmente propician la construcción en los procesos de aprendizaje?; ¿es posible promover procesos de interacción entre estudiantes sobre un MD que permitan reconstrucciones colectivas, que dejen marcas de estudiantes, que enriquezcan la experiencia de sus compañeros?

No encontramos aplicaciones disponibles que habiliten esto con facilidad del mismo modo que se puede intervenir un texto colectivamente a través de un wiki, por ejemplo. Pero sí queremos que los estudiantes participen colectivamente. No tenemos aún soluciones técnicas que lo habiliten en estos otros MD, pero seguramente están surgiendo aplicaciones que lo facilitarán.

Finalmente, quiero recordar al cierre de esta presentación que los MD son diseñados y cobran sentido a la luz de propuestas educativas, concepciones sobre los procesos de enseñar y aprender, se articulan con otras dimensiones centrales de un curso (asignaturas, talleres, etcétera).