La historia deuteronomista se entrelaza entre ambos libros, al final, el pueblo decidió por la muerte cumpliéndose las advertencias divinas.

SOTERIOLOGIA EN EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO

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La revelación de la salvación, al igual que toda la revelación de Dios, ha sido progresiva. En su forma más estructurada, la salvación está centrada en Cristo como sujeto central de la fe cuya vida y obra consuma la iniciativa divina para redimir a la humanidad. En el plano subjetivo, la salvación está ligada a la fe del pecador, y ésta, a la correcta proclamación del evangelio.En ambos testamentos, se enfatiza el hecho de que el ser humano, totalmente arruinado por el pecado - y por ello mismo destinado a la muerte y perdición eternas - tiene necesidad de ser rescatado mediante la intervención de un Salvador divino. Por todos los rincones de la Escritura se insiste que Dios es el Salvador.

En el Nuevo Testamento

Mateo: Cristo es presentado como el cumplimiento de las promesas mesiánicas. Las genealogías le relacionan directamente con Abraham y David. Su misión es descrita como: "El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate por muchos" (20:28). Los temas que Mateo enfatiza son la salvación y su relación con el Reino de Dios, las sanidades, el discipulado (seguimiento) y la condenación.

2 Corintios: la salvación es precisada por el apóstol desde su experiencia personal como ministro de Jesucristo y el impacto que ejerce en la vida práctica, el sufrimiento por la causa de Cristo. Enfatiza la relación entre la salvación y el nuevo pacto, la obra de Cristo, el Espíritu Santo y el kerigma. Si bien es cierto que la obra de Cristo comporta un sinnúmero de bendiciones, también está ligada a las responsabilidades propias del ministerio de la reconciliación.

Efesios: la salvación es presentada como una obra trinitaria en donde el Padre actúa con intervención del Hijo y el Espíritu Santo (1:3-14). La comunión entre el Espíritu y el creyente es un vínculo indisoluble que incluye el sello, inclusión en el cuerpo de Cristo y llenura.

Colosenses: enfatiza el reino de Dios en sus dimensiones ética, presente y escatológica. El poder del Rey Jesucristo es absoluto, se impone sobre cualquier otro gobierno, no obstante que en la dimensión presente ejerce su voluntad en la vida de todos los creyentes.

Cartas de Pedro: afirma a los creyentes instruyéndoles que la salvación es la obra de Dios en Cristo, cuyo sacrificio fue previamente planificado produce vida eterna en el presente y promesas gloriosas para el futuro.

En el Antiguo Testamento

Pentateuco

Génesis: la salvación está relacionada con el propósito divino original para su creación. Ante el fracaso humano y sus consecuencias, la iniciativa divina produce esperanza.

Éxodo: la acción de Dios toma en cuenta la liberación milagrosa de la esclavitud, las leyes del Sinaí así como la construcción del Tabernáculo de Reunión.

Levítico: describe los detalles relacionados con los sacrificios y la santidad de Dios. Ambos elementos prefiguran el sacrificio del Hijo de Dios y como su muerte sustitutiva satisface la justicia divina.

Números: aborda la relación de Dios con su pueblo durante el peregrinaje a Canaán. Se enfoca en la pureza requerida por Dios a su pueblo obteniendo como resultado bendición o juicio dependiendo de su obediencia.

Deuteronomio: desarrolla el tema de la alianza de Dios con su pueblo desde una perspectiva temporal: pasado, presente y futuro. El pueblo de Dios debe elegir entre la vida y la muerte en una dimensión comunitaria.

Libros históricos

Josué: destaca la fidelidad divina en el cumplimiento de sus promesas y reclama la fidelidad del pueblo escogido.

Jueces: evidencia las consecuencias sufridas por Israel tras apartarse de Dios. Testifica la fidelidad de Dios ante la infidelidad de su pueblo.

Rut: Relata la fidelidad de una gentil y la provisión divina para con ella.

Libros de Samuel: presentan la entrada en escena de la monarquía y profundizan en el personaje de David. Presenta sus aciertos y fracasos los cuales son perdonados por Dios.

Libros proféticos

Jeremías: profetiza la entrada en vigor de un nuevo pacto concertado entre Yahvé y su pueblo cuyas leyes estarán escritas en su corazón teniendo la capacidad de obedecer a Dios.

La Salvación es ilustrada con diferentes expresiones (experiencias), constituye varios aspectos: (a) ser liberados de la condenación merecida, (b) el paso de la muerte a la vida de Dios, (c) ser liberados del poder del enemigo y colocados bajo el señorío de Jesús, (d) ser rescatados de las tinieblas y puestos en luz, entrar en el reino de los cielos, (e) obtener mediante el nuevo nacimiento, la naturaleza de Dios, (f) obtener el perdón de los pecados y la paz de Dios, y en fin, la vida eterna.

El NT revela en forma exhaustiva la obra redentora de Dios en Cristo. Los evangelios relatan su vida y obra. Las epístolas constituyen la interpretación de la salvación en Cristo y sus efectos en el contexto del reino de Dios.

El AT se enfoca en Dios y de los pactos concertados con su pueblo, la fidelidad de Dios ante la desobediencia de Israel, la promesa del surgimiento del Salvador que establecerá un nuevo pacto eterno y mejor.