El rápido cambio demográfico y los factores económicos están estrechamente relacionados con la pobreza y la miseria en los países en vías de desarrollo. Las sociedades modernas enfrentan desafíos culturales como el individualismo y la búsqueda de la superación personal, mientras que los movimientos migratorios, como el de los inmigrantes sirios, representan un reto político significativo, especialmente en estados con tendencias nacionalistas y excluyentes.