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by Cezar Luna 6 years ago

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PRUEBAS DE BIENESTAR FETA

La evaluación del bienestar fetal es crucial para identificar posibles riesgos durante el embarazo y tomar medidas preventivas. Se enfatiza la importancia de monitorear la ganancia de peso materno, evitando tanto la indulgencia alimentaria excesiva como el control demasiado estricto.

PRUEBAS DE BIENESTAR FETA

PRUEBAS DE BIENESTAR FETAL

las pruebas para el control del bienestar fetal son aquellas que tratan de conseguir a través de una valoración del feto de forma sistemática, la identificación de aquellos que están en peligro dentro del útero materno, para así tomar las medidas apropiadas y prevenir un daño irreversible.

BIOQUIMICOS
Determinación de alfa-feto proteína

La alfafetoproteína (AFP) es una proteína predominante en la fase embrionaria. Es producida inicialmente en el saco vitelino embrionario y después, casi exclusivamente, en el hígado fetal. La AFP llega a la circulación sanguínea materna desde el líquido amniótico a través de las membranas fetales. Cualquier defecto abierto del tubo neural permite que se filtren cantidades anormalmente altas de AFP hacia el liquido amniótico, lo que se refleja, a su vez, en un aumento proporcional de su concentración en el suero materno. Debemos hacer constar que otras patologías fetales también pueden presentar un aumento de AFP, como el onfalocele, obstrucción del intestino fetal, teratoma, síndrome de Turner, riñones poliquísticos y otras. Por lo tanto, al medir la cantidad de AFP en sangre materna podemos obtener una serie de datos importantes sobre el embarazo. El dosaje de AFPSM se realiza entre las semanas 15 a 21 de la gestación tomada de acuerdo a la fecha de última menstruación (FUM) y/o ecografía de fechado, siendo más precisos los resultados entre las semanas 16 a 18. Los niveles de AFPSM varían en gran medida según la edad gestacional y el método empleado por cada laboratorio. Por esta razón, cada laboratorio debe poseer sus patrones de referencia del rango de los embarazos no afectados y emplear siempre la misma técnica. s importante destacar que algunos estudios han encontrado que a pesar de una evaluación ecográfica normal, valores elevados de AFPSM se asocian con un mayor riesgo de resultado adverso perinatal, por lo que se recomienda un seguimiento obstétrico más estricto. * La sensibilidad de la determinación en suero materno para los defectos de cierre del tubo neural es del 86% para 2 MoM y del 88% para 2,5 MoM. * La especificidad de la determinación en suero materno para los defectos de cierre del tubo neural es del 96% para 2 MoM y del 98,7% para 2,5 MoM. Factores que deben tenerse en cuenta para la interpretación AFPSM a efectos de realizar las correspondientes correcciones: * Edad gestacional: es de fundamental importancia determinarla mediante control ecográfico. * Peso materno: en mujeres con sobrepeso los valores de AFPSM son menores como resultado de su dilución en el torrente sanguíneo. En mujeres delgadas el valor de AFPSM sufre un incremento como un efecto de hemoconcentración; por lo tanto en ambos casos se debe realizar corrección por peso. * Diabetes insulino dependiente: Las mujeres con diabetes insulino dependiente tienen valores significativamente más bajos que las mujeres embarazadas no diabéticas. Por lo tanto es de suma importancia realizar un ajuste en la interpretación de los resultados y cada laboratorio deberá tener una tabla de corrección para cada semana de gestación. * Origen étnico: Los niveles de alfafetoproteína varían con el origen étnico. La detección de un valor anormal de AFPSM no implica necesariamente que el feto presente una anomalía. Esto significa que nos encontramos frente a un embarazo de alto riesgo, que debería ser evaluado con metodología diagnóstica para cada caso. Solamente entre un 5 a un 10% de los casos con un valor anormal de AFPSM estarán gestando un feto con anomalía.

BIOFISICOS
Valoración ultrasonográfica del crecimiento fetal

La ecografía fetal es una prueba usada durante el embarazo que crea una imagen del feto en el útero materno. Durante la ecografía fetal, se identifican y miden varias partes del bebé, como el corazón, la cabeza, y la columna. La prueba puede realizarse a través del abdomen de la madre (transabdominal) o del canal vaginal (transvaginal). La salud de un feto puede evaluarse fácilmente con la ecografía fetal. agrandar La ecografía emplea un dispositivo electrónico llamado transductor para enviar y recibir ondas de sonido. Cuando el transductor se mueve sobre el abdomen, las ondas sonoras ultrasónicas se mueven a través de la piel, músculos, hueso y líquidos a diferentes velocidades. Las ondas sonoras rebotan en el feto como un eco y regresan al transductor. El transductor recoge las ondas reflejadas y las convierte en una imagen electrónica. Se coloca un gel transparente entre el transductor y la piel para permitir la mejor conducción sonora y un movimiento continuo del transductor. Las anomalías fetales son relativamente poco frecuentes y dependen de una variedad de factores relacionados con la salud y edad de la madre y con otras variables genéticas y ambientales. Para identificar y corregir potencialmente cualquier problema, se controlan determinadas estructuras fetales durante una ultrasonografía de rutina. El Colegio Americano de Radiología (American College of Radiology) y el Instituto Americano de Ultrasonido en Medicina (American Institute of Ultrasound in Medicine) sugieren que deben evaluarse las siguientes estructuras durante una ecografía prenatal de rutina: Cabeza y cerebro. Se evalúan defectos en las cámaras del cerebro (ventrículos), la distancia entre los huesos parietales y la cabeza fetal (diámetro biparietal), y la depresión ósea en la parte posterior de la cabeza (área nucal). Corazón. Se evalúan las cámaras y válvulas del corazón y pueden identificarse defectos. Abdomen y estómago. Se verifica el tamaño, localización y disposición de los intestinos Vejiga urinaria. Se evalúa el tamaño y la presencia de la vejiga. Columna vertebral. Pueden identificarse defectos si están presentes. Cordón umbilical. En la parte anterior del abdomen debe haber tres vasos sanguíneos. Riñones. Deben observarse dos riñones a cada lado de la parte media de la columna. Otras estructuras fetales. También se pueden explorar y evaluar las extremidades y otras partes.

Estudio Doppler.

Es un transductor de ultrasonido de mano/portátil usado para detectar los latidos de un feto durante los cuidados prenatales. Utiliza el efecto Doppler para proporcionar una simulación audible de latidos. Algunos modelos también muestran el ritmo cardíaco en latidos por minuto. El uso de este monitor a veces es conocido como auscultación Doppler. Un monitor fetal Doppler proporciona información acerca del feto similar a la información que proporciona un estetoscopio fetal. Una ventaja del monitor fetal Doppler sobre un estetoscopio acústico (no electrónico) fetal es la producción de sonidos; la cual permite a las personas, aparte del usuario, escuchar los latidos. Una desventaja es su complejidad y su costo, y su baja fiabilidad para un dispositivo electrónico.

CTG Simple y Estresado.

Su objetivo fundamental es la evaluación del estado de salud fetal durante el embarazo, identificando el feto que presumiblemente está sano y el feto que posiblemente pueda estar en situación comprometida, con el fin de establecer las medidas oportunas, según los protocolos establecidos, en uno y otro caso, para poder corregir la situación antes de que se produzcan daños irreversibles en el feto. Para que la técnica sea correcta, y evitar con ello los falsos positivos y negativos, es necesario que se cumplan una serie de requisitos: a) Posición de la paciente: semisentada o en decúbito lateral, evitando siempre la posición de decúbito supino, a fin de que no se produzca el síndrome hipotensivo supino y las alteraciones consiguientes de la FCF. Además, es conocida la influencia de la posición materna en los movimientos fetales y en la FCF (22). b) La paciente no debe acudir en ayunas a la realización del test basal, ya que se ha demostrado que los movimientos fetales son más frecuentes tras la ingesta, sobre todo de glucosa. c) Si la paciente es fumadora, debe transcurrir un intervalo entre el último cigarrillo y el test basal de al menos una hora, ya que se ha demostrado que el tabaco produce efectos negativos en la FCF y en los movimientos fetales (18). d) Si la paciente está sometida a un tratamiento farmacológico sedante, debe indicarlo, y, si fuese posible, debe realizarse la prueba antes de la toma de dicho fármaco. e) La duración debe tener un mínimo de 20 minutos. Si tras este período se cumplen las condiciones exigidas para valorar el test basal, puede darse por finalizado el mismo, pero si no ha habido suficientes movimientos fetales, debe procederse a estimular el feto por palpación del abdomen materno con el objetivo de “despertarlo” (el período de sueño fisiológico fetal dura alrededor de 20 minutos, y el período de actividad, alrededor de 40 minutos), o bien administrando a la embarazada una solución de glucosa. Tras estas maniobras es necesario esperar otros 20 minutos antes de valorar el test basal.

Perfil biofisico fetal

Trata de observar la actividad biofísica normal del bebé, lo que traduce la integridad de su función cerebral. El perfil biofísico sólo debe realizarse en gestaciones de riesgo, una vez alcanzada la viabilidad del feto (que en los hospitales terciarios suele ser a partir de la semana 24) y en función de la patología materna o fetal que exista. Esta prueba de control de bienestar fetal se compone de una ecógrafía, donde se valoran los movimientos corporales del feto, el tono fetal, los movimientos respiratorios y el volumen de líquido amniótico; y de una monitorización externa que estudia la frecuencia cardiaca. Por tanto se analizan 5 variables: Movimientos corporales fetales. Movimientos respiratorios fetales. Tono fetal. Cantidad de líquido amniótico. Frecuencia cardiaca fetal. Cada una de la 5 variables analizadas se valora como "0" si está ausente o como "2" si está presente obteniendo puntuaciones entre 0 y 10. Si la puntuación es 8/10 ó 10/10 quiere decir que no existe asfixia fetal y puede seguir controlándose al feto, siempre que el líquido amniótico sea normal. Si la puntuación es 6/10 se valorará la cantidad de líquido amniótico y la edad gestacional para finalizar la gestación o seguir controlando el embarazo. Si la puntuación es menor de 6/10 indica que puede existir asfixia fetal y deberá vigilarse al feto de forma más estricta o se finalizará la gestación si son más de 32 semanas previa maduración pulmonar con corticoides. Si la puntuación es menor o igual a 2/10, se finalizará directamente la gestación. La actitud a tomar con cada puntuación dependerá del centro y de la disponibilidad de unidades de intensivos para neonatos y grandes prematuros

CLINICOS
Test de movimientos fetales. Test de movimientos fetales.

El movimiento fetal se refiere al movimiento del feto ocasionado por su propia actividad muscular. La actividad locomotora comienza durante la etapa embrionaria tardía y cambia en su naturaleza a lo largo del desarrollo prenatal. Los músculos comienzan a moverse en cuanto son inervados. Estos movimientos no son reflejos, se crean a partir de impulsos nerviosos autogenerados que se originan en la médula espinal. A medida que el sistema nervioso madura, los músculos pueden moverse en respuesta a ciertos estímulos. En términos generales, el movimiento fetal puede clasificarse como suscitado o espontáneo, y los movimientos espontáneos pueden ser generados en la médula espinal o el cerebro. Se puede inferir si un movimiento es determinado supraespinalmente comparándolo con los movimientos de un feto anencefálico. Los fetos de entre 14 y 18 semanas muestran un ritmo circadiano pronunciado en su nivel de actividad, lo cual puede detectarse con un electrocardiograma fetal o midiendo la actividad locomotora. Los períodos de actividad y reposo no corresponden a los de la madre: los fetos son más activos de 9 de la mañana a 2 de la tarde y de 7 de la noche a 4 de la mañana.20 Durante las últimas 4 o 6 semanas antes del parto, el pateo de la mayoría de los fetos ocurre mientras duermen ligeramente

Medición de la altura uterina.

La tabla de la altura uterina muestra cuál es la altura del útero de cada semana del embarazo en centímetros (cm). Se divide en tres percentiles: P10 sería el mínimo, es decir, que el 90% de las mujeres embarazadas tienen una mayor altura del útero; P50 es la media de altura uterina y, finalmente, P90 significaría que el útero tiene una gran altura, ya que el 90% de las embarazadas tendrían una altura menor.

Evaluación de la ganancia materno.

La ganancia de peso es importante, pero el embarazo no ha de convertirse en una excusa ni para la indulgencia alimentaria incontrolada (el viejo dicho de que en el embarazo la mujer “tiene que comer por dos” no debe interpretarse como un permiso para comer sin medida), ni para el control excesivo por miedo a perder la figura. Las embarazadas con bajo peso deben aumentar más kilogramos para recuperar su estado nutricional, mientras que las embarazadas que comienzan la gestación con exceso de peso deben limitar el aumento, aunque no se aconseja un incremento menor a 6 kg en casos de obesidad. Para las embarazadas de baja talla (menos de 157 cm), se sugieren como ideales los límites inferiores de los intervalos de ganancia de peso, mientras que para las gestantes adolescentes y las de razanegra, los límites superiores serían los aconsejados.

Auscultación clínica de la FCF.

La frecuencia cardíaca fetal o fetocardia de feto humano son los latidos del corazón en un minuto. El corazón fetal aparece a la semana 6 y ya se puede detectar su látido mediante una ecografía Doppler gestacional a partir de la décima semana. Se puede escuchar de dos maneras: la primera con la corneta de Pinard a partir de la vigésima semana de gestación y la segunda con un doppler obstétrico. El foco máximo de auscultación se encuentra hacia la cabeza y el dorso fetal. La frecuencia cardíaca fetal basal oscila entre 120 y 160 latidos por minuto;1 se habla de taquicardia fetal cuando ésta pasa de 160 y de bradicardia fetal cuando la frecuencia está por debajo de 120 latidos por minuto; estos cambios se relacionan con el estado anímico materno, la alimentación, la hipoxia fetal, los medicamentos.