Canarias y la expansión imperialista
Los puertos canarios
El desarrollo de la navegación a vapor hizo necesaria la presencia de estaciones carboneras para el suministro de combustible en los viajes marítimos a distancia.
Debido a la situación geográfica del archipiélago, Canarias se convirtió en un enclave de gran importancia en las rutas de navegación hacia el continente africano y América del sur.
Desde 1880 los puertos canarios se convirtieron en estaciones carboneras para los vapores de nacionalidades que conectaban los principales puertos europeos con las colonias africanas y países sudamericanos.
Los conflictos diplomáticos generados por la concesión de instalaciones de cables telegráficos con suministros en Canarias o el establecimiento de compañías carboneras alemanas en los puertos isleños pusieron de manifiesto que el archipiélago se había convertido en un escenario más de la rivalidad colonial ente el Reino Unido y Alemania.
El Puerto de la Luz, se convirtió en el principal puerto de la fachada atlántica africana.
Inversión británica
La presencia de una nutrida colonia de comerciantes extranjeros en los principales puertos no era ninguna novedad.
Sin embargo, a comienzos del siglo XVIII, la precensia extranjera, aquí río gran protagonismo en Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y el Puerto de la Cruz.
Las compañías extranjeras controlaban buena parte de las operaciones comerciales, la actividad portuaria, suministro de carbón, reparaciones navales, el negocio turístico, los servicios públicos, la banca y los seguros.
La opinión pública local acuñó el término brizantinacion para hacer referencia a la hegemonía extranjera.
Cultivos de exportación
Sobre 1900 la expansión de nuevos cultivos permitió a agricultores y comerciantes superar la grave crisis provocada a finales del siglo XIX por la depreciación de la cochinilla.
De la mano de los inversores ingleses, los cultivadores locales emprendieron una nueva andadura e invirtieron en costosas obras de capitalización.
El plátano se convirtió en el principal motor de la actividad económica insular en el primer tercio del siglo XIX.
Su elevada rentabilidad , a pesar de la competencia de la fruta centroamericana en los mercados europeos, atrajo grandes inversores y le permitió ocupar mejores zonas de cultivo.
Destino turístico
Para el Reino Unido las islas Canarias desempeñaban tres importantes funciones económicas:
Importante estación carbonera.
Destacado centro para la producción.
Exportación de fruta y principal destino turístico.
A comienzos del siglo XX Las Palmas, el Puerto de la Cruz y, en menor medida, Santa Cruz de Tenerife se convirtieron en localidades muy visitadas por los turistas ingleses, que, con frecuencia, acudían al archipiélago a recuperarse de alguna enfermedad.
Gracias a diversas inversiones de capital, casi siempre británico, permitieron la construcción de grandes hoteles.