Deja de Ser Tú

Prólogo

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Tu cerebro participa en todo cuanto haces, incluyendo lo que piensas, lo que sientes, lo que realizas y lo bien que te llevas con los demás. Es el órgano de la personalidad, el carácter, la inteligencia y de cada decisión que tomas. Los más de veinte años que llevo examinando imágenes del cerebro de decenas de miles de pacientes de todo el mundo me han enseñado que cuando el cerebro nos funciona bien nosotros también funcionamos bien y que cuando experimenta alteraciones lo más probable es que tengamos problemas en nuestra vida.Cuando nuestro cerebro no sufre desarreglos, somos más felices, nos sentimos más saludables, más ricos, más sabios y también tomamos mejores decisiones, lo cual nos ayuda a triunfar más en la vida y a vivir más años. Pero cuando el cerebro no está sano por cualquier razón —como una lesión en la cabeza o un trauma emocional del pasado—, estamos más tristes y más enfermos, y somos más pobres, menos sabios y menos exitosos.Es fácil entender que los traumas dañen el cerebro, pero los investigadores también han descubierto que los pensamientos negativos y la mala programación del pasado también lo afectan.Por ejemplo, yo crecí con un hermano mayor empeñado en zurrarme. La tensión y el miedo que sentía constantemente me produjeron mucha angustia, unas pautas mentales marcadas por la ansiedad y estar siempre en guardia, porque no sabía cuándo me iba a pasar algo malo. El temor en el que yo vivía me causó una hiperactividad en los centros del miedo del cerebro durante mucho tiempo, hasta que pude resolver este problema más tarde en la vida.En Deja de ser tú, mi colega el doctor Joe Dispenza te guía para que alcances un nuevo estado mental al optimizar tanto el hardware como el software de tu cerebro. Este nuevo libro se basa en unos sólidos conocimientos científicos y su autor sigue hablando con el mismo afecto y sabiduría que expresa en la película premiada ¿¡Y tú qué sabes!? y en su primer libro, Desarrolla tu cerebro.Aunque yo considere el cerebro como un ordenador, con el hard­ ware y el software, el hardware (el funcionamiento físico del cerebro) no está separado del software o de la constante programación y reestructuración que se da a lo largo de nuestra vida. Ambos se influyen mutuamente de forma dramática.La mayoría de las personas hemos padecido alguna clase de trauma en nuestra vida y vivimos a diario con las cicatrices que nos dejó. Eliminar las experiencias que se han convertido en una parte de la estructura del cerebro puede ser increíblemente curativo. Por supuesto, adquirir hábitos saludables para el cerebro, como seguir una dieta adecuada, hacer ejercicio y tomar determinados nutrientes para el cerebro, es esencial para que este órgano nos funcione bien. Pero los pensamientos que tienes a cada momento también pueden ser sumamente sanadores para el cerebro... o muy malos para ti. Lo mismo ocurre con las experiencias del pasado grabadas en él.El estudio que estamos llevando a cabo en la Amen Clinics se llama «Escaneo del cerebro por SPECT». La SPECT o tomografía computerizada por emisión de fotón simple es una técnica de la medicina nuclear que permite observar la circulación sanguínea y los patrones de actividad. Es distinta de las imágenes de la tomografía computarizada (TC) o de la resonancia magnética (RM), que examinan la anatomía cerebral, ya que la SPECT observa el funcionamiento del cerebro. El estudio que estamos realizando con la SPECT, en este momento disponemos de más de 70.000 imágenes, nos ha proporcionado datos muy importantes sobre el cerebro, como:• Las lesiones cerebrales pueden arruinarnos la vida.• El alcohol no es sano, lo demuestran las lesiones graves que se aprecian en las imágenes de SPECT.• Algunos medicamentos que solemos tomar, como los ansiolíti-cos comunes, no son buenos para el cerebro.• Enfermedades como el Alzheimer empiezan en el cerebro décadas antes de manifestarse los síntomas.Las imágenes obtenidas por medio de la SPECT también nos han enseñado que como sociedad necesitamos sentir mucho más amor y respeto por el cerebro, y que dejar que nuestros hijos hagan deportes de contacto, como el fútbol americano y el hockey, no es una buena idea. Una de las lecciones más excitantes que he aprendido es que podemos cambiar nuestro cerebro literalmente y, por lo tanto, cambiar nuestra vida, al adquirir hábitos saludables para él, como por ejemplo corregir nuestras creencias negativas y utilizar herramientas meditati-vas como las que describe el doctor Dispenza.En una serie de estudios que hemos publicado, la práctica de la meditación, como la que el doctor Dispenza aconseja, aumentó considerablemente la circulación sanguínea en la corteza prefrontal, la parte más pensante del cerebro humano. Después de meditar a diario durante ocho semanas, a los sujetos del estudio la corteza prefrontal en reposo se les fortaleció y la memoria también les mejoró. Hay muchas formas de curar y optimizar el cerebro.Espero que tú también desees, como yo, desarrollar «un cerebro más envidiable» que te funcione mejor. La investigación que estamos llevando a cabo con el estudio de las imágenes obtenidas mediante el escaneo del cerebro me cambió la vida. Al poco tiempo de haber empezado el proyecto SPECT en 1991, decidí observar mi propio cerebro. En aquella época tenía 37 años. Al ver su aspecto tóxico y lleno de bultitos, supe que no estaba sano. Apenas he bebido y nunca he fumado ni consumido ninguna droga ilegal. ¿Por qué tenía entonces tan mal aspecto mi cerebro? Antes de saber lo que es importante para la salud del cerebro, tenía muchos malos hábitos. Comía mucha comida basura, bebía refrescos carbonatados, no dormía más de cuatro a cinco horas diarias y acarreaba heridas emocionales del pasado sin analizar. no hacía ejercicio, me sentía siempre estresado y pesaba quince kilos de más. Lo que no sabía es que todo esto no era bueno para mi cerebro..., en absoluto.En la última imagen, mi cerebro se ve mucho más joven que veinte años atrás. Se ha rejuvenecido literalmente, y tu cerebro también puede rejuvenecerse tanto como el mío cuando decidas cuidarlo bien. Cuando vi la primera imagen de mi cerebro, quise que mejorara. Este libro también te ayudará a mejorar el tuyo.Espero que disfrutes con su lectura tanto como yo.DANIEL G. AMEN, M. D., autor de Cambia tu cerebro, cambia tu vida

Introducción: El hábito clave que puedes suprimir es el de ser tú

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Cuando pienso en los libros publicados sobre cómo crear la vida que deseamos, me doy cuenta de que muchas personas seguimos buscando métodos respaldados por sólidos conocimientos científicos que funcionan de verdad. Pero las últimas investigaciones sobre el cerebro y el cuerpo, la mente y la conciencia —que constituyen un salto cuántico con relación a nuestros conocimientos de física— señalan mayores posibilidades sobre cómo alcanzar lo que de manera innata conocemos como nuestro auténtico potencial.En mi calidad de quiropráctico que dirige una concurrida clínica integral de salud y de educador en el campo de la neurociencia, la función cerebral, la biología y la química del cerebro, he tenido el privilegio de estar al frente de algunas de estas investigaciones, no solamente estudiando los campos que acabo de citar, sino observando los efectos de esta nueva ciencia, en cuanto la aplican personas corrientes como tú y como yo. Ha llegado el momento de que las posibilidades de esta nueva ciencia se hagan realidad.Por esta razón he podido apreciar algunos cambios asombrosos en la salud y la calidad de vida que los pacientes experimentaron al cambiar su mente. Durante los últimos años he tenido la oportunidad de entrevistar a muchas personas que habían superado graves enfermedades terminales o crónicas. El modelo imperante de medicina catalogó estas recuperaciones de «remisiones espontáneas».Pero tras examinar extensamente los viajes interiores de esos sujetos, descubrí que la mente había desempeñado un papel muy importante en ello... y que sus cambios físicos no habían sido tan espontáneos después de todo. Este hallazgo me motivó a seguir con mis estudios de posgrado sobre las imágenes del cerebro, la neuroplasticidad, la epigenética y la psiconeuroinmunología. Simplemente concluí que era posible descubrir y, luego reproducir, lo que había estado ocurriendo en el cerebro y en el cuerpo de esas personas. En este libro quiero compartir algunas de las cosas que aprendí y mostrarte, al analizar la interrelación entre mente y materia, cómo aplicar estos principios no sólo a tu cuerpo, sino a cualquier aspecto de tu vida.

Primera parte: La ciencia de tu ser

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Esta parte se inicia con un resumen de los paradigmas filosóficos y científicos relativos a las últimas investigaciones sobre la naturaleza de la realidad, quién eres, por qué cambiar nos cuesta tanto a muchas personas y lo que es posible realizar como ser humano. Es muy amena, te lo prometo.El capítulo 1, Tu yo cuántico, es una introducción a la física cuántica, pero no te asustes, la presento porque es importante que empieces a aceptar el concepto de que tu mente (subjetiva) tiene un efecto sobre tu (mundo) objetivo. En la física cuántica, el efecto observador afirma que allí donde pones la atención pones la energía. Por lo tanto, afectas al mundo material (que por cierto está hecho en su mayor parte de energía). Si consideras esta idea, aunque sea sólo por un instante, empezarás a centrarte en lo que quieres, en lugar de en lo que no quieres. E incluso es posible que te descubras pensando: Si un átomo se compo­ ne de un 99.99999 por ciento de energía y de un 00,00001 por ciento de materia física,1 ¡yo soy más nada que algo! ¿Por qué pongo entonces mi atención en el pequeño porcentaje del mundo físico cuando soy mucho más lo otro? ¿Es definir mi realidad presente a través de lo que percibo con los sentidos mi mayor limitación?Del capítulo 2 al 4 describo qué significa cambiar, ir más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo.Seguramente has contemplado la idea de que tus pensamientos crean tu vida. Pero en el capítulo 2, Ve más allá del entorno, analizo que si dejas que el mundo exterior controle lo que piensas y sientes, éste te está creando unos circuitos en el cerebro que te hacen pensar «como» todo lo que conoces. Por eso creas más de lo mismo, la arquitectura neurológica de tu cerebro refleja los problemas, las condiciones personales y las circunstancias de tu vida. Así que para cambiar debes ir más allá de lo físico de tu vida.En el capítulo 3, Ve más allá del cuerpo, sigo hablando de cómo vivimos dejándonos llevar sin darnos cuenta por una serie de conductas, pensamientos y reacciones emocionales memorizadas que funcionan como programas informáticos instalados en el subconsciente. Por esta razón los «pensamientos positivos» no bastan, ya que la mayor parte de quien somos reside a nivel subconsciente como negatividad en el cuerpo. Pero no te preocupes, al terminar el libro ya habrás aprendido a entrar en el sistema operativo del subconsciente y a hacer cambios permanentes donde residen estos programas.En el capítulo 4, Ve más allá del tiempo, analizo cómo vivimos anticipando situaciones futuras o rememorando repetidamente recuerdos (o ambas cosas) hasta que el cuerpo empieza a creer que vivimos en el pasado en vez de en el presente. Las investigaciones más recientes respaldan la idea de que tenemos una capacidad natural para cambiar el cerebro y el cuerpo con los pensamientos, o sea, que biológicamente el cuerpo cree que ya ha ocurrido alguna situación futura. Como podemos hacer que un pensamiento sea más real que ninguna otra cosa, podemos cambiar quien somos, desde las neuronas hasta los genes, si adquirimos los conocimientos necesarios. Cuando aprendes a usar tu atención y a vivir en el presente, cruzas la puerta que lleva al campo cuántico, donde existen todas las posibilidades.El capítulo 5, Supervivencia frente a creación, ilustra la diferencia entre vivir en un estado de supervivencia y vivir en un estado de creación. Lo primero conlleva vivir estresado y funcionar como un materialista, creyendo que el mundo exterior es más real que el mundo interior. Cuando estás presionado por la respuesta de lucha o huida del sistema nervioso, con un cóctel de sustancias químicas tóxicas circulando por tu cuerpo, estás programado para preocuparte sólo por el cuerpo, las cosas o las personas de tu entorno, y estás obsesionado con el tiempo. El cerebro y el cuerpo han perdido el equilibro. Llevas una vida previsible. En cambio, cuando te encuentras en el armónico estado de creación, eres sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo, pierdes la noción de ti. Te conviertes en conciencia pura, libre de las cadenas de la identidad que necesita la realidad exterior para recordar quién cree ser.

1 Tu yo cuántico

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En el pasado los físicos dividieron el mundo en materia y pensamiento y más tarde, en materia y energía. Cada uno de estos pares se consideraba totalmente distinto el uno del otro, ¡pero no lo son! Esta dualidad mente/ materia conformó nuestra visión del mundo según la cual la realidad estaba básicamente predeterminada y podíamos hacer muy poco para cambiar las cosas con nuestras acciones y menos aún con nuestros pensamientos. Pero hoy día consideramos que formamos parte de un inmenso campo invisible de energía que contiene todas las realidades posibles y que responde a nuestros pensamientos y sentimientos. Al igual que los científicos están estudiando la relación entre pensamiento y materia, nosotros estamos deseosos de hacer lo mismo en nuestra vida. Por eso nos preguntamos: ¿Puedo crear con mi mente mi propia realidad? De ser así, ¿es una habilidad que puedo aprender y usar para convertirme en quien quiero ser y crear la vida que quiero vivir?Afrontémoslo, ninguno de nosotros es perfecto. Tanto si queremos cambiar o no en el sentido físico, emocional o espiritual, todos abrigamos el mismo deseo: queremos vivir como una versión idealizada de quien pensamos y creemos poder ser. Cuando plantados frente al espejo contemplamos nuestros michelines, no sólo vemos reflejado en él esta versión nuestra algo regordeta, sino que también vemos, dependiendo del humor con que nos hayamos levantado ese día, una versión de nosotros en mejor forma física u otra más obesa y maciza. ¿Cuál de nuestras imágenes es la real? Cuando acostados en la cama repasamos por la noche los acontecimientos del día y nuestros esfuerzos para ser más tolerantes y menos reactivos, no estamos viendo tan sólo el padre o la madre que le ha gritado a su hijo por no hacer sin rechistar y deprisa lo que le pedía. nos vemos como una persona angelical a la que le han agotado la paciencia o como un ogro horrendo que destruye la autoestima de un niño. ¿Cuál de estas imágenes es la real?La respuesta es: ambas lo son. Y no sólo lo son estos dos extremos, sino también un espectro infinito de imágenes que abarca desde las positivas hasta las negativas. ¿Cómo puede ser? Para que entiendas mejor por qué ninguna de estas versiones tuyas es más o menos real que las otras, tendré que destruir la idea más común de la naturaleza de la realidad y reemplazarla por otra.Si bien parece una tarea hercúlea y en ciertos sentidos lo es, también sé que este libro seguramente te ha atraído porque no has conseguido hacer ningún cambio físico, emocional o espiritual en tu vida que haya sido duradero, no has logrado ser la persona que deseabas. Y tu fracaso tiene más que ver con tus ideas de por qué tu vida es como es que con cualquier otra cosa, como por ejemplo la falta de voluntad, de tiempo, de valor o imaginación.Para poder cambiar debes modificar la imagen que tienes de ti y del mundo, para abrirte a nuevos conocimientos y experiencias.Esto es lo que la lectura de este libro hará por ti.Tus fallos del pasado vienen de un error: no te has comprometido a vivir asumiendo la verdad de que tus pensamientos tienen consecuencias tan importantes que crean tu propia realidad.Todos podemos crear nuestro propio destino, todos cosechamos los beneficios de nuestros esfuerzos constructivos. no tenemos por qué conformarnos con nuestra realidad actual, podemos crear otra nueva cuando queramos. Todos tenemos esta capacidad, porque para bien o para mal, nuestros pensamientos influyen en nuestra vida.Estoy seguro de que ya lo habías oído antes, pero me pregunto si la mayoría de nosotros hacemos nuestra esta afirmación. Ya que si aceptáramos realmente que lo que pensamos crea unos efectos tangibles en nuestra vida, no permitiríamos que nos viniera a la cabeza ningún pensamiento negativo. Y nos fijaríamos en aquello que queremos, en lugar de estar siempre obsesionados con nuestros problemas.Piensa en ello: si supieras que este principio es cierto, ¿acaso dejarías pasar un solo día sin crear el destino que deseas?

2 Ve más allá del entorno

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A estas alturas confío en que empieces a aceptar la idea de que la mente subjetiva produce un efecto en el mundo objetivo. Incluso puede que estés dispuesto a aceptar que un observador puede afectar el mundo subatómico e influir en una situación colapsando un simple electrón de una onda de energía en una partícula. En este momento probablemente también creas que los experimentos científicos de la mecánica cuántica de los que he hablado, demuestran que la conciencia controla directamente el mundo infinitesimal de los átomos porque estos elementos están hechos sobre todo de conciencia y energía. Lo cual es la física cuántica en acción, ¿verdad?Pero tal vez sigas dudando del concepto de que la mente produce efectos reales y perceptibles en tu vida. Quizá te preguntes: ¿Cómo pue­ de mi mente influir en situaciones importantes para cambiar mi vida?¿Cómo puedo yo colapsar electrones en un acontecimiento llamado la nueva experiencia futura que deseo vivir? no me sorprendería si también dudaras de tu capacidad para crear experiencias reales en el más amplio mundo de la realidad.Mi objetivo es que entiendas, y veas en la acción, la base científica que respalda que tus pensamientos crean tu realidad. Si tienes alguna duda, me gustaría que te plantearas la posibilidad de que tu modo de pensar afecta directamente tu vida.

3 Ve más allá del cuerpo

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Cuando piensas, tus pensamientos no caen en el vacío. Cada vez que tienes un pensamiento se da una reacción bioquímica en el cerebro, generas sustancias químicas. Y como verás más adelante, el cerebro le envía al cuerpo unas señales químicas que actúan a modo de mensajeras de los pensamientos. Cuando el cuerpo recibe estos mensajes químicos del cerebro, responde al instante activando una serie de reacciones que coinciden con lo que el cerebro está pensando. Acto seguido el cuerpo le envía al cerebro un mensaje confirmándole que ahora se sien­ te exactamente como el cerebro está pensando.Para entender este proceso —cómo piensas de acuerdo con tu cuerpo y cómo puedes cambiar tu mente—, debes ver en primer lugar el papel que el cerebro y la química del mismo tienen en tu vida. En las últimas décadas se ha descubierto que el cerebro y el resto del cuerpo interactúan mediante potentes señales electroquímicas. Entre nuestros oídos existe una gran fábrica química que se ocupa de una infinidad de funciones fisiológicas. Pero no te preocupes, solamente hablaré de las bases de la química cerebral y de unos pocos términos, que es todo cuanto necesitas saber.Todas las células tienen en su superficie receptores que captan la información procedente del exterior de sus límites. Cuando las sustancias químicas, la frecuencia y la carga eléctrica entre un punto receptor y una señal recibida del exterior concuerdan, la célula «se activa» para realizar determinadas tareas.

4 Ve más allá del tiempo

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Se ha escrito largo y tendido sobre la importancia de vivir el presente. Podría citar estadísticas de cualquier índole, desde conducir con la cabeza en otra parte hasta el divorcio, que respaldan la idea de lo difícil que nos resulta vivir el presente. Pero me gustaría profundizar esta idea expresándola en términos cuánticos. En el presente es donde existen simultáneamente todas las posibilidades en el campo cuántico. Cuando estamos presentes, vivimos «el momento», podemos ir más allá del espacio y el tiempo, y hacer realidad cualquiera de estas posibilidades. Pero cuando vivimos en el pasado, no existe ninguna de estas nuevas posibilidades.Has aprendido que cuando los seres humanos intentamos cambiar reaccionamos como adictos, porque nos volvemos adictos a nuestros estados químicos del ser habituales. Cuando tienes una adicción es casi como si el cuerpo poseyera una mente propia. A medida que las situaciones del pasado provocan la misma respuesta química que la del episodio original, tu cuerpo cree estar reviviéndolo. Y en cuanto lo adiestras con este proceso a ser la mente subconsciente, el cuerpo es el que lleva la batuta, se convierte en la mente y, por lo tanto, puede, en cierto sentido, pensar.He hablado de cómo el cuerpo se convierte en la mente por medio del ciclo de pensar y sentir, y sentir y pensar. Pero con los recuerdos del pasado también ocurre lo mismo.El proceso es el siguiente: vivimos una experiencia con una carga emocional. Después tenemos un pensamiento sobre este episodio. El pensamiento se convierte a su vez en un recuerdo que reproduce de forma refleja la emoción de la experiencia. Si seguimos pensando en aquel recuerdo de manera repetida, el pensamiento, el recuerdo y la emoción acaban fusionándose en una sola cosa y «memorizamos» la emoción. Ahora vivir en el pasado ya es un proceso más subconsciente que consciente.

5 Supervivencia frente a creación

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En el último capítulo he puesto el ejemplo de cuando escribo para ilustrar la importancia de trascender los Tres Grandes porque al escribir estamos creando palabras (ya sea en una página física o en un documento digital). La misma creatividad se da cuando pintamos, tocamos un instrumento musical, torneamos la madera o realizamos cualquier otra actividad que nos libere de los límites de los Tres Grandes.¿Por qué nos cuesta tanto vivir esos momentos creativos? Si nos centramos en un penoso pasado o en un temido futuro, significa que estamos viviendo la mayor parte del tiempo estresados, en un estado de supervivencia. Tanto si estamos obsesionados con la salud (la supervivencia del cuerpo), el pago de la hipoteca (la necesidad de sobrevivir en un espacio que nos proteja del entorno exterior) o el tiempo que nos falta para hacer lo necesario para sobrevivir, la mayoría estamos mucho más acostumbrados a vivir en el estado adictivo de la mente llamado de «supervivencia» que en el de creadores.En mi primer libro explico con gran detalle en qué se diferencia un estado creativo de un estado de supervivencia. Si deseas conocer más a fondo estas diferencias, puedes leer los capítulos 8-11 de Desarrolla tu cerebro. En las siguientes páginas describiré brevemente la diferencia entre ambos estados.Para entender el estado de supervivencia imagínate un animal, como un ciervo, pastando satisfecho en el bosque. Supongamos que vive en homeostasis, en perfecto equilibrio, con el entorno. Pero si detecta algún peligro en el mundo exterior —como por ejemplo un depredador—, se activa en él la respuesta de lucha o huida del sistema nervioso. El siste­ ma nervioso simpático forma parte del sistema nervioso autónomo, que se ocupa de funciones automáticas del cuerpo como la digestión, la regulación térmica, los niveles de azúcar en la sangre y otras similares. El cuerpo del ciervo se prepara para afrontar la situación de emergencia cambiando químicamente: el sistema nervioso simpático activa de manera automática las glándulas suprarrenales para movilizar una gran cantidad de energía. Si le persigue una manada de coyotes, utiliza esta energía para huir. Y si es lo bastante ágil como para huir sin sufrir ningún daño, quizás al cabo de quince o veinte minutos, cuando la amenaza haya desaparecido, vuelva a pastar como si nada tras recuperar el equilibrio interior.Los humanos tenemos el mismo sistema. Cuando detectamos un peligro, el sistema nervioso simpático se activa y la energía se moviliza, como ocurre con el ciervo. En los albores de la historia humana, esta respuesta de adaptación tan eficaz nos ayudaba a enfrentarnos a depredadores y a otras amenazas para sobrevivir. Aquellas cualidades de los animales nos iban de maravilla para nuestra evolución como especie.

Segunda parte: Tu cerebro y la meditación

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En el capítulo 6, Los tres cerebros: de pensar a actuar y a ser, aceptas el concepto de que tus tres «cerebros» te permiten pasar de pensar a actuar y a ser. Es más, cuando no pones tu atención en el entorno, tu cuerpo y el tiempo, sino en alguna otra cosa, puedes pasar fácilmente de pensar a ser sin tener que hacer nada. En este estado mental, el cerebro no distingue lo que está sucediendo en el mundo exterior de la realidad de lo que está pasando en el mundo interior de tu mente. Por esta razón, si repites mentalmente una experiencia que deseas vivir en el futuro, sentirás las emociones que te produce antes de que se materialice en tu vida. Ahora estás entrando en un nuevo estado del ser, porque la mente y el cuerpo funcionan como uno. Cuando empiezas a sentir como si una posible realidad futura ya estuviera sucediendo en el momento en que te centras en ella, estás cambiando tus hábitos y actitudes automáticos y otros programas subconscientes negativos.En el capítulo 7, El vacío, describo cómo liberarte de las emociones que has memorizado —y convertido en parte de tu personalidad— y cómo cerrar el vacío entre quien eres en tu mundo interior privado y quien aparentas ser en el mundo exterior social. Todos llegamos a un punto en el que dejamos de aprender y vemos que no hay nada del mundo exterior que pueda hacer desaparecer esos sentimientos del pasado. Si prevés el sentimiento de cada posible vivencia de tu vida, no habrá espacio para que ocurra algo nuevo, porque estarás contemplando tu vida encarando el pasado en lugar del futuro. Es la coyuntura en la que el alma se libera o se hunde en la inconsciencia. Aprenderás a liberar tu energía en forma de emociones y, por lo tanto, a cerrar el vacío entre quien aparentas ser y quien eres. Y en último lugar, te volverás transparente. Cuando quien aparentas ser es quien eres realmente, es cuando eres libre de verdad.La segunda parte concluye con el capítulo 8, La meditación, desmitificando lo místico y las ondas de tu futuro, en el que mi objetivo es desmitificar la meditación para que sepas lo que estás haciendo y por qué lo haces. Incluye un resumen de la tecnología de las ondas cerebrales para mostrarte que el campo electromagnético emitido por tu cerebro cuando está centrado es muy distinto del que irradia cuando está excitado por los factores estresantes de tu vida. Aprenderás que el verdadero objetivo de la meditación es ir más allá de la mente analítica y entrar en el subconsciente para hacer cambios reales y permanentes. Si te levantas de la sesión de meditación siendo la misma persona que la que se sentó, es que no ha ocurrido nada a ningún nivel. Pero si cuando meditas conectas con algo superior, podrás crear y luego memorizar una coherencia tan colosal entre tus pensamientos y tus sentimientos que no habrá nada en tu realidad exterior —ninguna cosa, persona o condición en ningún lugar o momento— que pueda alterar este nivel de energía. Controlarás el entorno, el cuerpo y el tiempo.

Tercera parte: Avanza hacia tu nuevo destino

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Toda la información de la primera y la segunda parte te ha aportado los conocimientos necesarios para poder demostrarla (aplicarla) en la tercera parte, que te explica «cómo» llevarlo a cabo, de esta manera experimentarás por ti mismo lo que has aprendido. La tercera parte consiste en practicar esta disciplina: en ejecutarla al ser consciente en la vida cotidiana. Es un proceso de meditación descrito paso a paso para que puedas aplicar las teorías que te he presentado.A propósito, ¿te has sentido un poco agobiado al leer que este proceso tiene varios pasos? Si es así, no es lo que tú crees. Sí, tendrás que aprender una serie de acciones, pero al cabo de poco no te parecerán más que uno o dos pasos sencillos. Después de todo, seguramente ejecutas una serie de acciones cuando te preparas para conducir (por ejemplo, ajustas el asiento, te abrochas el cinturón, compruebas la posición de los espejos retrovisores, enciendes el motor y los faros, echas un vistazo a tu alrededor, presionas la palanca del intermitente, accionas el freno de mano para desbloquearlo, pones la primera o la marcha atrás, pisas el acelerador...). Desde que aprendiste a conducir las has estado realizando con desenvoltura de manera automática. Te aseguro que después de aprender los pasos de la tercera parte también te ocurrirá lo mismo con ellos.Tal vez te preguntes: ¿Por qué necesito leer la primera y la segunda parte? Podría pasar directamente a la tercera. Lo sé, yo seguramente pensaría lo mismo. Decidí ofrecerte la información relevante en las dos primeras partes del libro para que no quedara ningún punto sin tratar que pudiera dar lugar a conjeturas, dogmatismos o especulaciones. Cuando empieces a realizar los pasos de la meditación, sabrás exactamente qué es lo que estás haciendo y por qué lo haces. Cuando entiendas los qués y los porqués, más cosas sabrás y por lo tanto mejor sabrás cómo hacerlo cuando llegue el momento. Por eso tu experiencia práctica de cambiar tu mente será más poderosa y deliberada.Al seguir los pasos de la tercera parte tiendes más a aceptar tu capacidad innata para cambiar las llamadas situaciones irresolubles de tu vida. Incluso puede que te permitas contemplar posibles realidades que antes de conocer estos conceptos nuevos nunca te planteaste; ¡quizás empieces a hacer algo poco común! Es lo primero que deseo que consigas cuando termines este libro.Si te resistes a la tentación de pasar directamente a la tercera parte, te prometo que lo que aprenderás en ella cuando la leas te dará mucha fuerza. He visto la utilidad de este método en todo el mundo en la serie de tres talleres que imparto. Cuando los participantes adquieren los conocimientos adecuados de tal modo que los entienden a la perfección y tienen la oportunidad de aplicar lo aprendido con unas instrucciones eficaces, ven, como por arte de magia, los frutos de sus esfuerzos en forma de cambios que son como respuestas del universo en su vida.La tercera parte presenta las habilidades meditativas que te permitirán cambiar algo en tu cuerpo y tu mente y producir un efecto en el exterior. En cuanto adviertes que lo que has hecho dentro de ti ha producido un resultado fuera, vuelves a hacerlo. Al manifestarse una nueva experiencia en tu vida, la energía que te produce en forma de emoción elevada, como fuerza interior, maravilla o una gratitud inmensa, te empuja a volver a hacerlo una y otra vez. Ahora te estás encaminando a una verdadera evolución.Cada paso de la meditación descrito en la tercera parte tiene que ver con alguna información importante presentada en la primera o la segunda. Como a estas alturas ya sabes el significado de todo cuanto estás haciendo, no te queda ninguna ambigüedad que pueda destruir tu visión.Como cualquier otra habilidad, al principio te costará concentrarte mientras aprendes a meditar para que tu cerebro evolucione. Es posible que debas refrenar tu conducta habitual y centrarte en lo que estás haciendo sin distraerte con otros estímulos para que tus acciones sean coherentes con tu intención.Como te ocurrió cuando aprendías a cocinar comida tailandesa, a jugar al golf, a bailar salsa o a manejar el cambio de marchas, tendrás que practicar la aptitud nueva y ejercitar la mente y el cuerpo para memorizarla.Recuerda que la mayoría de instrucciones están divididas en pequeños pasos para que la mente y el cuerpo trabajen unidos. En cuanto «le cojas el tranquillo», los pasos se unirán en un fluido proceso. El enfoque metódico y lineal que aplicarás fluirá a la perfección en una demostración holística, natural y unificada. Es cuando te vuelves un experto. A veces el esfuerzo que exige se te hará pesado. Pero si persistes en ello, poniéndole voluntad y energía, con el tiempo gozarás de los resultados.Cuando sabes que sabes «cómo» hacer algo, ya vas camino de dominarlo. Me causa una gran alegría decir que muchas personas de todo el mundo ya están aplicando los conocimientos de este libro para hacer cambios demostrables en su vida. Deseo de todo corazón que tú también suprimas el hábito de ser tú y crees la nueva vida que deseas.Pongámonos manos a la obra. 

Epílogo: Mora en el yo

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Una de las mayores mentiras que nos hemos llegado a creer sobre nosotros mismos y nuestra naturaleza verdadera es que no somos más que seres físicos definidos por una realidad material, carentes de dimensión y de energía vital, y separados de Dios. no obstante, estoy seguro de que a estas alturas ya sabes que Dios se encuentra en nuestro interior y a nuestro alrededor. no conocer la verdad sobre nuestra identidad real, además de esclavizarnos, reafirma que somos seres limitados viviendo una vida lineal carente de auténtico sentido.La máxima de que más allá del mundo físico no existen reinos ni vida y que no tenemos ningún control sobre nuestro destino no es una «verdad» que debamos aceptar nunca. Espero que este libro te haya ofrecido algunos conocimientos para ver quién eres realmente.Eres un ser multidimensional que crea su propia realidad. La finalidad de este libro es ayudarte a aceptar esta idea como tu ley y tu nueva creencia. Deja de ser tú significa que tendrás que despojarte de tu mente y crear otra nueva.Pero cuando nos desprendemos de nuestra antigua vida o de nuestra mente conocida y empezamos a crear otra nueva, hay un momento entre los dos mundos que no se parece a nada de lo que conocemos, y la mayoría de las personas, al sentir este extraño vacío, nos apresuramos a volver a lo conocido. Ese lugar de incertidumbre —lo desconocido— es el que los inconformistas, los místicos y los santos conocen como la tierra fértil. Vivir en el reino de lo imprevisible es ser todas las posibilidades a la vez. ¿Puedes sentirte cómodo en este espacio vacío? Si es así, te encuentras en la trama de un gran poder creativo, el «yo soy».Al cambiar en el aspecto biológico, energético, físico, emocional, químico, neurológico y genético y dejar de vivir aceptando inconscientemente que la competitividad, las luchas, el éxito, la fama, la belleza física, la sexualidad, los bienes materiales y el poder lo son todo en la vida, nos liberamos de las cadenas de lo mundano. Me temo que esta llamada receta para triunfar en la vida nos ha hecho buscar las respuestas y la auténtica felicidad fuera, cuando las verdaderas respuestas y la auténtica felicidad siempre han estado dentro de nosotros.¿Dónde y cómo podemos encontrar nuestro yo verdadero? ¿Creando una persona condicionada por las asociaciones con el mundo exterior que perpetúa la mentira, o identificándonos con algo en nuestro interior que es tan real como cualquier elemento del exterior y creando una identidad única con una conciencia y mente que podemos emular? Así es, se trata de la fuente infinita de información e inteligencia, tanto personal como universal, inherente a los seres humanos. Es una conciencia energética llena de una coherencia tan profunda que cuando fluye por nuestro interior sólo podemos llamarla amor. Cuando la puerta se abre, la frecuencia de esta conciencia acarrea una información tan vital que cambia quién somos desde dentro. Es una experiencia para la que he aprendido humildemente a vivir.Espero que sepas que siempre puedes acceder a ella, si decides hacerlo. Pero si vives la vida como un materialista, la existencia no te resultará fácil. ¿Por qué? Porque los realistas definen la realidad con los sentidos, y si no pueden verla, saborearla, olerla, tocarla u oírla, entonces no existe, ¿verdad? Esta dualidad es un plan perfecto para que la gente siga sumida en la ignorancia. Si sólo se fijan en una realidad exterior tan agradable o caótica sensualmente, les costará demasiado mirar en su interior.Allí donde pones la atención, pones la energía. Si vuelcas toda tu atención en el mundo exterior y material, ésta será tu inversión en la realidad. En cambio, si intentas observar un aspecto más profundo de ti, tu energía ensanchará esta realidad. Tú, como ser humano, eres libre de poner la atención en lo que quieras. Estás dotado para desarrollar tu capacidad de manejar y usar adecuadamente esta abundancia de poder que hay en ti. Allí donde pones tus pensamientos y tu atención, se convierte en tu realidad.Si dejas de creer que lo que piensas es real, volverás a caer en el materialismo y dejarás de llevar a cabo tu labor. Te limitarás a optar por alguna adicción emocional o hábito para recibir una gratificación inmediata, y te perderás todas las otras posibilidades.Aquí está el dilema: la realidad futura que creamos en nuestra mente no nos da ninguna respuesta sensorial y, según el modelo cuántico, nuestros sentidos deberían ser los últimos en experimentar lo que creamos. Por esta razón, muchas personas volvemos a adoptar el materialismo como ley y a sumirnos en la inconsciencia.Recuerda que todo lo material viene del campo invisible de lo inmaterial, más allá del espacio y el tiempo. Es decir, al sembrar las semillas en este mundo, ves que con el tiempo fructifican. Si eres capaz de vivir un sueño a nivel mental y emocional en el mundo interior de posibilidades infinitas con tanta plenitud, es que ya se ha hecho realidad. Así que entrégate sin más y no te preocupes, porque tu sueño se manifestará en tu vida exterior. Es la ley.Pero la parte más difícil de este proceso es encontrar el tiempo o re­ servarlo para que tu valiosísimo yo lo haga.Eso es. Somos creadores divinos. Es lo que hacemos cuando nos sentimos inspirados y presionados a aumentar nuestros conocimientos. Pero tú y yo también somos seres de costumbres. Adquirimos hábitos con facilidad. Poseemos tres cerebros que nos permiten evolucionar del conocimiento a la experiencia y la sabiduría. Al hacer cualquier cosa que aprendimos de forma implícita por medio de la repetición de la experiencia, enseñamos al cuerpo a convertirse en la mente; ésta es nuestra definición de hábito.El problema está en que hemos adquirido hábitos que limitan nuestra verdadera grandeza. Las emociones de supervivencia, que tan adictivas son, nos hacen vivir limitados, sintiéndonos separados de la Fuente, y nos olvidamos de que somos creadores. En realidad, los estados mentales correspondientes relacionados con el estrés son las razones por las que nuestras emociones nos controlan, vivimos con una energía de una frecuencia más baja y estamos esclavizados por una serie de ideas arraigadas en el miedo. Estos estados psicológicos denominados normales son los que la mayoría hemos aceptado como habituales y comunes. Son los verdaderos «estados alterados» de conciencia.Por eso quiero subrayar que la ansiedad, la depresión, la frustración, la ira, la culpabilidad, el dolor, la preocupación y la tristeza —emociones que miles de millones de personas expresan normalmente— son la razón por la que las masas llevan una vida desequilibrada y alejada del verdadero yo. Y tal vez los supuestos estados alterados de conciencia alcanzados en la meditación durante los auténticos momentos místicos son en realidad los estados de conciencia «naturales» que todos deberíamos intentar vivir a diario. Y yo comparto esta opinión.Es hora de despertar y ser un ejemplo viviente de la verdad. no basta con adquirir estos conocimientos, es hora de vivirlos, manifestarlos y ser la «causa» en todos los aspectos de nuestra vida. Cuando tú y yo «encarnemos» tales ideales como la verdad y los convirtamos en un hábito, se volverán en parte de nosotros.Dado que somos seres de costumbres, por qué no adquirir nuevos hábitos de grandeza, compasión, genialidad, ingenuidad, fuerza interior, amor, atención plena, generosidad, curación, manifestación cuántica y divinidad. Desprender las capas de aquellas emociones que decidimos memorizar como identidad, deshacernos de nuestras limitaciones egoístas a las que tanto poder hemos dado, abandonar las ideas y percepciones falsas sobre la naturaleza de la realidad y el yo, superar las habituaciones neurales de los rasgos destructivos que están socavando siempre nuestra evolución, y renunciar a las actitudes que nos han estado impidiendo conocer quién somos realmente forma parte de encontrar el yo verdadero.Hay un aspecto del yo que es un ser bondadoso esperando tras todos estos velos. Es quien somos cuando no nos sentimos amenazados, ni nos da miedo perder algo, ni intentamos complacer a todo el mundo, ni nos apresuramos a triunfar, ni competimos por llegar a la cima a cualquier precio, ni nos arrepentimos del pasado o nos sentimos inferiores, abatidos, desesperados o ávidos. Cuando superamos y eliminamos lo que es un obstáculo para nuestro poder infinito y nuestro yo, estamos realizando un acto muy noble no sólo para nosotros mismos, sino para toda la humanidad.El peor hábito que puedes eliminar es el de ser el mismo de siempre y el mejor que puedes adoptar es el de expresar lo divino a través de ti. En ese momento es cuando moras en tu naturaleza verdadera y en tu identidad. Cuando moras en el yo.

Apéndices