Tema 2. Tipos de juegos motores: teoría y práctica.

Aspectos básicos en el juego.

Juego espontáneo y Juego dirigido.

Para el desarrollo correcto del juego se necesita:

La psicomotricidad.

La somatonogsia (es el conocimiento que todas las personas tienen de su propio cuerpo).
La percepción espacio-temporal.
Las habilidades físicas básicas.

Uno de los aspectos más importantes del desarrollo de los niños y niñas, para que adquieran una autonomía.

Integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices.

Psicomotricidad gruesa: Control del propio cuerpo, de los movimientos globales. Por ejemplo: Caminar, correr, girar, rodar... Se trata del dominio corporal estático (autocontrol o respiración) y dinámico (equilibrio o coordinación visiomotriz).

Psicomotricidad fina: Actividades que necesitan precisión y un nivel de coordinación. Movimientos realizados por una o varias partes del cuerpo. Se trata de la coordinación visio-manual, fonación y motricidad gestual.

El espontáneo es aquel que el niño realiza por iniciativa propia y donde no intervienen adultos ajenos al grupo.

El
dirigido es aquel que plantea una persona adulta ajena al grupo y que posee fines educativos de tipo exteriores.

Las diferencias entre juego y deportes son:

El juego no tiene una finalidad pura mientras que los deportes sí.

El juego no necesita de una preparación previa o entrenamiento, pero el deporte sí, ya que su finalidad es el triunfo.

El juego no tiene reglas que lo limiten, a diferencia de los deportes, que tienen unas reglas rígidas e invariables que condicionan su desarrollo.

La organización de los juegos debe permitir sacar el mejor partido de su potencial educativo.

La duración de cada juego debe ser entre 15 o 20 minutos y el profesor tiene que explicarlo bien y de manera que todos entiendan.

Mantener siempre viva la motivación en cada actividad.