BIOETICA JOSE ANDRES PASTRANA

Su fundamentación es multidisciplinar y requiere para su expresión de pluralismo, racionalidad, autonomía y condición crítica. Su método ideal se basa en la prudencia y responsabilidad, condiciones necesarias de la razón práctica. Tanto su fundamento como su método de acción se funden en la Deliberación, aplicable en la relación clínica como en otras éticas aplicadas.

Condiciones Básicas para la Fundamentación Multisciplinaria de la Bioética.

Pluralismo
Las democracias actuales de inspiración liberal son por definición de carácter pluralista. Esto corresponde a que en su constitución participa población heterogénea tanto en lo étnico, cultural, político y creencial religioso y valórico.

Racionalidad: La racionalidad garantiza la coherencia del lenguaje portador del pensamiento a través de la lógica clásica

Autonomía: Todo individuo es dueño de sus actos hasta un límite . La individualidad, la privacidad, el espacio privado, la concepción e importancia del yo, son de estirpe filosófica liberal y se mantienen en nuestras democracias actuales.

Civil y laico: Civil no implica un civilismo, es decir una lucha en pro de lo cívico en desmedro de lo religioso. Refiere a la clara aceptación de que la Iglesia se encuentra separada del Estado y por lo tanto sólo posee potestad para ordenar a los miembros a ella pertenecientes no debiendo interferir en las decisiones libres del resto de la ciudadanía, salvo con ánimo de conversión libremente ejecutada y aceptada.

Crítica: Refiere que la Bioética debe encontrarse en continua revisión de sus principios dado la problemática que encarna y al acelerado cambio científico y social en nuestros días.

Método Deliberativo

Deliberación es la expresión de la acción de la Prudencia, virtud cognitiva sobre la cual descansa la racionalidad de los saberes prácticos. Los saberes prácticos, los que regulan y norman las acciones de los hombres en su vida, la política y la ética, a manera de ejemplos, utilizan la razón práctica, diferente a la especulativa o teorética de las ciencias y de la matemática. La razón práctica no otorga certeza sino probabilidad, no demuestra, persuade. No es universal, es contextualizada. Actúa en relación a opiniones, utiliza el diálogo y la persuasión.

La Bioética es la primera y más significativa de las llamadas éticas aplicadas, cuyo origen reciente se sitúa en la segunda mitad del siglo XX. Constituye una necesidad social y moral frente a la concepción de la vida (paradigma), tanto en su totalidad como en lo referente a la vida humana, y en la interioridad de ésta, a la acción médica. Condiciones de posibilidad para la aparición de la bioética:

Desarrollo de la Biología: Podemos decir que la conducta de contemplación del hombre frente a la vida en su concepción biológica se transforma en conducta de actor fundamental de dicha concepción

Los avances tecnológicos aplicados a la medicina: Es evidente y por todos aceptados que los avances de la Medicina han otorgado un inmenso beneficio a los pacientes.

La experimentación científica con probandos humanos:Vivimos en un mundo donde las decisiones racionales sólo son posibles en un entorno de incertidumbre. El mejor método para acercarnos asintóticamente a la verdad es el científico y este método se basa en el modelo experimental. La medicina fundamentada en la “intención de curar” debió para mejorar su rendimiento decisional aplicar la experimentación en seres humanos (base de la medicina basada en evidencia o medicina validada).

La naturaleza concebida como fuente de recursos inagotable: A principios del siglo XX, dado el incremento de las posibilidades de explotación, se transforma en extinguible, y extinguible a corto plazo, si no cambian las políticas de utilización de la misma.

Emancipación de los pacientes: Aparece finalmente el derecho de la autonomía en lo referente a la gestión corporal, relegada hasta el período tardío del siglo XX, como a lo largo de toda la historia de Occidente, en manos de sacerdotes o médicos.

El triángulo bioético

En él se encuentran tres agentes distintos. El profesional sanitario, elpaciente o consultante y la sociedad posibilitadora y
organizadora de un modelo concreto de
atención.

Vinculado cada uno de ellos de forma
especial a cada uno de los tres principios, podríamos entender que el triángulo bioético define el espacio ético en el que la relación clínico-asistencial debería
desenvolverse.

El triángulo bioético define un espacio de
interacción entre los diferentes actores de la atención sanitaria y los principios que regulan su conducta. De esta manera, nos acerca intuitivamente a la complejidad de la práctica clínica (y evita su simplificación excesiva) y a su horizonte ético, como se refleja en los principales códigos éticos actuales, ayudándonos a evitar visiones reduccionistas.