se caracteriza por la identificación de conflictos funcionales en la firma y la aparición de estrategias "tibias" en vistas de centralizar operaciones logísticas
Se consolidan la organización corporativa para la distribución física de los productos, y se desarrolla la gestión de aprovisionamiento a semejanza de las compañías comercializadoras.
se integra la logística a la producción, una manera de introducir el "tiempo real" -el mercado y el servicio a clientes- en la producción; se incorporan medios tele informáticos para la gestión, se difunde el uso del intercambio electrónico de datos y se explora la aplicación de nuevas técnicas como los sistemas expertos en el manejo de inventarios.
existe una centralización a nivel corporativo y un agrupamiento a nivel firma, y se descubre la necesidad de una contabilidad analítica de costos logísticos.