Saint-Simon

biografía

Historiador, filósofo y teórico del orden social, Claude-Henri de Rouvroy nació en París el 17 de octubre de 1760.

heredó el título de conde, siendo conocido como conde de Saint-Simon

Gracias a su holgada posición económica y social, fue discípulo de Jean le Rond d’Alembert, uno de los representantes más destacados del movimiento enciclopedista francés del siglo XVIII.

El influjo de la Revolución francesa determinó su carrera, por lo que engrosó las listas del Partido Republicano. Posteriormente, en 1792, fue designado presidente de la Comuna de París; a partir de ese momento renunció a su título nobiliario y decidió que lo llamaran Claude Henri Bonhomme.

Su privilegiada posición durante la Revolución francesa se agotó ante ciertas acusaciones de que había especulado con bienes de la nación; además, su amistad con Danton también le ocasionó algunos problemas. Por esto estuvo en la cárcel en 1793 hasta que en 1794 fue puesto en libertad.

obras

El catecismo de los industriales

El sistema industrial

Carta de un residente en Ginebra a sus contemporáneos

El nuevo cristianismo

sansimonismo

Tras la muerte del conde de Saint-Simon en 1825 sus seguidores lo percibieron como una especie de nuevo mesías que quería impulsar ese “nuevo cristianismo”.

Gracias a esa publicación se adhirieron a la causa políticos, banqueros, comerciantes y afines que asumieron el sansimonismo como una religión en la que la fe estaba basada en la ciencia.

Fieles impulsores de las ideas del conde de Saint-Simon combatieron las prerrogativas de la herencia, así como las ideas que hoy se conocen como tecnocracia y la teoría de las capacidades.

El sansimonismo fue pionero en luchar por los derechos de la mujer, alegando que su situación era de esclavitud dado que su jornal era inferior al de los hombres.

teorías en sociología

El desarrollo de su pensamiento como germen del socialismo y de la sociología responde a su rechazo al régimen del terror. Todas sus propuestas encuentran su origen en la reacción contra el derramamiento de sangre y del militarismo de Napoleón.

clases industrial y ociosa

Llamaba a los “industriales” a aquellos que con su trabajo impulsaban que la sociedad avanzara. Esta clase estaba conformada por banqueros, obreros, campesinos, comerciantes e inversionistas

En contraposición, la clase “ociosa” o parasitaria eran aquellos que simplemente vivían a expensas del esfuerzo ajeno. Allí agrupaba a los nobles, terratenientes, cortesanos, clérigos y al poder judicial.

visión moral de cristianismo

explicaba que el cristianismo debía prestar sus principios al ejercicio de la política para que así se pudiera establecer una nueva y mejor sociedad.

ara que realmente se diera la transformación en una sociedad cuya base fuera el trabajo y en la que se reconociera el esfuerzo de cada trabajador, debido a que en esa sociedad del futuro el trabajo debe estar garantizado para todos según sus capacidades.

Saint-Simon proponía que los científicos debían ocupar el rol que antes tenían los clérigos y conducir a la clase más numerosa para que lograran mejorar sus condiciones de vida.

De esta forma se podría construir un nuevo orden social basado en esos principios del cristianismo, cuyo fin último debía ser mejorar las condiciones de vida de la clase más pobre.

otros aportes

socialismo en general con su propuesta de socialismo utópico o aristocrático, los postulados de Saint-Simon también resultaron innovadores para su época en cuanto a la visión de la historia.

Con sus ideas superó al materialismo francés, dado que consideró que la historia no está conformada por hechos concatenados por el efecto de la casualidad

Es por esto que, para él, el mejor momento de la historia será el porvenir, en el que la sociedad del futuro estará liderada por la ciencia y la industria.

fases de la historia

A la primera la llamó la fase teológica, en la que la sociedad se rige por los principios religiosos; en esta denominación se encuentran la sociedad esclavista y la feudal.

La segunda fase corresponde a la metafísica, en la que colapsa el sistema feudal y es la época de Saint-Simon.

La tercera fase es la que veía como el porvenir, la época de oro: la fase positiva en la que el nuevo orden social estaría marcado por la industrialización y la ciencia.

Toda esta visión de la historia responde a paradigmas idealistas que también se acercaron a la interpretación correcta, debido a que significan un aporte al desarrollo de la ciencia de la historia.