Tejido adiposo

Tejido conectivo especializado con función de la homeostasis energética.

Almacena la energía en gotitas lipídicas en forma de triglicéridos y en la producción de hormonas (adipocinas).

Tejido adiposo blanco

Representa al menos el 10% del peso corporal en un adulto saludable normal.

Con fibras de colágeno y reticulares de sostén forma la fascia subcutánea que se concentra en almohadillas de grasa mamaria y alrededor de algunos órganos internos.

Adipocitos blancos:

Células muy grandes con un diámetro de 100μm o más, con una sola gota lipídica (unilocular) grande

Un borde citoplasmático delgado

Un núcleo aplanado y desplazado a la periferia.

Secreta adipocinas

Incluyen hormonas como la leptina, factores de crecimiento y citrinas

Tejido adiposo pardo

Abundante en neonatos, siendo un 5% de su masa corporal total, se reduce en adultos.

Adipocitos pardos: más pequeños que los blancos, con muchas gotitas lipídicas (multilocular) y un citoplasma con un núcleo redondo.

La actividad metabólica del tejido adiposo pardo es regulada por la noradrenalina, se relaciona con la temperatura ambiental exterior.

Gotita lipídica

Dentro del adipocito blanco representa una inclusión citoplasmática unida a la membrana.

Los triglicéridos almacenados en los adipocitos son liberados por lipasas que se activan en:

Movilización nerviosa

Noradrenalina

Movilización hormonal

Glucagón

Somatotropina

Transdiferenciación del tejido adiposo

Adipocitos

Pueden transformarse de blanco a pardo o al revés por necesidades termógenas del organismo.

La exposición al frío y actividad física transdiferencían de blanco a pardo.