Teología: su Epistemología y los nuevos paradigmas

LA FILOSOFÍA EN LA TEOLOGÍA DE OCCIDENTE

La teología de Occidente surge de dos fuentes: la griega y la judía. La reflexión teórica (contemplativa) y la experiencia histórica del pueblo de Israel. Esta experiencia se refiere a la salvación del pueblo de Israel y luego se relacionará con la vivencia de la comunidad eclesial. Estas dos fuentes están en constante relación dialéctica.

El cristianismo invierte la lógica de la filosofía griega

En la patrística y en especial con San Agustín estas tensiones se hallan
parcialmente superadas a partir de una especie de “fusión de horizontes”

Ya en el siglo XIX esta ruptura llega por parte de la filosofía y de la psicología, al reducir la teología a una antropología (Feuerbach), al mostrar la irrealidad de Dios (Nietzsche), o al considerar la religión como parte de una neurosis obsesiva universal (Freud).

Según Paul Tillich, la teología debería responder a dos desafíos fundamentales: “La verdad eterna de su fundamento y la situación temporal en la que esa verdad eterna debe ser recibida”

LA TEOLOGÍA Y SU EPISTEMOLOGÍA

La teología tiene, en nuestro contexto, una doble finalidad: (a) un sentido de saber que impulsa la vida y que asume la dimensión espiritual y afectiva como horizonte de la existencia; (b) estudiar sistemáticamente el acontecimiento
de Dios en la historia, normativizado en la revelación cristiana, que exige de las comunidades fe y responsabilidad con su propio presente

El punto de partida de la teología será siempre la praxis histórica expresada de diversas maneras a partir de “signos, símbolos, monumentos históricos y de tradición, situaciones sociales, coyunturas históricas, grandezas y miserias”

Según esto, para hacer teología hoy es necesario tener una nueva mirada sobre la realidad, donde el “lugar social” no es un añadido sino un elemento articulador para la teología,

TEOLOGÍA Y LENGUAJE

El lenguaje es entendido, no sólo como la expresión externa de los pensamientos por medio de la palabra, sino como “todo el proceso interior y exterior del pensamiento lógico que intenta expresar la realidad que envuelve al hombre por medio de conceptos e imágenes internas que llegan a ser en seguida palabra audible”

(a) Es el conocimiento sobre una experiencia.
(b) su expresión se da en categorías no sólo del ámbito conceptual, sino que trasciende esta esfera de una manera metafórica e implicativa, aproximándonos a lo simbólico.
(c) posee un componente histórico y utópico, porque interpreta desde otra perspectiva la praxis social, cultural, política y religiosa y no se agota en ella, dejando un reducto de esperanza y liberación a todo hombre o pueblo.
(d) tiene al Evangelio como fuente primordial y se concreta en el compromiso ético por devolver la imagen de hijos de Dios a los rostros desfigurados de seres humanos en este mundo

LA TEOLOGÍA: ¿UN NUEVO PARADIGMA O UNA FORMA
DE CRISIS DE TODO PARADIGMA?

Cuando se habla de paradigma se piensa en su carácter provisional y no excluyente de otras posibilidades, pues la realidad es percibida desde una mediación subjetiva y por tanto, relativa; cuando un modelo de interpretación ya no explica responsablemente la realidad se pasa a un período de
incertidumbre que jalona el surgimiento de un nuevo modelo de interpretación, modelo que es indispensable para que se disuelva el anterior

– Primero, el paradigma de lo sagrado. La teología se entiende “como ciencia de las cosas, realidades y experiencias sagradas, en oposición al mundo profano de las realidades cotidianas”
– Segundo, el paradigma gnóstico-sapiencial propio de la patrística, del mundo bíblico y de la escolástica. Es un saber cuya práctica continua lleva a la experticia y a la vez a la vida piadosa y feliz
– Tercero, el paradigma del ser-esencia. Se da en una perspectiva metafísico-ontológica que elimina el elemento histórico.
– Cuarto, el paradigma de la subjetividad, intersubjetividad, existencia. Produce un viraje hacia lo antropológico. Ya no se va a preguntar por la esencia de la revelación, sino por su significación y sentido para el hombre actual.
– Quinto, el paradigma de la historia. Las categorías “praxis” e “historia” se toman en el ámbito teológico como formas de pensar lo real.
– Sexto, el paradigma de la praxis. La praxis es el punto de partida y de llegada de la reflexión teológica. Desarrolla el lado conflictivo, crítico, trasformador de la modernidad.
– Séptimo, el paradigma del lenguaje. Trata de dar cuenta del aspecto comunicativo, reconciliador y armónico de las sociedades en la búsqueda de la verdad
– Octavo, el paradigma de la narración. Posibilita escuchar la narración original del acontecimiento Jesucristo y volverlo a contar al hombre y a la mujer de hoy.
– Noveno, el paradigma de la holística. El principio unificante se ubica en la experiencia, la intuición, la sensibilidad hacia la vida. Es todo lo que existe coexiste y preexiste, subsistiendo en un tejido inacabable de las relaciones omnicomprensivas. Una religión universal alrededor de un concepto muy amplio de Dios y de la vida.

LA TEOLOGÍA, UNA HERMENÉUTICA
ENTRE LO SIMBÓLICO Y LO SOCIAL

La teología tiene que justificar su quehacer ante nuestra época
desde la profecía, desde la lucha por la justicia y por un tipo de conocimiento que comprometa no sólo la inteligencia, sino también la totalidad del ser humano. Al mismo tiempo, la teología debe asumir los desafíos, las contradicciones y las potencialidades del presente

Lo simbólico, en últimas, nos permite pensar lo más profundo de la reflexión teológica