Theodore D. Kemper: poder y estatus en las relaciones sociales
La teoría sociológica de las emociones de Theodore D. Kemper se sustenta sobre dos presupuestos básicos.
La inmensa mayoría de los tipos de emociones humanas derivan de los resultados reales, anticipados, imaginados o recordados producto de la interacción relacional
El segundo, un corolario del primero, sostie-ne que para entender los tipos de emociones, así como su génesis, será necesario contar previamente con un modelo que sistematice el juego
No considera el complejo entramado de las actividades técnicas que realizan los seres humanos, actividades vinculadas a la división social del trabajo.
Orientadas a la realización de la tarea, sino tan sólo sus actividades relacionales.
Las situaciones de interacción en las que el sujeto se siente con un adecuado nivel de poder y/o de estatus, dan lugar a emociones positivas, respectivamente, emociones de seguridad y/o de satisfacción
Este conjunto de emociones pueden darse como resultado de una determinada interacción, o ser conjuntos sentimentales más estables vinculados a posiciones de poder y estatus en una relación social que perdura en el tiempo
La depresión, en el marco teórico esbozado por Kemper, «resulta de un déficit de estatus, esto es, de una insuficiencia de recompensas y gratificaciones otorgadas voluntariamente por los otros.
Sin duda, algunos de los más importantes bienes que anhelan los seres humanos, por no decir los más deseados, pertenecen a ese grupo especial de «cosas» que ni podemos comprar, ni podemos arrebatar por la fuerza a los demás.
El segundo, un corolario del primero, sostie- ne que para entender los tipos de emociones, así como su génesis, será necesario contar previamente con un modelo que sistematice el juego
Para completar el modelo, sin embargo, es necesario introducir el concepto de agencia.
Las emociones evocadas en el sujeto dependerán de la percepción que tenga acerca de quién es el sujeto responsable del exceso o insuficiencia de poder y/o estatus.
En la relación inversa, esto es, cuando el actor se encuentra en una posición estructural en la que dispone de insuficiente poder frente al otro, la expectativa de que el otro pueda hacer uso de su poder a voluntad hace que se perciba a sí mismo como un ser vulnerable, evocándose en este caso la emoción de miedo-ansiedad
Si la fal ta de poder es atribuida a las incapacidades y deficiencias propias, el miedo-ansiedad es introyectado en lo cognitivo como la amenaza de un destino inminente, como la expectativa de algo terrible que ha de acontecer en el futuro, acompañado de la sensación de impotencia del actor para impedir estos hecho.