por Camila Cárdenas 5 anos atrás
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El paciente deberá incorporarse al menos unos 30º para evitar reflujos y aspiraciones broncopulmonares. Los medicamentos se administrarán de uno en uno, por si hubiera algún tipo de interacción entre ellos. Los comprimidos se machacarán y se diluirán con un poco de agua. Los medicamentos que puedan resultar irritantes para la mucosa gástrica se diluirán. Tras la ingesta de medicación se limpiará la sonda nasogástrica introduciendo 50 ml de agua. Es muy importante tener la sonda pinzada mientras estamos preparando el medicamento y entre las tomas, para evitar la introducción de aire y provocar meteorismo.
Intravenosa en perfusión: Utilizaremos frascos o bolsas de suero, en las que irá el medicamento disuelto. Normalmente se usan frascos de 50 y 100 ml, dependiendo del grado de corrosión del medicamento. Tiene una duración de al menos 15 minutos. Como ejemplo, citaré que la mayoría de los antibióticos intravenosos deben ir en infusión y nunca en bolo directo. Es muy importante que no mezclemos medicamentos dentro de un mismo frasco si no estamos seguros de una interacción garantizada.
Intravenosa directa: Utilizaremos un catéter venoso para la administración. Esta forma se llama bolo y hay que tener en cuenta todos aquellos medicamentos que necesiten una introducción lenta. Limpiaremos la vía tras el medicamento administrando, al menos, 2 ml de suero fisiológico.
Intramuscular: Las zonas de punción más frecuentes son el dorso-glúteo, el deltoides y el vaso externo. Aspirar aire antes de introducir un medicamento, para comprobar que no pinchemos un vaso sanguíneo. En el caso de niños pequeños se pinchará en el vaso externo.
Subcutánea: Se usa por ejemplo en la administración de heparina cálcica. Se debe coger un pliego de piel de 1,5 cm y pinchar con aguja subcutánea con una inclinación de 90º. No se aspirará tras su administración y no se masajeará la zona para prevenir la aparición de hematomas. En tratamientos largos, se alternarán las zonas a pinchar, siendo las más utilizadas el abdomen y los muslos.
ntradérmica: Se suele realizar para pruebas de hipersensibilidad.
Subtema
Nasal: Le pediremos al paciente que se suene la nariz y que flexione el cuello hacia atrás. Durante la administración le indicaremos que inspire.
Ótica: Lavar el oído con suero fisiológico, indicar al paciente que incline la cabeza y que mantenga la postura al menos 3 minutos y presionar levemente el oído para favorecer la inserción. No debe taponarse el oído salvo prescripción médica.
Oftálmica: Antes de la aplicación de colirios o cremas, debemos realizar un lavado ocular con suero fisiológico. Indicar al paciente que tras su administración haga un parpadee un poco para ayudar a la introducción del medicamento.
Vaginal: Introducción de óvulos vaginales. Se le recomendará a la paciente que permanezca sentada o tumbada al menos 30 minutos tras su administración.
Cutánea: Se trata de la aplicación de pomadas sobre la piel. Antes de administrar, debemos asegurarnos que la zona de aplicación esté limpia.
Inhaladores: Comprobar que el aerosol esté acoplado al adaptador bucal, agitar y retirar la tapa, introducir la boquilla en la boca y sellarla con los labios, realizar una expiración profunda y a continuación hacer una inspiración reteniendo el aire inspirado al menos cinco segundos, expulsar el aire lentamente. Entre las inhalaciones se debe esperar al menos un minuto.
Las presentaciones de algunos medicamentos son
Enemas: pueden ser de eliminación (en el cual el paciente deberá retener el líquido al menos 15 minutos) y de retención (en el cual el líquido se retendrá al menos 30 minutos).
Pomadas: se introducirán a través de un aplicador.
Supositorios: no deben estar demasiado blandos y normalmente se encuentran en los frigoríficos de las unidades. Hay que tener la precaución de no deformarlos cuando los manipulemos.
En este apartado encontramos las cápsulas, comprimidos, polvos para disolución, jarabes y suspensiones. Dentro de los comprimidos, los hay de administración sublingual, los cuales se colocarán bajo la lengua del paciente, indicándole que no lo trague. El personal que administra el medicamento debe presenciar la toma de éste.