por Francisco Piccolella 2 meses atrás
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1. Consciencia personal. Es el proceso de mirarse a uno mismo hacia dentro para reconocer las creencias y los valores que pueden comportar discriminación inconsciente. El reconocimiento puede facilitar el desarrollo de comportamientos de autorregulación que mitiguen la influencia del sesgo en las interacciones con los pacientes 2. Reconocimiento. Sin reconocimiento de que el problema existe, no se puede establecer ninguna acción para solventarlo. El reconocimiento conlleva aceptación de la responsabilidad que permite marcar la diferencia. 3. Empatía. Los profesionales de la salud deben empatizar con los pacientes y sus circunstancias para comprender lo que están sintiendo. 4. Defensa de los derechos del paciente. Apoyar al paciente en sus transiciones por el sistema de salud es lo que se denomina defensa de sus derechos. 5. Educación. Potenciar el conocimiento es esencial para crear consciencia, reconocer la existencia de discriminación inconsciente y reducir su prevalencia.
Celebra convenios con organismos y/o entidades públicas o privadas, nacionales o internacionales, a efectos de propender a dar cabal cumplimiento a los objetivos asignados a este Instituto.
Proporciona al Ministerio Público y a los tribunales judiciales asesoramiento técnico especializado en los asuntos relativos a la temática de su competencia.
Diseña e impulsa campañas de concientización y sensibilización tendientes a la valorización del pluralismo social y cultural, y a la eliminación de prácticas discriminatorias, xenofóbicas o racistas; participando en la ejecución de esas campañas.
Brinda un servicio de asesoramiento integral y gratuito para personas o grupos discriminados o víctimas de xenofobia o racismo.
Recibe y centraliza denuncias sobre conductas discriminatorias, xenofóbicas o racistas y lleva un registro de ellas a nivel nacional.
Actúa como organismo de aplicación de la ley 23.592 de Actos Discriminatorios, velando por su cumplimiento y la consecución de sus objetivos, a través del análisis de la realidad nacional en materia de discriminación, xenofobia y racismo y la elaboración de informes y propuestas con respecto a dichos temas.
Las discriminaciones que ocurren en los ámbitos principales son: Por un lado, la dimensión étnico-racial, a la que categorizamos como racismo estructural, aparece como el principal tipo de discriminación que sufren las personas por su color de piel, su nacionalidad, su situación socioeconómica, su lugar de origen y su pertenencia étnico-cultural, entre otras. En cuanto a la dimensión de género, se refleja en un notorio aumento de la percepción social e identificación acerca del fenómeno, así como en las experiencias concretas sufridas y presenciadas por las personas encuestadas. Mientras que en el 2013 las respuestas en torno a la discriminación por ser mujer se encontraban en torno a un 6%, en este estudio se incrementó al 12% de las experiencias sufridas a nivel general y 21% si sólo se tienen en cuenta las respuestas de las mujeres. En tercer lugar, aparece la dimensión de las corporalidades, relativa a la discriminación y violencias que experimentan las personas en base a la imposición histórica y social de un modelo hegemónico de “normalidad”. En este punto, se duplicaron las respuestas de las experiencias de discriminación relativas a las cuestiones estéticas y a las corporalidades gordas.