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por HECTOR NEPTALI PAREDES GALLEGOS 1 ano atrás

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ÉTICA PERSONA Y SOCIEDAD

El capítulo titulado "Ética y sociedad", escrito por Sofía Reding, aborda cómo los factores externos influyen en la construcción de la personalidad y la convivencia con otros. Reding explica las fuentes de moralización y la importancia de la tradición en la conformación de la personalidad, señalando que esta tradición está en constante transformación.

ÉTICA PERSONA Y SOCIEDAD

ÉTICA PERSONA Y SOCIEDAD

CONCLUSIÓN

DOS RAZONES:
La primera es que la ética no puede estar separada de la visda humana, de la vida concreta, necesitamos pensar y/o reflexionar sobre nuestras acciones y sobre sus repercusiones.

la segunda es que hoy nos encontramos en una sociedad que cada vez tiene mas poder sobre la vida de los otros, una decisión individual puede abarcar las vidas de muchos seres humanos, muchos mas que en el pasado.

CAPITULO 5

El último capítulo, cuyo título es “Ética para la vida”, lo escribe Gonzalo Lapuente. Este apartado reflexiona sobre el concepto de proyecto, en el sentido de que la vida de cada uno está lanzada a la búsqueda y consecución de algo. el tiempo tiene su carga subjetiva insoslayable. En el hombre la libertad es posibilidad, y esta libertad se va actualizando en el tiempo. Ejercitando la libertad es que puede construirse la propia identidad; la identidad se construye eligiendo y actuando, y tal elección y actuación se convierten en una “segunda naturaleza”,

CAPITULO 4

El siguiente capítulo lleva por título “Ética y sociedad”, elaborado por Sofía Reding. La autora se plantea como objetivos el tema de la influencia de los factores externos en la construcción de la personalidad o subjetividad, además de adentrarse en forma más profunda al problema de la convivencia con los otros. Primero habla de las fuentes de moralización, en donde hace una descripción antropológica y brinda las bases para comprender la importancia de la tradición en la conformación de la personalidad. Escribe lo siguiente: “En razón de esa tradición, podemos apropiarnos de las valoraciones de los otros —y compartir así un patrimonio cultural—, es decir, de lo que ellos han considerado como valioso” (p. 93); sin embargo, la tradición no se da de una vez y para siempre, sino que se encuentra en constantes transformaciones o reelaboraciones, que la enriquecen o la empobrecen, según la opinión de quien esto escribe

CAPITULO 3

El tercer capítulo se titula “Universalismo y relativismo en la ética”, a cargo de Alberto Constante. Desde el principio, el autor expone tres temas que va a desarrollar: el relativismo moral, la existencia o no de las normas morales universales y, finalmente, la libertad. Ahora bien, Constante considera que el hombre por naturaleza tiende al bien, aunque lo dice utilizando estas palabras: “No temo equivocarme al escribir que nuestra tarea, la única verdadera tarea de nuestro corazón, radica en alcanzar lo que es bueno y rechazar lo malo
Con respecto al relativismo, dice que éste “niega la existencia de verdades absolutas acerca del bien [y] el mal, pues piensa que éstas limitan la libertad” (p. 71). El relativismo es un equivocismo que pretende la inexistencia de valores absolutos (e incluso de maldades absolutas). Para el relativismo o equivocismo ético no hay valores universales y, en consecuencia, cualquier cosa es considerada válida.

CAPITULO 2

El segundo capítulo tiene como objetivo tratar el difícil tema de los fundamentos de la ética, y está a cargo de Alberto Hernández. Lo primero que hace el autor es la distinción entre la materia y la forma, y aplicar tal diferenciación al campo de la ética, de donde surgen las éticas materiales y las éticas formales
las éticas materiales son las que se refieren a los bienes, la vida buena y la felicidad, mientras que las éticas formales se refieren a la estructura de la moralidad.

Hernández sigue muy de cerca a santo Tomás en la descripción de la elección. En realidad, son cuatro los pasos que sigue la inteligencia humana para elegir algo y realizarlo. Si puede decirse así, hay tres etapas internas y una externa.

A la última etapa le llama Hernández “uso”, que es realizar lo que se ha elegido.

La tercera etapa es la “elección”, que es el resultado de todo lo anterior. El agente elige el objeto previamente conocido y deseado, y elegir es un acto de libertad. Por eso, lo que se elige es, a final de cuentas, un acto humano.

La segunda etapa se denomina “consejo”, consiste en la búsqueda de más información que lleva a cabo el individuo; además, se da a la tarea de encontrar los medios para alcanzar aquel proyecto con lo que concluye la primera etapa

La primera etapa la llama “intención” Esta etapa brinda la primacía temporal del entendimiento sobre la voluntad, pues “una vez que se conoce la cosa, puede despertar el deseo por ella”

CAPITULO 1

Dora Elvira García. Su capítulo lleva por título “Dimensión ética de la vida humana”. Aquí, la autora inicia aclarando qué es la ética y cuál es su importancia. De ahí, utiliza el concepto de persona como “eje para la ética”, en donde sigue muy de cerca a Mounier y Kant, considerando que las personas no pueden ser cosificadas porque tienen una dignidad especial, es decir, la persona no debe ser tomada como una cosa, como algo intercambiable, como medio; “las personas, por su dignidad, sólo pueden ser fines en sí mismas y no medios para obtener algo más.
La ética tiene que lidiar y considerar, siempre, a la persona humana. Y es lo que García González apuntala poco a poco, especialmente al hablar de las diferencias entre ética y moral, haciendo ver que la ética está inmiscuida en la vida humana misma, y que sus reglas no tienen por qué estar en desacuerdo con ella. La ética se articula en la vida, y ésta se articula mediante las acciones que el hombre concreto realiza. Y la ética, además, busca orientar la vida, “constituye una guía de la acción”; la ética está entrelazada a la vida, y sin aquélla esta última no podría concebirse porque pocas realidades, si no es que ninguna, pueden ser neutras (la ética, en cambio, critica, juzga). De hecho, el vínculo inseparable entre vida y ética se puede ver claramente en la pregunta fundamental de la ética: ¿cómo hemos de vivir?
EL NIHILISMO

el nihilismo, que puede entenderse como equivocismo ético. El nihilismo es “Una actitud para la que no hay nada por lo que valga la pena luchar, ni valores que puedan servir de guías valiosas para la vida, ni asideros desde los cuales sostenerse, sino que todo es posible incluso lo que cualquiera rechazaría por inhumano Existen diversos tipos de nihilismo, de los cuales destaca dos:

El nihilismo radical o extremo, que sostiene que la moralidad no es más que una ilusión

El nihilismo moderado, que sigue manteniendo “la incorrección de los juicios morales”, lo cual va en contra de nuestra experiencia cotidiana, en la que se considera que los juicios morales son o verdaderos o falsos

INTRODUCCION

Subtopic
Desde hace ya algunos años, la ética ha vuelto a retomar una fuerza que pretendidamente había perdido. ¿La razón? Parece que hay muchos motivos que han causado que la ética renaciera de sus cenizas. De entre las razones que pueden explicar esto pueden constarse las dos siguientes. La primera es que la ética no puede estar separada de la vida humana, de la vida concreta: necesitamos pensar y/o reflexionar sobre nuestras acciones y sobre sus repercusiones. La segunda es que hoy nos encontramos en una sociedad que cada vez tiene más poder sobre la vida de los otros; una decisión individual puede abarcar las vidas de muchos seres humanos,