ACCIÓN SOCIALMENTE RESPONSABLE
Las universidades como agentes de transformación y consolidación del modelo democrático, deben construirse no solo como centros de formación sino como instituciones generadoras de ideas y propuestas para mejorar las funciones y estructuras sociales.
El reto es construir ciudadanos completos, interesados por las necesidades del entorno físico y social.
El ciudadano es el actor principal de un modelo democrático que incluye el derecho a ser elegido y tomar parte en las decisiones del Estado.
El sentido de justicia social de la RS debe permitir a todos la igualdad de oportunidades para desarrollar sus capacidades, eliminando obstáculos estructurales de carácter económico y social, así como cultural y político que afectan su desarrollo.
Ciudadanos informados, responsables y participes.
El ciudadano se ha construido a partir de la noción del individuo como poseedor de derechos naturales y liberales.
La RS no es filantropíca, no son buenas intensiones, no son meros principios éticos, no son obras de caridad: sería; acción en el entorno, en la sociedad, en la comunidad, dirigida desde las grandes empresas y por qué no desde las universidades.
Se requiere avanzar hacia la educación a la ciudadania mundial, que abra los ojos de los ciudadanos a la realidad para que participen en la realización de un mundo más justo que incluye la educación para el desarrollo sostenible para la paz, para los derechos humanos, para prevención de conflictos. Esta es la nueva dimensión de la ciudadania global.
Requiere defender los valores propios de la educación pública
Las reducciones que ha sufrido el gasto público se han traducido en impactos negativos a las universidades públicas
La universidad debe cuestionarse sobre lo que se enseña. Ya no tanto lo que se enseña sino para que se enseña. Es decir los lazos que establecen entre el ser humano y su entorno, cambiando el rol pasivo del mismo por un rol activo de constante relación con el medio ambiente.