Nuestra reacción ante la crisis y el trauma

Las reacciones a los eventos traumáticos y las crisis

Son respuestas normales ante circunstancias anormales

Nada puede preparar verdaderamente a una persona ante tales eventos

No existen predictores que indiquen lo funcional o disfuncionalmente que reaccionará cualquier individuo en concreto

A pesar de la variedad de diferencias entre los eventos traumáticos de causa natural y los inducidos por los seres humanos; las personas responden de modos notablemente similares

Los síntomas de vértigo, taquicardia, temblor extremo, mareo, sensaciones de hormigueo en los brazos o manos, y transpiración excesiva se presentan más tarde, sin duda alguna, en las listas inclusivas de los síntomas generales del stress traumático

Victimización

Para que un acontecimiento se convierta en un evento traumático para sus víctimas, debe de amenazar de muerte, una lesión seria o plantear una amenaza para la integridad física del sujeto

El grado de victimización y el riesgo de consecuencias psicológicas surge con factores relacionados con el evento tales como:

La falta de advertencia, el grado de incertidumbre y la duración de la amenaza, su ocurrencia durante la noche, la proximidad al evento y las características ambientales de peligro posteriores al evento

El concepto de victimización se construye en base a numerosas impresiones y reacciones emocionales empáticas experimentadas con el tiempo y depende de la exposición personal a los eventos traumáticos

Esta exposición surge:

Del conocimiento directo

El que ha sufrido el evento traumático es uno mismo, un miembro familiar, un amigo, un compañero de trabajo

Indirectamente

A través de los medios de comunicación los cuales nos familiarizan, a menudo muy gráficamente, con lo que significa ser "una víctima"

El asistente profesional puede jugar un papel importante para alterar la noción, a menudo estereotipada, de la víctima llevándola desde una indefensión inevitable y duradera hasta el fortalecimiento

Determinantes de la respuesta a la crisis y el trauma

La flexibilidad del individuo, así como su habilidad para buscar ayuda, constituyen importantes determinantes de las propias habilidades de afrontamiento

Estas también afectarán a la percepción de una situación amenazadora, valorándola como amenaza o reto

Si un individuo percibe una falta de recursos adecuados de apoyo o flexibilidad:

La situación de crisis puede aparecer como abrumadora y destructiva

Esas fuentes de apoyo pueden encontrarse disponibles si el individuo es capaz de acceder a ellas:

Entonces existe la posibilidad de que la situación sea concebida como desafiante en vez de amenazadora

Factores de riesgo

Factores de riesgo relacionados con el individuo

Algunos ejemplos que se describen en el texto son:

Salud

Una mala salud, una enfermedad reciente, o un trastorno mental pueden impedir lograr el acceso al cuidado médico, sobre todo durante los desastres naturales y sus consecuencias

Stress preexistente

Un cambio reciente de trabajo, preocupaciones financieras, traslados, cambios familiares, y otros problemas pueden incrementar el riesgo debido al stress acumulado y a sistemas de apoyo sociales dañados

La fortaleza del sistema de apoyo social

La ausencia o pérdida de sistemas de apoyo sociales y psicológicos pueden poner en riesgo a las personas

Habilidades de afrontamiento

Unas habilidades de afrontamiento deficientes o esfuerzos desadaptativos (como beber en exceso) indican que una persona está en riesgo

Estado de los familiares

Si se encuentran separados en el momento de la crisis, el individuo puede padecer un stress severo y a veces un daño potencial en su intento por localizarles

Factores de riesgo vinculados con el rol y la superposición del rol

Los roles también se desempeñan durante los eventos críticos a un nivel personal que no tiene nada que ver con las tareas ocupacionales

Tales roles y la comprensión de estos son expresados principalmente a través de los medios de comunicación impresos y la televisión y eso ocurre probablemente a nivel universal

El más prominente de estos es, por supuesto, el papel de víctima que está compuesto por numerosas conductas

Otro rol más es el de héroe, la persona que rescata a la víctima del desastre

El testigo conforma también un rol importante, así como también el del curioso, ambos pueden internalizar el evento como un conjunto y describírselo a los demás

Los héroes, testigos, y curiosos pueden ser víctimas secundarias y sufrir culpa, ansiedad y otras condiciones (por ejemplo, pesadillas) como resultado de lo que han observado y experimentado

Merece la pena que el asistente profesional esté alerta ante las posibles interacciones entre los roles personales y profesionales

El papel personal de la víctima, el héroe, el curioso o el testigo puede ejercer un impacto negativo temporal o incluso duradero sobre la ocupación normal o las obligaciones laborales

El impacto puede ser aún más importante y profundo cuando dicha ocupación es la que se desempeñaba en el momento del evento traumático

Factores de riesgo vinculados con el evento

Ciertas propiedades del propio evento juegan un papel fundamental en el proceso de recuperación

Cada evento presenta sus propias características únicas

Las propiedades de riesgo incluyen:

La falta de anticipación

Un desastre o crisis vital que actúe sin advertencia previa produce el impacto psicológico máximo

La inocencia del escenario

El impacto de trauma es mayor cuando acontece en ámbitos entretenidos, relajantes, festivos

El tipo de desastre

Les desastres tecnológicos normalmente son más estresantes que las catástrofes naturales

Alcance del evento

Cuanto más daño, lesiones y muertes haya, mayor es la intensidad del impacto psicológico

Error humano

Los traumas que se perciben como algo que podría haberse evitado pueden generar reacciones emocionales intensas y hacen más difícil que las víctimas se enfrenten a ellos y se recuperen con éxito

En general, los eventos críticos que implican mayores riesgos psicológicos son los inesperados, los que amenazan la vida y los causados por factores humanos

El fenómeno de la pérdida

Es a menudo fundamental para la persona en crisis

La pérdida siempre implica separación y, dependiendo de la naturaleza del evento crítico, la separación es temporal o la pérdida es irrevocable

La pérdida conforma tanto un factor de riesgo como una evaluación personal del daño y, con frecuencia, causa los mayores niveles de sufrimiento entre las personas en crisis

El modelo de transición vital

El modelo fue desarrollado originalmente en 1905 por un etnógrafo llamado Van Gennep

Presenta tres fases:

Duelo

Generalmente se piensa que el duelo es un producto final y no un principio

Pero el duelo es una transición necesaria causada por la crisis o el trauma

Las costumbres sociales nos enseñan a ignorar el duelo o a esperar a que desaparezca

Debemos reconocer que hay partes de nosotros que ya no existirán, que hay roles que nunca serán los nuestros

Un cambio vital crea esta realidad

Esta realidad hace necesario un reconocimiento de la pérdida, la renuncia, la tristeza y el duelo

Esta tristeza debe sancionarse, no como una patología, sino como el dolor de un límite del crecimiento

Pero esta tristeza de la transición/crisis/trauma es un duelo real y necesario, una importante despedida purificadora, una sensación de clausura de aquellas cosas que ya no pertenecerán a nuestras vidas

Los asistentes en las crisis y traumas deben aprender a sentirse cómodos con la tristeza y poder tolerar su expresión

Cada uno de ellos debe explorar sus propias historias vitales para entender cómo se sienten cuando se enfrentan con la tristeza

Tendrá que explorar sus propias reacciones y desarrollar la tolerancia, la comodidad con el duelo de las otras personas

Confusión

Es otra área de incomodidad para muchas personas, tanto para los auxiliadores como para los pacientes

En esta fase, los pacientes temen que sus vidas se convierten en un caos, y temen miedo de que puedan estar locos

Es crucial ayudar a que los pacientes se aferren a todos sus puntos de apoyo, porque puede que éstos ya no sean evidentes para ellos

Pero los asistentes deben aprender a tolerar la manifestación de la confusión

El papel del asistente es ayudar a que el paciente atienda a aquellos puntos de apoyo que todavía existen porque aún se encuentran en un periodo demasiado temeroso y confuso como para intentar enfocarse en lo que puede ser o no posible en el futuro

Identidad

Mediante el trabajo en la resolución de la tristeza y la confusión en sus diferentes manifestaciones surgirá, lentamente al principio, un nuevo sentido de identidad

La persona en crisis experimentará gradualmente la sensación de un nuevo comienzo, de una nueva imagen de quién es

Gradualmente, lentamente, la herida sana, un poco cada vez

El trabajo del asistente es facilitar la transición por la crisis, pero también respetar la cualidad orgánica de estos sentimientos y permitirles el tiempo y espacio necesarios para su expresión y resolución antes de que puedan progresar

Bibliografía.

Rubin Wainrib y Bloch Ellin L. (2000). Intervención en crisis y respuesta al trauma. Teoría y práctica. Cap. 3. Nuestra reacción ante la crisis y el trauma. Págs. 43-70. Desclee de Brouwer España.