Principios de organización de
la sociedad inca

la reciprocidad

Entre los miembros del aillu se daban obligaciones
de reciprocidad que consistían en la prestación
y recepción de bienes y servicios entre personas
unidas por lazos de parentesco. Estos lazos de
reciprocidad abarcaban todos los aspectos de la
vida diaria.

La reciprocidad podía ser de dos tipos:

Reciprocidad simétrica, que era la que se
ejercía entre iguales.

Reciprocidad asimétrica, que se daba con las
autoridades, tanto con el inca como con el
curaca.

la redistribucion

Mediante este sistema, el Estado organizaba a los pobladores la protección y ayuda de las autoridades y del inca en momentos de necesidad. La población prestaba su fuerza de trabajo en las mitas organizadas por el curaca, quien devolvía lo producido. El inca también aplicaba este sistema y redistribuía los bienes entre la población, incluso de zonas muy lejanas.

el aini

Era un sistema de servicios mutuos mediante el cual un poblador obtenía, a través de la reciprocidad, la colaboración de sus parientes en tareas del campo, el cuidado del ganado, la edificación de casas, entre otras actividades.

la minca

Permitía realizar obras de beneficio comunal, como por ejemplo, la construcción de un depósito o de un puente. Para llevarlas a cabo, el curaca convocaba a todos los miembros del aillu, aunque también podían intervenir personas de otros aillus.

la mita

Era una contribución laboral realizada por los hatunrunas en beneficio del Estado durante un tiempo corto para producir bienes que serían utilizados como excedentes. Durante su servicio, eran denominados mitayos. La mita constituía el equivalente al tributo.

Otras formas de organización:

Fue predominantemente estatal. Pero hubo cierto vestigio de propiedad privada de grandes latifundios, que estaban en manos de ciertos nobles que pertenecían a las panacas incas y de algunos reyes de reinos sometidos al incanato. No hubo propiedad colectiva. El Ayllu no era dueño de la tierra. El Estado le concedía esta para que lo posea o usufructúe, pero se la podía quitar.

Clases de tierras:

Tierras asignadas:

eran las que el Estado entregaba a cada padre de familia o purej, se le llamaba topos que aproximadamente equivalía a 2,700 m2. Se entregaba un topo por esposo y medio topo por esposa.

Tierras comunales:

eran entregadas al Ayllu o a la Comunidad. Se le llamaba sapci. Era trabajada por temporadas bajo la dirección de los collanas. Tanto de los topos como de los sapcis los campesinos tenían que pagar tributos al Estado.

Tierras del inca:

eran las tierras entregadas al Inca, a la nobleza y a la burocracia política. Eran trabajadas por los campesinos Hatun Runa como forma de tributo.

Las Tierras del sol:

eran las tierras que pertenecían al Clero incaico, que le rinde culto al sol