La caries infantil es un problema común que puede desarrollarse rápidamente si no se mantienen adecuados hábitos de higiene oral, como el cepillado y el uso de seda dental. Las bacterias comienzan a acumularse en los dientes aproximadamente 20 minutos después de ingerir alimentos, especialmente aquellos pegajosos y ricos en carbohidratos, lo que aumenta significativamente el riesgo de caries.