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Los estándares internacionales y los acuerdos, como los Objetivos del Milenio y los Informes de Desarrollo Humano, buscan establecer comparativos y pautas a nivel global. Estos estándares son aplicados y diseñados por una variedad de actores políticos, institucionales y sociales, articulando conceptos jurídicos y sociales en planes gubernamentales y servicios de atención.

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Política social e interculturalidad: Un aporte para el cambio

El sistema de protección social de los derechos.

Las barreras socioculturales para desarrollar una política intercultural son muchas, siendo una de ellas que la discusión se sitúa en una mesa servida con un enfoque etno-céntrico. Es necesario ampliar la discusión incorporando los saberes de quienes se han considerado “los otros”, los diversos, en una sociedad que si bien es multicolor se presenta de manera homogénea.
Desde una observación intercultural hay que ejecutar esfuerzos por simplificar la complementariedad y doctorar las dos concepciones funcionales con miras a plantear una política social que maneje la literatura de modo racional. Si la liceo actual, incluyendo los pueblos indígenas, experimentan una literatura híbrida, autónomamente de que sea producto de la anabolismo y del intercambio cultural
La idea de sistema de defensa expone una mezcla de responsabilidades de sujetos, familias, sociedades e instituciones bajo un régimen específico de confort.El diálogo intercultural es una excelente posibilidad para abordar estas responsabilidades, las distintas tradiciones de organización social y acoplarlas a esta iniciativa sistémica. La sociedad llamada occidental tiene sus jerarquías funcionales y sociales, al igual que las sociedades nativas, por consiguiente, no hay razón para que aparezcan como antinómicas.

Estándares interculturales.

La política social sirve de puente entre la sociedad actualizada y la sociedad procedente, por lo cual se generen procesos de refuerzo de los beneficios de esta última y se incorporen de forma reflexiva las bondades de la primera.La producción y difusión de conocimientos a partir de una mirada intercultural resulta prioritaria para hacer esta campaña, tratando superar la vieja mirada antropológica y propiciando la meditación de acerca cómo tienen la posibilidad de orientar los planes de vida y, en este entorno, de qué forma tienen la posibilidad de tornarse conscientes las instituciones nativas,
Reconocer el pluralismo epistemológico y fomentar un lugar persistente de sistematización, innovación y desarrollo del entendimiento de las civilizaciones hasta ahora subordinadas en el campo de la racionalización social es insuficiente si no se hace con el objetivo concreto de incidir en los estándares vigentes o implantar nuevos estándares sociales.El estándar define un modelo o jefe de comportamiento social en los diferentes espacios sociales. A partir de una visión intercultural, hablamos de comprobar aquellos estándares a la luz del entendimiento de las civilizaciones subordinadas, primordialmente en esas naciones o zonas donde dichos equipos sociales son mayoritarios.

Un plan de acción para fomentar una política social intercultural

La cooperación mundial, que en muchas de estas naciones fue clave para el financiamiento y desenvolvimiento de las políticas sociales, debería avanzar la ayuda a la construcción de programas de averiguación e creaciones similares a la política social y al impulso de debates pluralistas sobre temas de interés de estas sociedades epistémicas de base indígena.
El debate de la política social es complejo. La estandarización es elemental pues es la vía para conseguir el ingreso de todos y cada una de a mínimos sociales, no obstante, es negativa una vez que se cree integrar el componente cultural, debido a que uniforma e impide el acoplamiento con la especificidad.Una política social intercultural es, de modo que, aquella que orienta sus varios programas de custodia y atención social hacia toda la gente y colectividades que fueron definidas como su objeto de participación, tomando en importancia las especificidades culturales para ayudar a dicha iniciativa de ciudadanía y de universalidad.
La política social emergió como una herramienta civilizador dirigido a conseguir el ingreso de toda la gente a un mínimo social que las dignificara y las igualara socialmente. De ahí surgió la iniciativa “marshalliana” de la ciudadanía social como fin político y moral de la política social y se consumó la idea del Estado Social. Este horizonte fue inalcanzable en Latinoamérica por las causas mencionadas antes.

El problema de la interculturalidad para la política social

La política social es uno de los más importantes artefactos para lograr la cohesión e adhesión social y para integrar a equipos sociales que incorporan los anillos de pobreza a la dinámica provechosa de una forma formal y desarrollar habilidades. Se desarrollan patrones sociales que dan a la ciudadanía oportunidades para orientar su acción social e incorporarlos a la vida actualizada.
Hay 3 tipos de interculturalidad: étnica, por género y edad y la asociada a fenómenos del desarrollo urbano y de la dificultad social. El primer tipo es más estructural, puesto que tiene interacción con la relación entre construcciones de pensamiento diversas a raíz de inicios, lenguas, cosmovisiones y conceptos racionalizadores de lo social que, fueron invisibilizados, negados o se les ha otorgado un costo negativo.
El surgimiento y reconocimiento de nuevos sujetos políticos y sociales que reclaman identidades específicas4. Ello ha erigido novedosas verdades, explicitado otros métodos de relacionamiento social que han conducido a configurar marcos jurídicos y conceptuales nacional e internacionalmente y han creado nuevos procesos conflictividad social y políticas centradas en el reconocimiento de la diferencia y de la diferencia por causas culturales.
El crecimiento en la dificultad social y la extensión y profundización del mercado (local y globalmente) y de la sociedad universal. Ello ha fortalecido fenómenos como la migración, ha creado movimientos sociales inéditos y desvinculados a los criterios basados en la posición en la composición provechosa; ha fomentado “subculturas” y nuevos espacios sociales y territoriales

La política social y la cultura

En algunas naciones donde se ha desarrollado ampliamente la política social, muchas de estas categorías son tácitas, como los hábitos de higiene, la vacunación o la escolarización básica, y se encuentran debidamente internalizados y adoptados como algo natural en la gente y las instituciones desde hace varias generaciones, formando parte de un patrón cultural de carácter nacional.
Esta actividad del Estado articula enunciados jurídicos, conceptos de lo social, planes sociales de tipo gubernamental, servicios de atención y proyectos dirigidos a intervenir en los planes de vida de las personas, en la estructuración de familias y las colectividades (grupos sociales y comunitarios).
Los Objetivos del Milenio, los Informes de Desarrollo Humano, la Convención sobre los Derechos del Niño y otros acuerdos o reportes similares establece comparativos y estándares dirigidos a incidir en las pautas de las naciones.Los estándares se diseñan y se aplican en distintos niveles gracias al concurso de muy diversos actores políticos, institucionales y sociales.