Después de la Primera Guerra Mundial, Europa quedó sumida en la devastación y la muerte, lo que impulsó a varios artistas a explorar el surrealismo como medio de expresión. Figuras como Remedios Varo, Leonora Carrington y Antonin Artaud encontraron en México un lugar para continuar su trabajo, influidos por la cosmogonía local.
El primero de los surrealistas en llegar a México fue Antonin Artaud en 1936. Posteriormente se integró a la cosmogonía tarahumara.
Dos años después, Bretón llega a México con sus esposa jacqueline Lamba; se alojaron con los artistas Rivera y Kahlo.
Se utilizaba mucho el automatismo psíquico en la que se carectizaban por plasmar fielmente el funcionamiento del inconsciente.
NUEVAS TÉCNICAS
Rayograma: Fotografía obtenida por la simple interposición de un objeto entre el papel sensible y la fuente luminosa.
Decalcomanía: Extender con un pincel grueso de color negro, más o menos diluidos por zonas, sobre la que ejerce presión moderada, después se levanta la hoja sin prisa.
Grattage: Consiste en raspar la parte más superficial la de la capa pictórica, una vez que ésta se ha secado. De esta manera el efecto final depende de la casualidad.
Collage: Técnica en la que se pegan fotografías, recortes de periódico y otros objetos elegidos sobre una superficie plana. Los surrealistas enfatizaban la yuxtaposición disparada de imágenes congruentes.
Frottage: Técnica en la que consiste ejecutar un dibujo colocando una hoja de papel sobre un objeto rugoso y frotando con carboncillo hasta que la hoja adquiera la forma de la superficie del objeto. Marx Ernst fue el primero en utilizar esta técnica.
Cadáver exquisito: juego inventado por los surrealistas, donde cada integrante escribe o dibuja en los pliegues de una hoja, sin que ninguno pueda ver qué han escrito los anteriores.
Al término de la primera guerra mundial, la Europa sobreviviente se sentía abrazada por la muerte y la devastación, eso provocó en los artistas el deseo de revivir la exisntencia que les podría ser arrebatada de un momento a otro.
La poesía fue la herrmienta para poder sobrevivir en un mundo convulsivo y permitía manifestarse contras las racionales estructuras de poder.
Varios artistas se establecieron en un territorio para seguir explorando del legado surrealista, entre ellos, Remedios Varo, Leonora Carrington, Wolfgang Paalen, Alice Rahon y Kati Horna.
El deseo del surrealismo apelaba al inconsciente, a lo onírico y a la locura.
Al igual que "el encuentro azaroso en un mercado de cosas viejas, de una máquina de coser y una mesa de disección", el arte se unió al sentido de la atracción y del amor, permitiendo captar poetas tan ajenos a París como Julien Gracq y Octavio Paz.