"Amores altamente peligrosos" de Walter Riso
Estilo Histriónico/teatral (amor hostigante)
Hablar de una persona histriónica se trata de hablar sobre alguien quien constantemente necesita atención y que si no la obtiene se siente menos de lo que es, generando una gran presión sobre su pareja, además de su constante coqueteo con otras personas (generalmente sin llegar a involucrarse sexo-afectivamente) genera la inseguridad de posible infidelidad en cualquier momento de la relación.
Estilo paranoico/vigilante (amor desconfiado)
Puede decirse que desconfían hasta de su propia sombra, y aún más de su pareja si hablamos en un sentido de relación romántica, perciben al mundo como cruel y este tipo de amor en sí no importa que haga su pareja siempre las van a percibir como sus peores enemigas y buscarás hasta por debajo de las piedras para demostrar que tienen razón.
Estilo pasivo-agresivo (amor subversivo)
Podemos decir en pocas palabras que se trata de un tipo de amor ambivalente, resentido y dependiente, las personas pasivo-agresivas siempre intentas mostrar una actitud rebelde y pesimista a la pareja desesperándola, pero a su vez están enganchados a ella y con tal de que se queden son capaces de cambiar por un corto período de tiempo para luego volver a la rutina tóxica habitual.
El amor narcisista/egocéntrico (amor egoísta)
La autoestima es fundamental dentro de la vida del ser humano, pero esta puede a pasar a ser un problema cuando se convierte en egoísmo y sentido de superioridad hacia las demás, sin ser capaz de no haber a nadie más que a ella misma y causando una gran infelicidad a su pareja. La vida del narcisista con el prójimo se basa tanto en su egoísmo y la manipulación (no es capaz de pensar en otros y siempre busca la manera de tener haciendo a los demás lo que él o ella desea), los halagos y recuerdos de su superioridad son fundamental dentro de su vida, además de ser altamente sensibles a la crítica.
El amor obsesivo/compulsivo (amor perfeccionista)
Se tratan de personas altamente meticulosas, frías y calculadoras en todas y cada una de las cosas de su día a día, generalmente se tratan de personas muy solitarias y que no suelen actuar de acuerdo a su edad, le exigen perfección a la pareja generando en ellas bastante estrés e incluso volviéndolas obsesivas secundarias a sus demandas con el fin de no hacerlas enojar. Las personas obsesivas compulsivas al considerar a sus parejas inútiles querrán llevar las riendas de la relación, lo cual les producirá un gran estrés a ellos mismos pues la exigencia dejará de recaer en la otra persona sino en sí mismos, a la par creando una gran infelicidad hacia sus parejas.
Estilo antisocial/pendenciero (amor violento)
Tratando sé de personas extremadamente desconsideradas y propensas a abusar psicológica y físicamente de otras, ve a las demás personas como objetos a utilizar a su favor (a diferencia del narcisista que los ve como alguien necesario para alimentar su ego) y sin ningún tipo de responsabilidad hacia su pareja (no por rebeldía como el pasivo-agresivo sino por lo que podríamos llamar simple maldad).
El amor esquizoide/ermitaño (amor desvinculado o indiferente)
La otra cara nociva del amor ya habiendo hablado de la violencia, viene a ser la indiferencia, al entrar en una relación esperemos calidez y preocupación sana de parte de nuestra pareja, sin embargo, con una persona esquizoide podemos decir que es un analfabeto afectivo y empático, lo cual genera bastante frialdad en la relación al no querer formalizar nada y evitar a toda costa el compromiso.
Estilo limítrofe/inestable (amor caótico)
Tratándose de personas con un comportamiento impredecible y explosivo, realmente nunca se sabe que puede suceder con ellas, un momento pueden estar bien y al otro tener una reacción bastante violenta, pueden estar con una autoestima muy baja y pasar de un momento a otro a una bastante alta, todas estas características en donde siempre predomina la indecisión crean bastante estrés en la pareja.