Bioindicadores: son organismos vivos que reflejan cambios en la calidad ambiental a través de su presencia, abundancia o alteraciones

Fácil de recolectar y medir

Sensible a alteraciones específicas, pero no letales

Bien estudiado y taxonómicamente definido

Abundante y con amplia distribución

Relación clara con el efecto a indicar

Subcelular/celular (minutos a horas) Activación de proteínas de estrés, daño al ADN.

Tejidos y órganos (horas a semanas) Alteraciones en hígado, riñón y gónadas

Individuos (días a meses) Cambios en fisiología, fertilidad y crecimiento

Subtópico

Población (meses a años) Cambios en abundancia, estructura por edades

Ecosistemas (meses a siglos) Alteraciones en biodiversidad, biomasa y funciones ecológicas.

Detectan contaminantes como metales pesados, pesticidas y gases

Complementan análisis físico-químicos

Económicos y efectivos para monitoreo a largo plazo

Ofrecen alertas tempranas para medidas de mitigación

Los bioindicadores evalúan ecosistemas completos; los biomarcadores se centran en respuestas internas específicas

Biomarcadores: Respuestas a nivel molecular, celular y tisular (e.g., proteínas de estrés)

Indicadores de respuesta: Reflejan condiciones específicas del ecosistema (p. ej., humedad, pH).

Indicadores de acumulación: Acumulan contaminantes en sus tejidos

Organismos de monitoreo

Activos: Introducidos al medio para medición.

Pasivos: Ya presentes, analizados para evaluar respuestas