1-Hacer preguntas del tipo “¿Qué pasaría si?, “¿Cómo es posible que?” que ayuden a clarificar y reflexionar sobre los aspectos más importantes.
2-Utilizar gráficos y oraciones sencillas que introduzcan o enfoquen el tema planteado.
3-Exponer distintos puntos de vista de un mismo tema.
4-Activar la participación de los alumnos de manera “azarosa”. Se puede usar tarjetas.
5-Fomentar que los alumnos se conozcan entre ellos.
6-Hablar menos para hacer que los alumnos piensen más. Pausas en las clases para que ellos reflexionen siempre sirve.
7-Utilizar el método socrático para generar debates sobre cierto tema en cuestión.
8-Fomentar el trabajo en grupo: una vez que se conocen los alumnos, generar trabajos para que deban hacerlo en equipo y en donde luego deban ponerse de acuerdo para realizar una presentación.
9-Promover la “corrección de a pares”, es decir, que no sólo te corrija el profesor sino que también el compañero que tenes al lado.
A la hora de educar, no hay que basarse simplemente en conceptos teóricos que descubrió otro, memorizarlos y resolver los problemas que se resuelven con ese concepto teórico. También hay que tener en cuenta aspectos como la importancia de las emociones al educar, la educación de los valores en el aula o educar respetando la diversidad cultural, entre otros.
10-Utilizar la técnica de la clase invertida, en donde los trabajos de lectura, búsqueda de información y activación se realiza en la casa y en el aula solo se debaten, ponen en común y redondean los aspectos conseguidos.