Criminología, y la conducta antisocial.
La criminología tiene una etimología según Rodríguez ( 1979, en: Coria y Nuñez, 2002).
Que deriva de latín criminis-crimen, y del griego logos-tratado.
Existen diversas definiciones de la criminología.
La criminología es una ciencia de aplicación práctica, buena para conocer las conductas antisociales y sus facturas causales para evitarlos, para combatirlos, se contempla solo la comprensión de conductas antisociales mismas, sino que trata de prevenirlas, no busca la represión, si no la prevención. Ruiz (2003).
Para Coria y Núñez (2002). También hablan de prevención sin embargo mencionan que la criminología se ocupa de estudiar los hechos delictivos, sintetizando elementos que tienen que ver con las causas factores o motivos que influyen en fenómeno criminal, con la finalidad de encontrar su prevención.
La criminología dirige su investigación en el campo de la experiencia lo que este relacionado tanto con las normas del derecho como con la personalidad del delincuente, sus circunstancias y la conducta condenada por el orden jurídico y social. Goppinger (1975).
Se pueden distinguir dos niveles de la criminología:
El propio mente jurídico delictivo.
Y la conducta simplemente desviada.
Aniyar (2003a). Señala cinco tendencias o escuelas criminológicas que son:
a) criminología en general: estudia la delincuencia como un fenómeno de masa, establece leyes generales de implicación de la delincuencia como fenómeno social.
b) criminología crítica: fue considerada una criminología de análisis, y posteriormente criminología de síntesis, estudia al delincuente.
c) criminología organizacional: se interesan acciones y medidas de política criminal, prevención del delito, estudia los sistemas, los evalúa e indica sus fallas para proponer sus colectivos.
d) criminología interaccionalista: estudia la relación social como determinante de la producción de la delincuencia.
e) criminología radical: se expone la problemática en la elaboración de aplicación de ley y su relación con las instituciones.
Estas tendencias se agrupan en:
a) criminología del paso al acto: se refiere al análisis del por qué el sujeto pasa el acto delictivo.
b) criminología de la reacción social: se analiza si es la ley la que crea la delincuencia.
Ruiz (2003). Se refiere al expresar que la criminología es una ciencia natural en cuanto estudia la conducta antisocial como hecho de la naturaleza, El criminal como un ser natural, como un ser biológico.
Se encuentran dos grandes posturas que intentan dar una explicación a la conducta antisocial:
Criminología clínica.
Criminología crítica.
Para la criminología clínica lo central es conocer los rasgos diferenciales de quién pasa al acto delictivo, y para ello hace uso de un instrumental técnico científico muy variado que va desde estudios antropológicos, psicológicos y psiquiátricos hasta los del medio ambiente y sociológicos. Marchiori (2000) y Aniyar (2003).
Ruiz (2003). Dice que la biología criminológica estudia al hombre de conducta social como un ser vivo, desde sus antecedentes genéticos hasta sus procesos anatomo-fisiológicos.
La criminología crítica tiene una serie de postulados críticos a la criminología clínica y formula un sistema teórico acerca del delito y de los controles sociales.
La criminología crítica surge en los años 60s junto con los movimientos de estructuradores de la forma social preestablecida como fueron las protestas antibélicas. Sánchez y González (2003).
La criminología desde la postura crítica deberá tener como objeto general el estudio, del orden penal y los otros tipos de órdenes que tienen vinculación con aquel, el objeto es cambiante y dinámico en el tiempo y en el espacio.
A partir de la criminología crítica se desarrollan diversas propuestas como por ejemplo:
El nuevo realismo de izquierda, cuyo objetivo es el delito del cual se divide según las clases tradicionalmente criminalizadas en delitos convencionales y delitos de cuello blanco.
El abolismo penal que muestra la inflación excesiva de normas y su mínima eficacia.
El derecho penal mínimo, que despenaliza un gran número de conductas que pueden resolverse por vía de multas o compensaciones (Sánchez y González, 2003)