El pensamiento político de Platón
(El mito de la caverna)
Danny Jovel Escobar
Ciudadanos sofistas
y Socrátes
Fundamentalmente, los sofistas fueron filósofos y pensadores centrados en la retórica, es decir, el arte de hablar, y la erística, conocida por el arte de persuadir y convencer. Por otro lado, Sócrates fue un filósofo griego clásico que defendía la dialéctica y la mayéutica como medios para obtener la verdad.
Teoria política de Platón: El Estado ideal
El régimen ideal para Platón es la aristocracia, pues predomina el elemento racional encarnado en el rey-filósofo. Se trata de una aristocracia de la virtud y el saber, no de sangre. La aristocracia puede degenerar convirtiéndose en Timocracia, el grupo dominante ambiciona honores y riquezas.
Teoria de la Educación en Platón
Según Platón, la educación permite al hombre superar el sentido común, es decir, transitar de la realidad sensible a la realidad inteligible. Dicho de otra manera, transitar de lo aparente a lo verdadero, pues el verdadero conocimiento versa sobre lo inteligible, no sobre lo sensible.
Justicia
Platón se aboca al tema de la justicia y nos dice que la justicia consiste en poseer y hacer lo que es propio de cada cual. Esto quiere decir sin más que cada cual recibirá el equivalente de lo que produzca y ejercerá la función para la que esté más capacitado.
Estado
Platón define la filosofía más bien como una disposición afectiva respecto del saber y de la existencia, deseo de conocer lo real, deseo de reformar la existencia, de cuidarla y purificarla protegiéndola de aquello que la daña.
Política
La educación verdadera para Platón está determinada por aquello que conduce a la rectitud del ser, a la verdad y el bien. La justicia se encuentra en el manejo político del estrado por los filósofos quienes están educados en el arte y la himnasia.
El Rey filosofo
El filósofo-rey es la personificación de las virtudes del gobierno y, como tal, un recurso alegórico. Además se puede entender que durante la época de redacción de la República Platón ya recomienda a los gobiernos limitar el poder abso- luto a través de la ley, como pone de manifiesto en la Carta VII.