Cómo Nace La Ética

El afecto: fuente originaria de la ética

La crisis crea la oportunidad de ir a las raíces de la ética y nos invita a descender a aquella instancia en la que continuamente se forman valores.

El efecto, la emoción, en suma, la pasión, es un sentir profundo.

Por la pasión captamos el valor de las cosas.

Lamamos a esa pasión eros, amor.

La ética, para ganar un mínimo de consenso, tiene que brotar de la base últimamente de la existencia humana, que no reside en la razón.

Eros el dios del amor, se levantó para crear la tierra.

Ahora todo es precioso, todo tiene valor, por causa del amor y de la pasión.

La razón, como ha reconocido la misma filosofía, no es el primer momento ni el último de la existencia. Por eso no explica ni abarca todo.

Irradiación de la ética: ternura y el vigor

La ternura

Es el cuidado para el otro, el gesto amoroso que protege y da paz.

El vigor

Abre caminos, supera obstáculos y transforma los sueños en realidad.

Ternura y vigor, o también anirnus y anima, construyen una personalidad integrada, capaz de mantener unidas las contradicciones y de enriquecerse con ellas.

Son dos principios capaces de sustentar un humanismo sostenible, fundado en la materialidad de la historia y en la espiritualización de las prácticas humanas.

Tal ética se estructura en tomo a los valores fundamentales ligados a la vida, a su cuidado, al trabajo, a las relaciones cooperativas y a la cultura de la no violencia y de la paz.

Es un ethos que ama, cuida, se responsabiliza, se solidariza, se compadece.

Religión y razón: fuentes de la ética

Religiones

En el mundo moderno, la religión es una fuerza fundamental, quizá la fuerza fundamental, que motiva y moviliza a la gente.

Para Las personas no es la ideología política ni el interés económico; aquello con lo que las personas se identifican son las convicciones religiosas, la familia y los credos.

Las religiones representan en la historia el ethos que ama y cuida.

Razón

La fundamentación racional de la ética y de la moral (ética autónoma) representó un esfuerzo admirable del pensamiento humano desde los maestros griegos

Esta tarea sigue aún abierta, alejada de otros esfuerzos éticos
fundados en otras bases que no son la razón (éticas heterónomas). Es el ethos que busca.

Tensión entre afecto y razón

Pero la pasión está habitada por un demonio. Dejada a sí misma, puede degenerar en formas de disfrute destructivo. Todos los valores valen, pero no todos valen para todas las circunstancias. La pasión es
un caudal fantástico de energía que, como las aguas de un río, necesita márgenes, límites y la justa medida.

Lo propio de la razón es ver claro y ordenar, disciplinar y definir la dirección de la pasión.

Si la razón reprime la pasión, triunfan la rigidez, la tiranía del orden y la ética utilitaria.

Si la pasión prescinde de la razón, dominan el delirio
de las pulsiones y la ética hedonista, del puro disfrute de las cosas.

si se impone la justa medida, y la pasión se sirve de la razón para un auto desarrollo ordenado, entonces emergen las dos fuerzas que sustentan una ética prometedora:

La ternura y el vigor.