Funciones de cada Lóbulo presentado por: Andrea Florez
LÓBULO OCCIPITAL
Esta área se encarga del proceso de la visión. Permite al ser humano procesar información visual, identificar color, brillo, movimientos, etc., de las imágenes visuales recibidas.
Los lóbulos occipitales contienen
Corteza visual primaria
Las lesiones de la corteza visual primaria conducen a una forma de ceguera cortical; en una forma, denominada síndrome de Anton, los pacientes se vuelven incapaces de reconocer los objetos con la vista y generalmente no tienen conciencia de su déficit, y a menudo fabulan descripciones de lo que ven.
Estructuras Principales
Fisura/Surco Parietooccipital
Surco Colateral
Córtex/Corteza Visual Secundaria
Áreas visuales de asociación
LÓBULO PARIETAL
Se encarga del procesamiento somestésico, es decir, permite al ser humano reconocer las sensaciones corporales. Dentro de sus funciones, permite que los seres humanos reconozcamos sensaciones de dolor, presión, temperatura, vibración, etc. además, permite al ser humano tener un registro de su espacio, tener control motor, e interviene en los procesos de memoria a corto plazo y del razonamiento matemático. Otra función importante de este lóbulo es contribuir a la diferenciación de los sabores.
Varias áreas de los lóbulos parietales tienen funciones específicas tales como:
La corteza somatosensitiva primaria localizada en el área posrolándica (giro poscentral) en los lóbulos parietales anteriores, integra los estímulos somatestésicos para el reconocimiento y el recuerdo de la forma, la textura y el peso. La corteza somatosensitiva primaria de un lado recibe todas las aferencias somatosensitivas del lado contralateral del cuerpo. Las lesiones del lóbulo anterior pueden producir dificultad para reconocer los objetos al tacto (astereognosia).
Las áreas posterolaterales al giro poscentral generan relaciones visuoespaciales e integran estas percepciones con otras sensaciones para crear la conciencia de las trayectorias de los objetos en movimiento. Estas áreas también median la propiocepción (la conciencia de la posición de las partes del cuerpo en el espacio).
Algunas partes del lóbulo medioparietal del hemisferio dominante participan en capacidades como el cálculo, la escritura, la orientación izquierda-derecha y el reconocimiento de los dedos de la mano. Las lesiones del giro angular pueden producir déficit de la escritura, el cálculo, desorientación izquierda-derecha y alteraciones de la denominación de los dedos (síndrome de Gerstmann).
El lóbulo parietal no dominante integra el lado contralateral del cuerpo con su entorno y permite a las personas tener conciencia de este espacio ambiental; es importante para capacidades como el dibujo. La lesión aguda del lóbulo parietal no dominante puede producir inatención contralateral (habitualmente el lado izquierdo), que conduce a una disminución de la conciencia de esa parte del cuerpo, su entorno y cualquier lesión asociada con ese lado (anosognosia). Por ejemplo, los pacientes que presentan lesiones parietales derechas grandes pueden negar la existencia de una parálisis del lado izquierdo. Los pacientes que presentan lesiones más pequeñas pueden perder la capacidad para realizar tareas motoras aprendidas (p. ej., vestirse, otras tareas bien aprendidas; déficit espacial-manual denominado apraxia).
LÓBULO TEMPORAL
esta área tiene diferentes funciones, se relaciona con los procesos de la audición, con los procesos de almacenamiento de información visual, compresión de lenguaje, reconocimiento de caras, regula las emociones.
Principales estructuras
Fisura de Silvio
Giro Temporal Superior
Giro Temporal Medio
Giro Temporal Inferior
Área de Asociación Auditiva
Corteza Auditiva Primaria
Sector Cognitivo Lingüístico (área de wencker)
Surco Temporal Inferior
Surco Temporal Superior
LÓBULO FRONTAL
la función principal de este lóbulo es motora, regula las funciones cognitivas superiores. (es decir, permiten al ser humano: razonar, planificar, solucionar problemas, hablar, atender, memorizar, aprender, regular sus emociones, etc.)
La corteza motora primaria es la porción más posterior del giro precentral. La corteza motora primaria de un lado controla todos las partes en movimiento del lado contralateral del cuerpo (se muestran como un mapa espacial que se denomina homúnculo; el 90% de las fibras motoras provenientes de cada hemisferio atraviesa la línea media en el tronco encefálico. Por lo tanto, el daño de la corteza motora de un hemisferio produce debilidad o parálisis principalmente del lado contralateral del cuerpo.
La corteza frontal medial (a veces llamada área prefrontal medial) es importante para la vigilia y la motivación. Cuando las lesiones de esta área son grandes y se extienden hasta la parte más anterior de la corteza (polo frontal), los pacientes a veces se tornan abúlicos (apáticos, desatentos y muy lentos para responder).
La corteza orbitofrontal (a veces llamada área prefrontal orbitaria ayuda a modular los comportamientos sociales. Los pacientes que presentan lesiones orbitofrontales pueden tornarse lábiles desde lo emocional o indiferentes a las consecuencias de su acciones. Pueden encontrarse alternativamente eufóricos, burlones, vulgares e indiferentes a las situaciones sociales. Un traumatismo bilateral agudo en esta zona de las áreas prefrontales puede volver a los pacientes escandalosamente parlanchines, inquietos y socialmente impertinentes. Es probable que la deshinibición y las conductas anormales que pueden ocurrir con el envejecimiento y en muchos tipos de demencia sean el resultado de la degeneración del lóbulo frontal, sobre todo de la corteza orbitofrontal.
La corteza frontal posteroinferior izquierda (a veces denominada área de Broca o área prefrontal posteroinferior) controla la función del lenguaje expresivo. Las lesiones de esta área producen afasia de expresión (deterioro de la expresión de las palabras).
La corteza frontal dorsolateral (a veces denominada área prefrontal dorsolateral) manipula la información de adquisición muy reciente —una función denominada memoria operativa. Las lesiones de esta área pueden deteriorar la capacidad para retener la información y procesarla en tiempo real (p. ej., para deletrear palabras hacia atrás o alternar entre letras y números de forma secuencial).
dentro de las patologías o enfermedades asociadas a daños en este lóbulo se tiene:
Escotoma: pérdida total de la visión Portellano, J. A. (2005). Pp 88.
Ceguera cortical: ceguera completa, que se caracteriza porque quien la padece logra percibir luz o movimientos, sin poder identificar nada más. Portellano, J. A. (2005). Pp 88.
Alucinaciones visuales: ilusiones visuales.
Agnosias visuales: incapacidad para interpretar el significado de los estímulos percibidos a través de la vista, sin que exista un déficit sensorial que lo justifique. Esta patología afecta la capacidad para identificar palabras, dibujos, objetos conocidos, rostros, colores. Portellano, J. A. (2005). Pp 89.
Principales estructuras
Área del sabor
Cisura de Rolando
Centro de la Comprensión de las Palabras Escritas
Corteza Somatosensorial Primaria
Área psico-sencitiva
Área de Asociación Somatosensorial
Dentro de las patologías o enfermedades asociadas a daños en este lóbulo se tiene:
Anestesia: perdida de sensaciones al lado opuesto del cuerpo.
Asomatognosia: incapacidad para reconocer, identificar e integrar las partes del esquema corporal.
Síndrome de Gerstmann: agnosia digital, desorientación derecha – izquierda, acalculia, agrafia, dislexia, disfasia
Síndrome de Heminegligencia: trastorno de la atención. Se ve afectada gravemente la atención. Este trastorno impide que preste atención a estímulos visuales, auditivos o táctiles, pero situados al lado opuesto de la lesión
Miembro fantasma: consta de sensaciones atribuidas a miembros que han sido amputados.
Apraxias: trastorno que impide que la persona pueda ejecutar movimientos.
Síndrome de Balint: trastorno que impide percibir el campo visual de modo global. Implica también que quién la padece tenga la incapacidad de percibir globalmente objetos, y así como de fijar la vista en un punto concreto.
dentro de las patologías o enfermedades asociadas a daños en este lóbulo se tiene:
Agnosias auditivas: incapacidad para reconocer el significado de los estímulos acústicos no verbales, sin que haya déficit sensorial. Esta patología implica la afectación en la comprensión de sonidos, reconocimiento de la música y el reconocimiento verbal.
Las lesiones del lóbulo temporal izquierdo interfieren mucho con el reconocimiento, la memoria y la formación del lenguaje.
Trastornos auditivos: dificultad para discriminar sonidos aislados, sonidos presentados simultáneamente, pérdida de audición, incapacidad para discriminar sonidos de habla, ritmo, sonoridad, timbre, memoria tonal de la música, dificultad para localizar los sonidos.
Trastornos de percepción visual, trastornos del lenguaje (afasia de Wernicke, de conducción, anómica, problemas para asociar palabras sencillas.)
trastornos de memoria (amnesia anterógrada masiva, lo que impide el aprendizaje de nuevo material, afectación de la memoria verbal, memoria de figuras geométricas, mapas, caras y melodías)
epilepsia del lóbulo temporal (alteraciones emocionales que presentan síntomas como: paranoias, pedantería, ataques de agresividad, pegajosidad, entre otros),
síndrome de Klüver-Bucy (conductas pasivas, hiperoralidad, hipermetamorfopsia).