Razonamiento por analogía: El razonamiento por analogía presenta las siguientes características:
Si dos o más objetos son semejantes con respecto a una serie de rasgos, que uno (o más) de ellos posee, además, algún otro rasgo se infiere en la conclusión que el (los) objeto(s) restante(s) también posee(n) dicho nuevo rasgo.
El razonamiento por analogía podría considerarse como un tipo de razonamiento inductivo. La diferencia radica en que la conclusión no contendrá una verdad general, sino, una verdad particular.
Razonamiento inductivo: Este reúne un sinnúmero de premisas hasta llegar a las generalizaciones; es lo mismo decir que, de los casos particulares, obtendremos la verdad general. Las premisas, juicios o proposiciones deben contener las mismas entidades respecto a una misma clase. La
Razonamiento deductivo: En todo razonamiento en que se exige que la conclusión se siga o se desprenda necesariamente de las premisas; supuesta la verdad de las premisas, la conclusión tiene que ser netamente verdadera, en virtud de la sola forma del razonamiento.
Hay diferentes tipos de razonamientos. Básicamente la forma de clasificarlos es la siguiente: deductivos, inductivos y por analogías.
Una de las funciones de la inteligencia es razonar, es decir, el adquirir nuevos conocimientos partiendo de otros previamente aprendidos.
Cada nuevo conocimiento adquirido, puede servir a su vez de base para la aprehensión de otros, formándose de esta manera, una cadena ininterrumpida de descubrimientos que posibilita el progreso humano".
Esta prodigiosa capacidad del espíritu humano le ha permitido a la persona enseñorearse de la naturaleza, mediante la creación de la ciencia y de la técnica.
El razonamiento es, pues, una eficaz herramienta para el progreso de la sociedad.