TRANSTORNOS DE PERSONALIDAD

Personalidad narcisista y conflictos de pareja: Se caracteriza esencialmente por su acentuado egocentrismo, por su egoísmo, por el amor desmedido a sí mismos, por el hecho de que se rinden culto. Los demás no cuentan, ni
sus problemas, sino que sólo ellos son objeto exclusivo de su propio interés.

Personalidad histriónica y conflictos de pareja: La relación de pareja, cuando uno de los miembros tiene este trastorno de la personalidad, suele verse siempre complicada. Es característico que estas personas
histriónicas comiencen una relación amorosa repleta de ilusión romántica.

«Donjuanismo» y conflictos de pareja: El «donjuanismo» se caracteriza por un afán de conquistar al mayor número
posible de mujeres, y siempre sin que exista intención de lograr una relación afectiva estable con ninguna de ellas.

Personalidad dependiente y conflictos de pareja: El trastorno de la personalidad por dependencia es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres y se caracteriza, tal como su nombre indica, por una excesiva dependencia de otras personas en cuestiones fundamentales de la vida debido a una carencia de suficiente autonomía personal.

La relación afectiva está más vinculada por dependencia que por afecto. Su dependencia y sumisión dificulta una relación equilibrada de igual a igual.

Si la dependencia no se traslada a la pareja, otras personas de las que dependen
tendrán una clara influencia en su comportamiento amoroso.

Su incapacidad para tomar iniciativas y decisiones puede resultar agobiante en la vida cotidiana.

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD Y NULIDAD DE
MATRIMONIO.

Personalidad obsesiva y conflictos de pareja: La personalidad obsesiva, también denominada anacástica o compulsiva; es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, y se caracteriza por su tendencia al pensamiento reiterativo (obsesivo) y a realizar análisis exhaustivos de cualquier cuestión o decisión

Tienden a imponer su criterio en toda decisión familiar.

Tienen costumbres y necesidades absurdas o exageradas (lo que coloquialmente suele entenderse por «manías»), irritándose si los demás no se las respetan.

Están demasiado entregados a su trabajo, pudiendo no disponer casi de tiempo para dedicar a la pareja.

Trastorno Paranoide de la Personalidad y Nulidad de Matrimonio

Personalidad paranoide y conflictos de pareja: Los individuos con un trastorno paranoide de la personalidad se caracterizan esencialmente por una desconfianza y suspicacia excesivas, permanentes e injustificadas. Es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres.

Se trata de personas muy reservadas, ya que no confían en nadie y piensan que los demás podrían utilizar lo que saben de ellos en su perjuicio. Soportan muy mal las críticas que se les puedan hacer, viviéndolas como ataques personales, e incluso las pequeñas bromas en este sentido suelen interpretarlas como expresión de la voluntad de reírse de ellos.

No confían en su pareja. Tienden a pensar que ésta les engaña en cualquier aspecto sin que existan motivos fundados.

Difícilmente perdonan cuando se sienten, muchas veces injustificadamente, ofendidos por su pareja.

Rasgos de la personalidad antisocial: Las personas antisociales se caracterizan, como dice su denominación, por sus conductas antisociales, consecuencia de su desprecio por las leyes y normas de convivencia
comúnmente admitidas.

Utilización de los recursos económicos en exclusivo provecho personal. Gastos y pérdidas injustificados.

Agresiones frecuentes y desproporcionadas con la pareja, con familiares, amigos y otras personas.

Falta de responsabilidad en el trabajo y como progenitor, Infidelidad sexual. Alteraciones psicosexuales. Incapacidad para dar afecto.

Inmadurez Afectiva y Nulidad de Matrimonio

Dimensiones básicas de las persona: El ser humano tiene cuatro dimensiones básicas: la física o somática, la psíquica, la sensitiva y espiritual y la cultural. Todas ellas están íntimamente entrelazadas formando esa unidad sustancial que es la persona.

Extraversión e Introversión: Por «extraversión» pueden entenderse la tendencia a vivir en el mundo de las
realidades objetivas, en cuyo caso se entenderá por «introversión» la tendencia a vivir en el mundo de los sueños. Pero la «extraversión» puede consistir en una tendencia a vivir en el mundo exterior tan exageradamente, que el individuo quede absorbido por su entrega a ese mundo; en ese caso, la «introversión» en vivir tan dentro de sí mismo que el individuo se evada del mundo exterior

Egoísmo: El «egoísmo» es una actitud caracterizada por la atención exclusiva, o al menos exagerada, a sí mismo. El egoísta le rinde un verdadero culto a su propio «ego», ello porque ha idealizado ese «ego».

Madurez de la afectividad: La maduración de la psicología y de la afectividad no sigue un curso predeterminado en todos los individuos. Las personas difieren en la velocidad en que desarrollan ciertos
procesos; no todas las personas maduran en todas sus capacidades y funciones al mismo nivel.

Rasgos de la personalidad inmadura: 1. Desfase entre la edad cronológica y la edad mental, 2. Desconocimiento de uno mismo, 3. Inestabilidad emocional, 4. Poca o nula responsabilidad, 5. Mala o nula percepción de la realidad, 6. Ausencia de un proyecto de vida (amor, trabajo y cultura), 7. Falta de madurez afectiva, 8. Falta de madurez de la inteligencia, 9. Escasa o nula educación de la voluntad, 10. Criterios morales y éticos inestables.

La afectividad: La «afectividad» discurre por ciertos cauces fundamentales que llamamos sentimientos, emociones, pasiones, instintos, tendencias…, los cuales no son fáciles de distinguir los unos de los otros.

Personalidad evitadora y conflictos de pareja: El término evitación, que da nombre a este trastorno de personalidad, hace referencia a la excesiva tendencia de estas personas a evitar las relaciones sociales debido a un exagerado temor a ser rechazadas por los demás.

Esto es más acentuado cuando, como sucede frecuentemente, se añade un cuadro clínico de fobia social en el que el temor se ha extendido a todo tipo de situaciones sociales.

Imposibilidad de compartir una vida social normal.

Conflictos injustificados con otras personas, por sentirse heridos por ellas.