TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO

TRASTORNO DE ANSIEDAD

Los trastornos por ansiedad son un grupo de trastornos mentales caracterizados por una respuesta de ansiedad excesiva y desproporcionada frente a situaciones o estímulos que generalmente no representan una amenaza real. son afecciones caracterizadas por la presencia de síntomas de ansiedad crónica y persistente, que pueden interferir significativamente en la vida diaria de una persona.

SÍNTOMAS

SENSACIONES FISICAS

Las sensaciones físicas normalmente las genera un sistema del organismo (el sistema nervioso autónomo) que se activa de manera automática ante las situaciones de alarma. Algunas de las sensaciones más frecuentes son: dificultades para respirar o respirar rápido, mareo, sequedad de la boca, aceleración del ritmo cardíaco, temblores, tensión muscular, sudoración, nudo en el estómago o en la garganta, inquietud motriz.

PENSAMIENTOS

Cuando se tiene mucha ansiedad o miedo, los pensamientos pueden llegar a "contaminarse" de estas emociones intensas. Es decir, los pensamientos pueden volverse exageradamente negativos o catastróficos hasta el punto de pensar que nos pasará algo malo y no lo podremos controlar o que perderemos el control o nos moriremos. Es frecuente también pensar que los demás se van a hacer una idea errónea de lo que queremos decir o hacer, que nos rechacen, o que algún asunto salga mal y fracasemos.

COMPORTAMIENTO

La persona que tiene un trastorno de ansiedad suele hacer cosas que le ayudan a rebajar la ansiedad. Adopta lo que se conoce como conductas de seguridad, es decir, evita situaciones que le generan ansiedad como coger el metro, o se ayuda de algunos trucos para rebajar este malestar como ir acompañado de alguien o llevar un amuleto de la buena suerte.

FUNCIONAMIENTO DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD

Cuando una persona tiene síntomas de ansiedad, nota algunas sensaciones físicas desagradables como palpitaciones o mareos. Esto ocurre porque las situaciones de peligro (real o imaginario) producen reacciones a nivel cerebral y hormonal que activan el cuerpo como si fueran una alarma antiincendios: cuando se detecta una posible amenaza, toda la atención de la persona se dirige hacia esta situación para huir del peligro y sobrevivir. Así, la persona respira más fuerte (para disponer de más oxígeno), el corazón late más rápido (para hacer llegar más sangre a los músculos y al cerebro y tener más glucosa y oxígeno), los músculos se tensan (para estar más preparados para huir o defenderse), los poros de la piel se cierran (para protegerla de posibles lesiones), etc. Paralelamente, se envía información de la alarma a otras glándulas del cuerpo para que liberen hormonas (glucocorticoides) que tienen un efecto antiinflamatorio en los tejidos y órganos, para evitar daño físico. Así, el cuerpo se siente como una olla a presión.

Una vez pasa el peligro o si se tiene éxito a la hora de afrontarlo, o si simplemente la persona se da cuenta de que no hay ninguna amenaza real, la alarma a nivel cerebral se desactiva, el sistema nervioso se reequilibra y el miedo o la ansiedad disminuyen. Pero también puede ocurrir que, a veces, no se sepa cuál es el peligro concreto o de dónde viene. Entonces, la atención se fija mucho en las sensaciones corporales desagradables, lo que probablemente hace que el ritmo cardíaco y respiratorio aumenten aún más hasta el punto de que cueste respirar. El aumento de estas sensaciones también incrementa los pensamientos negativos. En determinadas personas, sobre todo si han sido sometidas a periodos intensos de sobrecarga emocional y amenaza en determinados períodos del desarrollo, o si son vulnerables a la ansiedad, las respuestas de miedo/ansiedad pueden aparecer de forma continuada a consecuencia de una hipersensibilización de los circuitos cerebrales de alerta o de una respuesta lenta en el restablecimiento del equilibrio una vez desaparecida la amenaza.



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TIPOS DE ANISEDAD

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Caracterizado por una preocupación crónica y excesiva sobre diversos aspectos de la vida cotidiana, a menudo sin una razón aparente. Trastorno de ansiedad social: Implica un temor intenso a situaciones sociales y a ser juzgado por otros.
Trastorno de pánico: Se caracteriza por episodios repentinos e intensos de miedo extremo o malestar, conocidos como ataques de pánico.

La ansiedad consiste en estar preocupado o nervioso. La ansiedad con frecuencia es normal. Por ejemplo, muchas personas sienten ansiedad cuando tienen problemas monetarios, problemas en el trabajo o dificultades familiares. Sin embargo, si está ansioso durante la mayor parte del tiempo, incluso cuando no tiene problemas o los problemas no son graves.

Con frecuencia, el trastorno de pánico se da de manera conjunta con la agorafobia. Sería el caso de una persona que nota malestar y ansiedad en situaciones en las que piensa que se puede llegar a desmayar, cuando va en el metro, el autobús, en calles céntricas, con mucha gente lo que le obliga a no coger el transporte público y a necesitar ir siempre acompañada

Fobia Específica: Se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado a un objeto o situación específica, como arañas, aviones, alturas, etc.


Fobia Social: Implica un temor abrumador a situaciones sociales o de rendimiento en las que el individuo puede ser juzgado negativamente por los demás.


Agorafobia: Involucra el miedo a lugares o situaciones en los que escapar o recibir ayuda en caso de un ataque de pánico podría ser difícil o embarazoso.

Un ejemplo de fobia específica sería, por ejemplo, cuando a una persona le dan miedo las alturas, se pone muy nerviosa, tiembla y nota como si se mareara. Un caso de trastorno de ansiedad social sería cuando una persona se siente muy nerviosa cuando habla con otras personas. Tiene miedo de hacer alguna cosa que le deje en ridículo y que los otros piensen cosas negativas sobre ella. En estas situaciones, la persona suele ponerse roja y al darse cuenta de esto aún se siente peor.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Ocurre después de haber experimentado o presenciado un evento traumático y se caracteriza por síntomas como pesadillas, flashbacks y evitación de recordatorios del trauma. Trastorno Obsesivo-Compulsivo: Implica la presencia de obsesiones (pensamientos intrusivos y no deseados) y compulsiones (conductas repetitivas) que la persona siente la necesidad de realizar para aliviar su ansiedad.

FACTORES DESENCADENANTES

Estrés. Situaciones de estrés como los derivados por problemas en el trabajo, en las relaciones familiares o sociales, favorecen la aparición de síntomas de ansiedad.

Personalidad. Otro factor que en ocasiones puede ayudar a desarrollar un trastorno de ansiedad es la "forma de ser" de una persona. Personas con una tendencia a la inhibición y la timidez pueden tener una mayor tendencia a desarrollar trastornos de ansiedad. No obstante, hay que recordar que no existe ningún factor de riesgo que sea determinante por sí solo en la aparición de estos trastornos. Además, de cara a la intervención los factores de riesgo no son tan importantes como los factores que ayudan a mantener el trastorno. Estos últimos son el foco de la intervención psicológica y hay que modificarlos para conseguir buenos resultados, independientemente de las causas del trastorno.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Los trastornos de ansiedad deben ser diagnosticados por profesionales de la salud, que mediante una entrevista recogen los síntomas y las situaciones en las que se ve afectada la persona.


En muchas ocasiones, antes de llegar a ser atendidos por los especialistas en salud mental, las personas con trastornos de ansiedad son valoradas por los pediatras o médicos de familia que derivarán el caso cuando detecten que hay una intervención especializada.

Tratamiento psicológico. El tratamiento psicológico que consigue mejores resultados para la mayoría de trastornos de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual (TCC) que incluye lo que se llama "exposición". La TCC tiene como objetivo que la persona aprenda a afrontar ("exponerse a") las situaciones que le dan miedo/ansiedad o las cosas que ha dejado de hacer, sin utilizar conductas de evitación ni de seguridad, de tal manera que la persona compruebe que la ansiedad va disminuyendo sin escapar de la situación.

Paciente y terapeuta definen un programa de tratamiento para ir afrontando las situaciones temidas y conseguir una disminución de la ansiedad. Este tratamiento psicológico requiere de una implicación activa por parte del paciente durante semanas o meses. Conseguir cambios efectivos a través del propio trabajo es muy importante para la persona que tiene el trastorno, porque mejora la auto-confianza y permite seguir afrontando situaciones temidas y mantener las mejoras conseguidas.

Tratamiento farmacológico. Los trastornos de ansiedad, a menudo, son tratados con tratamiento farmacológico. Los más utilizados son un tipo de antidepresivos que se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina que tardan unas semanas en hacer efecto. A pesar de que se llamen "antidepresivos", estos fármacos han sido muy estudiados también en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Mientras se espera la respuesta del tratamiento con antidepresivos se puede recomendar la utilización de otra familia de fármacos, las benzodiacepinas, durante un tiempo muy breve.

Cuando se prescriben estos fármacos, se debe informar a los pacientes de los efectos secundarios, de la duración del tratamiento y de la no conveniencia de interrumpirlo de forma brusca. Añadir texto

TRASTORNOS DE ESTADO DE ÁNIMO

Los trastornos del estado de ánimo implican cambios anormales en el estado emocional de una persona, que pueden llevar a episodios de depresión, euforia o cambios drásticos en el estado de ánimo. El término describe a grandes rasgos todos los tipos de depresión y trastornos bipolares.

TIPOS DE TRASTORNOS DE ANIMO

Trastornos depresivo mayor: Se caracteriza por la presencia de episodios de profunda tristeza, apatía y pérdida de interés en las actividades cotidianas.Trastorno bipolar: Involucra alternancias entre episodios de depresión y episodios de euforia o manía. El trastorno bipolar se divide en varios tipos según la gravedad y la duración de los episodios.

Trastorno ciclotímico: Implica episodios menos graves de depresión y euforia que se producen de manera crónica a lo largo del tiempo. Distimia. Tener un estado anímico depresivo e irritable leve pero constante (crónico) que dura por lo menos 2 años. Trastorno disruptivo del estado de ánimo: Se caracteriza por cambios de humor extremos y frecuentes, especialmente en niños y adolescentes.ir texto

CAUSAS DE TRASTORNOS DE ANIMO

Muchos factores pueden contribuir a los trastornos del estado de ánimo. Es probable que se deban a un desequilibrio de las sustancias químicas del cerebro. Los acontecimientos de la vida (como cambios estresantes de la vida) también pueden contribuir a un estado de ánimo depresivo. Los trastornos del estado de ánimo también suelen ser hereditarios.

SÍNTOMAS : Según la edad y el tipo de trastorno del estado de ánimo, una persona puede tener diferentes síntomas cuando se deprime. Los síntomas comunes de un trastorno del estado de ánimo:

Tristeza, ansiedad o sensación de "vacío" constantes
Sentimiento de desamparo y desesperanza
Baja autoestima
Sentimientos de desprecio o inadecuación
Culpa excesiva
Pérdida de interés en actividades normales o actividades que antes disfrutaba, como el sexo
Problemas en las relaciones
Dificultad para dormir o exceso de sueño
Cambios en el apetito o el peso
Disminución de la energía
Problemas de concentración
Disminución de la capacidad para tomar decisiones
Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de estómago o cansancio) que no mejoran con tratamiento
Intentos o amenazas de escaparse del hogar
Mucha sensibilidad al fracaso o al rechazo
Irritabilidad, hostilidad o agresión
Pensamientos reiterados sobre la muerte o el suicidio, planificación sobre la muerte o deseos de morir

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Los trastornos del estado de ánimo son enfermedades graves. Un psiquiatra u otro proveedor de salud mental suele diagnosticar los trastornos del estado de ánimo con una historia clínica completa y una evaluación psiquiátrica.

Los trastornos del estado de ánimo con frecuencia se pueden tratar con éxito. El tratamiento :

Antidepresivos y medicamentos para estabilizar el estado de ánimo. Estos medicamentos funcionan muy bien en el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, en especial cuando se combinan con psicoterapia.

Psicoterapia (con mayor frecuencia, la terapia cognitiva conductual o interpersonal). Este tipo de terapia se centra en cambiar los puntos de vista distorsionados de la persona sobre sí misma y su entorno. También ayuda a mejorar la capacidad de relacionarse. Asimismo, puede ayudar a la persona a identificar situaciones estresantes en el entorno y a aprender a evitarlas

Terapia familiar. Un trastorno del estado de ánimo puede afectar todos los aspectos de una familia (emocionales, físicos y económicos). El apoyo de un profesional puede ayudar tanto a la persona con el diagnóstico como a los miembros de su familia.


Otros tratamientos. Estos pueden incluir la terapia electroconvulsiva y la estimulación transcraneal.

INFORMACIÓN ADICIONAL TRASTORNO DE ANIMO

Un trastorno del estado de ánimo es un tipo de enfermedad de salud mental grave. El término describe a grandes rasgos todos los tipos de depresión y trastornos bipolares.


Los niños, los adolescentes y los adultos pueden tener trastornos del estado de ánimo.


Muchos factores pueden contribuir a los trastornos del estado de ánimo. Es probable que se deban a un desequilibrio de las sustancias químicas del cerebro.


La mayoría de las personas con trastornos del estado de ánimo tienen sentimientos continuos de tristeza. Pueden sentirse desesperanzadas y desamparadas.

Si no se tratan, los síntomas pueden durar semanas, meses o años. Esto puede afectar la calidad de vida de la persona.

Los trastornos del estado de ánimo suelen tratarse con medicamentos o psicoterapia o terapia cognitiva conductual, terapia familiar o una combinación de medicamentos y terapia.


La atención de seguimiento profesional integral y continua ayudará a garantizar que la persona reciba el apoyo necesario para llevar una vida plena y productiva.